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Cartas trimestrales de Panda Agriculture & Water Fund FI
Panda Agriculture & Water Fund ha cerrado este trimestre con un valor liquidativo de 12,1692 euros/participación, lo que supone una rentabilidad en el periodo del -0.03%, y una acumulada en el año del +9.56%. Desde inicio, el fondo acumula una ganancia del +22.28%.
Sentimiento inversor y mercados financieros
Mucha gente se hace hoy la misma pregunta, ¿viendo cómo la mayoría de los datos económicos globales están empeorando, incluso amenazando una posible recesión, es aconsejable tener mis ahorros en bolsa?
La reacción psicológica de un inversor/ahorrador que parecería lógica es reducir el riesgo de su cartera, vendiendo una parte de su inversión en renta variable y traspasándolo a un activo más seguro como son los bonos o los fondos monetarios.
De hecho, a nivel global, sólo durante 2019 los inversores han retirado -207.000 mill. de dólares de fondos y ETF de bolsa, incrementando su exposición en +368.000 mill. en fondos de bonos y en +476.000 mill. en fondos de activos monetarios a corto plazo.
La historia nos muestra que, en la mayoría de las ocasiones, ser “contrarían” a la opinión generalizada suele proporcionarte mucho mejores rendimientos. El comportamiento de “rebaño” no suele tener buenos resultados en bolsa.
Sólo en España los depósitos bancarios de los hogares, que no olvidemos rinden un 0%, suponen ya nada menos que unos 850.000 millones de Euros y aumentando. Si le sumamos los más de 250.000 mill. de depósitos de empresas que también continúan creciendo, alcanzamos una suma cercana a los 1,1 billones de euros de liquidez sin invertir y con una rentabilidad real, ajustada a inflación cercana al -2% anual.
En esta situación vale la pena referirnos a un episodio histórico que nos ayudará a entender como los mercados financieros y la economía muchas veces van en direcciones distintas.
André Kostolany (1906-1999), inversor bursátil y autor de algunos de los mejores libros históricos sobre mercados financieros, explicaba como a partir de 1948, tras la II Guerra Mundial, la economía de un país en reconstrucción como era Alemania, crecía a un ritmo altísimo durante muchos años, pero esto no se tradujo en alzas bursátiles. Este es un extracto del Blog Investorsconundrum.com, artículo de 2012:
La expansión industrial alemana fue enorme y en 1958, diez años más tarde, la producción industrial per cápita era 3 veces superior a la de 1948.
Como muy bien explicó Kostolany, en 1948 con la explosión industrial alemana, parecería que la bolsa debería haber subido mucho pero no fue así. La psicología era inmejorable, pero fallaba la segunda parte de la ecuación. El dinero no llegaba al mercado bursátil. Todas las inversiones se dedicaban a la producción en masa industrial y agrícola. Tampoco subieron los precios de las acciones en 1949, 1950 ni en 1951, ni en 1952 desesperando a los inversores. A partir de entonces se inició una nueva fase económica donde grandes empresas industriales alemanas salieron a bolsa para financiar todas sus enormes inversiones, inundando de papel al mercado y evitando nuevamente que la demanda de acciones fuera superior a la oferta, imposibilitando cualquier tendencia bursátil alcista.
El éxito de la liberalización económica alemana se debió a Ludwig Erhard, primer ministro alemán en asuntos económicos, nombrado por el jefe de la nueva república alemana Conrad Adenauer. Erhard era el artífice de todo el plan económico alemán de 1948, e incluso alcanzó el puesto de canciller de la republica alemana en 1966.
El Plan Marshall también ayudó a la economía alemana pero su impacto económico fue menor. Se estima supuso solo un 5% del total de rentas del estado alemán. Además, a Alemania se la obligó a pagar una cifra anual a los aliados por el coste de la guerra que los alemanes iniciaron y perdieron.
Por tanto, la economía alemana seguía creciendo a una velocidad de crucero, pero la bolsa estaba estancada. Pero la gran expansión económica provocó finalmente un gran recalentamiento económico y subidas de precios y Alemania subió los tipos de interés para enfriarla. Esta nueva política tampoco benefició a los precios bursátiles en un primer momento.
Una vez la maquinaría económica alemana se enfrió, el Bundesbank pudo bajar los tipos de interés. Fue entonces cuando llegó el escenario más favorable para la bolsa, con el coste del dinero muy bajo y con menos dinero dedicado a las grandes inversiones industriales. El dinero finalmente llegó a la bolsa, y al juntarse la psicología positiva con dinero, finalmente vino una explosión bursátil.”
