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Sueldo de los diputados y altos funcionarios
Se publica por primera vez las retribuciones que reciben los altos funcionarios de la Cámara como consecuencia de la Ley de Trasparencia, que entró en vigor el pasado 10 de diciembre. Publicaciones presentes en el nuevo apartado de la web oficial de la Cámara.
Así, sabemos que el Congreso va a gastar un total de 18.802.210 euros en las retribuciones de los 350 de los diputados de los cuales, 5.290.000 millones corresponden a complementos y los 13.512.210 millones restantes a lo que sería el equivalente a su 'sueldo base'.
La Cámara Baja gastará cerca de 9 millones a sufragar las indemnizaciones que reciben sus señorías por los gastos derivados del cumplimiento de su función, fundamentalmente relacionados con su alojamiento y transporte.
El sueldo mensual de los secretarios generales adjuntos asciende a 7.684,46 euros. Mientras que el resto de diputados fuera de la capital cobrarán 4.636 euros al mes (2.813 euros más 1.823 de indemnización) y uno elegido por esta circunscripción percibe 3.683,56 euros mensuales, cifras a las que después hay que añadir los correspondientes complementos en función de las responsabilidades parlamentarias que tengan asignadas.
Medio millón se utiliza fundamentalmente para sufragar los gastos por kilometraje que justifican los diputados. El presupuesto también recoge 487.023 euros para dietas, pero éstas son las destinadas a los funcionarios.
Por último, para las tarjetas de taxi con un límite anual de 3.000 euros que tienen a su disposición los diputados, se han presupuestado 1.050.000 euros, que se incluyen en los gastos totales en concepto de transporte que ascienden a 7.806.000 euros en 2015, de los que sale el dinero destinado a pagar los viajes de los diputados.
A su vez, los letrados con puestos en alguna dirección cobraran un complemento mensual de 859,77 euros, más 347,78 euros por gastos de representación.
En el capítulo de transferencias, la Cámara incluye los 9,3 millones de euros de subvenciones que reciben los distintos grupos parlamentarios, que se reparten en función de la composición, pero sin detallar la cuantía que recibe cada uno de ellos.