Hoy en día está ocurriendo justo lo contrario de entonces. La actividad económica mundial está ralentizándose por lo que cada vez es más difícil encontrar proyectos industriales o empresariales atractivos. La disminución progresiva de las inversiones empresariales (capex) en los últimos años, con un aumento en los dividendos y recompras de sus propias acciones lo refleja. En este escenario, todos los bancos centrales están aplicando políticas monetarias hiper-expansivas al unísono. Estamos ante el escenario soñado para la bolsa según los razonamientos de André Kostolany. Mucha liquidez, coste del dinero casi negativo y pocos proyectos empresariales atractivos.
Aunque pueda parecer un contrasentido, el entorno actual es positivo para la inversión en acciones. De hecho, la mayor parte del tiempo la psicología humana nos traiciona y nos empuja a cometer errores de inversión.
Aquí podéis leer el post completo sobre este capítulo histórico de André Kostolany, escrito en 2012, año que ocurrió un escenario similar al actual con un fuerte parón económico, y salidas de dinero de los fondos de bolsa y entrada en los vehículos más conservadores (bonos e instrumentos monetarios). La realidad fue que las bolsas experimentaron muy fuertes alzas a partir de verano de 2012 que se alargaron dos años hasta verano de 2014 en las bolsas europeas y hasta verano 2015 en la bolsa norteamericana. Malas noticias económicas seguidas por políticas monetarias expansivas y el dinero que se había ido, vuelve a fluir hacia la bolsa.
Evolución de nuestra cartera
En agosto, la perdida electoral del actual presidente Macri y la amenaza de la posible vuelta del “kirchnerismo” al gobierno argentino, provocó una estampida de inversores internacionales, provocando caídas en las empresas con intereses agrícolas en Argentina. Manteníamos a principios de verano, cerca del 2% de nuestra cartera invertida en empresas con intereses allí, que nos penalizó la rentabilidad en agosto. No hemos vendido ninguna acción, de hecho, incrementamos la posición en Cresud, la mayor empresa cotizada del mundo en términos de propiedades agrícolas y que cotiza en Wall Street.
La batalla en Asia por el control de la leche infantil. OPA sobre Bellamy’s
Tras el escándalo, muertes incluidas por intoxicaciones de bebes chinos por la ingestión de leche infantil en 2008, la desconfianza de las madres chinas con los productos lácteos infantiles ha supuesto un enorme crecimiento de las ventas de las marcas de compañías extranjeras. Además de las grandes multinacionales europeas, varias pequeñas y medianas empresas lácteas de Australia y Nueva Zelanda muy innovadoras, han conseguido en pocos años una excelente cuota de mercado. En nuestro informe de febrero de 2017, ya explicamos la empresa y en el reciente informe del primer trimestre de 2019, publicamos que habíamos comprado acciones. Bellamy’s Organic, fundada en Tasmania en 2004, tiene a dos mujeres claves. La fundadora, Dooley Bellamy fue una madre cansada de no encontrar para su hijo, una leche infantil con suficiente calidad nutricional y libre de colorantes, conservantes y aditivos artificiales. La otra mujer clave es Jan Cameron. Esta mujer neozelandesa es la mayor accionista de la compañía con un 18%. La OPA, con una prima cercana al 50%, la ha lanzado una de las mayores compañías lácteas chinas, Mengniu Dairy. Lo curioso es que está compañía de la región de Mongolia interior, fue una de las responsables de la intoxicación en 2008. De momento hemos vendido la mitad de nuestra posición. La oferta está respaldada por los directivos de Bellamy’s pero la principal accionista no se ha pronunciado aún y además la operación está pendiente de la aprobación por el regulador australiano.
En los primeros días de octubre hemos recibido otra OPA de una empresa también nacida en la isla de Tasmania, en este caso de una empresa de plantaciones agrícolas australianas, por parte de uno de los mayores fondos de pensiones de Canadá, inversor habitual en activos agrícolas. Webster Ltd., de la que hablamos en el informe de marzo 2018, y en el de junio de este año, es el mayor productor de nueces australiano y entre sus activos más valiosos tiene una gran cantidad de derechos de agua en propiedad. En el próximo trimestre explicaremos más al detalle la operación y cuál ha sido nuestra actuación.
Desde que lanzamos Panda Agriculture & Water Fund en mayo 2013, nada menos que 18 empresas de nuestra cartera han recibido ofertas públicas de adquisición (OPAs), lo que refleja el interés por acumular activos reales de grandes inversores institucionales. Estas plusvalías nos han permitido compensar, las caídas de los precios agrícolas globales de los últimos más de siete años. Las excelentes cosechas han aumentado continuamente la oferta de productos agrícolas, presionando los precios, en especial de los cereales, y penalizando a muchas empresas agrícolas, especialmente las pequeñas empresas, donde tenemos un mayor peso. Cuando este ciclo cambie, tendremos un viento a favor para Panda Agriculture & Water Fund, en uno de los motores principales de la rentabilidad futura de nuestra cartera.
Atentamente,
Marc Garrigasait Colomés – Gestor de inversiones
Sentimiento inversor y mercados financieros
Mucha gente se hace hoy la misma pregunta, ¿viendo cómo la mayoría de los datos económicos globales están empeorando, incluso amenazando una posible recesión, es aconsejable tener mis ahorros en bolsa?
La reacción psicológica de un inversor/ahorrador que parecería lógica es reducir el riesgo de su cartera, vendiendo una parte de su inversión en renta variable y traspasándolo a un activo más seguro como son los bonos o los fondos monetarios.
De hecho, a nivel global, sólo durante 2019 los inversores han retirado -207.000 mill. de dólares de fondos y ETF de bolsa, incrementando su exposición en +368.000 mill. en fondos de bonos y en +476.000 mill. en fondos de activos monetarios a corto plazo.
La historia nos muestra que, en la mayoría de las ocasiones, ser “contrarían” a la opinión generalizada suele proporcionarte mucho mejores rendimientos. El comportamiento de “rebaño” no suele tener buenos resultados en bolsa.
Sólo en España los depósitos bancarios de los hogares, que no olvidemos rinden un 0%, suponen ya nada menos que unos 850.000 millones de Euros y aumentando. Si le sumamos los más de 250.000 mill. de depósitos de empresas que también continúan creciendo, alcanzamos una suma cercana a los 1,1 billones de euros de liquidez sin invertir y con una rentabilidad real, ajustada a inflación cercana al -2% anual.
En esta situación vale la pena referirnos a un episodio histórico que nos ayudará a entender como los mercados financieros y la economía muchas veces van en direcciones distintas.
André Kostolany (1906-1999), inversor bursátil y autor de algunos de los mejores libros históricos sobre mercados financieros, explicaba como a partir de 1948, tras la II Guerra Mundial, la economía de un país en reconstrucción como era Alemania, crecía a un ritmo altísimo durante muchos años, pero esto no se tradujo en alzas bursátiles. Este es un extracto del Blog Investorsconundrum.com, artículo de 2012:
La expansión industrial alemana fue enorme y en 1958, diez años más tarde, la producción industrial per cápita era 3 veces superior a la de 1948.
Como muy bien explicó Kostolany, en 1948 con la explosión industrial alemana, parecería que la bolsa debería haber subido mucho pero no fue así. La psicología era inmejorable, pero fallaba la segunda parte de la ecuación. El dinero no llegaba al mercado bursátil. Todas las inversiones se dedicaban a la producción en masa industrial y agrícola. Tampoco subieron los precios de las acciones en 1949, 1950 ni en 1951, ni en 1952 desesperando a los inversores. A partir de entonces se inició una nueva fase económica donde grandes empresas industriales alemanas salieron a bolsa para financiar todas sus enormes inversiones, inundando de papel al mercado y evitando nuevamente que la demanda de acciones fuera superior a la oferta, imposibilitando cualquier tendencia bursátil alcista.
El éxito de la liberalización económica alemana se debió a Ludwig Erhard, primer ministro alemán en asuntos económicos, nombrado por el jefe de la nueva república alemana Conrad Adenauer. Erhard era el artífice de todo el plan económico alemán de 1948, e incluso alcanzó el puesto de canciller de la republica alemana en 1966.
El Plan Marshall también ayudó a la economía alemana pero su impacto económico fue menor. Se estima supuso solo un 5% del total de rentas del estado alemán. Además, a Alemania se la obligó a pagar una cifra anual a los aliados por el coste de la guerra que los alemanes iniciaron y perdieron.
Por tanto, la economía alemana seguía creciendo a una velocidad de crucero, pero la bolsa estaba estancada. Pero la gran expansión económica provocó finalmente un gran recalentamiento económico y subidas de precios y Alemania subió los tipos de interés para enfriarla. Esta nueva política tampoco benefició a los precios bursátiles en un primer momento.
Una vez la maquinaría económica alemana se enfrió, el Bundesbank pudo bajar los tipos de interés. Fue entonces cuando llegó el escenario más favorable para la bolsa, con el coste del dinero muy bajo y con menos dinero dedicado a las grandes inversiones industriales. El dinero finalmente llegó a la bolsa, y al juntarse la psicología positiva con dinero, finalmente vino una explosión bursátil.”
Hoy en día está ocurriendo justo lo contrario de entonces. La actividad económica mundial está ralentizándose por lo que cada vez es más difícil encontrar proyectos industriales o empresariales atractivos. La disminución progresiva de las inversiones empresariales (capex) en los últimos años, con un aumento en los dividendos y recompras de sus propias acciones lo refleja. En este escenario, todos los bancos centrales están aplicando políticas monetarias hiper-expansivas al unísono. Estamos ante el escenario soñado para la bolsa según los razonamientos de André Kostolany. Mucha liquidez, coste del dinero casi negativo y pocos proyectos empresariales atractivos.
Aunque pueda parecer un contrasentido, el entorno actual es positivo para la inversión en acciones. De hecho, la mayor parte del tiempo la psicología humana nos traiciona y nos empuja a cometer errores de inversión.
Aquí podéis leer el post completo sobre este capítulo histórico de André Kostolany, escrito en 2012, año que ocurrió un escenario similar al actual con un fuerte parón económico, y salidas de dinero de los fondos de bolsa y entrada en los vehículos más conservadores (bonos e instrumentos monetarios). La realidad fue que las bolsas experimentaron muy fuertes alzas a partir de verano de 2012 que se alargaron dos años hasta verano de 2014 en las bolsas europeas y hasta verano 2015 en la bolsa norteamericana. Malas noticias económicas seguidas por políticas monetarias expansivas y el dinero que se había ido, vuelve a fluir hacia la bolsa.
Evolución de nuestra cartera
En agosto, la perdida electoral del actual presidente Macri y la amenaza de la posible vuelta del “kirchnerismo” al gobierno argentino, provocó una estampida de inversores internacionales, provocando caídas en las empresas con intereses agrícolas en Argentina. Manteníamos a principios de verano, cerca del 2% de nuestra cartera invertida en empresas con intereses allí, que nos penalizó la rentabilidad en agosto. No hemos vendido ninguna acción, de hecho, incrementamos la posición en Cresud, la mayor empresa cotizada del mundo en términos de propiedades agrícolas y que cotiza en Wall Street.
La batalla en Asia por el control de la leche infantil. OPA sobre Bellamy’s
Tras el escándalo, muertes incluidas por intoxicaciones de bebes chinos por la ingestión de leche infantil en 2008, la desconfianza de las madres chinas con los productos lácteos infantiles ha supuesto un enorme crecimiento de las ventas de las marcas de compañías extranjeras. Además de las grandes multinacionales europeas, varias pequeñas y medianas empresas lácteas de Australia y Nueva Zelanda muy innovadoras, han conseguido en pocos años una excelente cuota de mercado. En nuestro informe de febrero de 2017, ya explicamos la empresa y en el reciente informe del primer trimestre de 2019, publicamos que habíamos comprado acciones. Bellamy’s Organic, fundada en Tasmania en 2004, tiene a dos mujeres claves. La fundadora, Dooley Bellamy fue una madre cansada de no encontrar para su hijo, una leche infantil con suficiente calidad nutricional y libre de colorantes, conservantes y aditivos artificiales. La otra mujer clave es Jan Cameron. Esta mujer neozelandesa es la mayor accionista de la compañía con un 18%. La OPA, con una prima cercana al 50%, la ha lanzado una de las mayores compañías lácteas chinas, Mengniu Dairy. Lo curioso es que está compañía de la región de Mongolia interior, fue una de las responsables de la intoxicación en 2008. De momento hemos vendido la mitad de nuestra posición. La oferta está respaldada por los directivos de Bellamy’s pero la principal accionista no se ha pronunciado aún y además la operación está pendiente de la aprobación por el regulador australiano.
En los primeros días de octubre hemos recibido otra OPA de una empresa también nacida en la isla de Tasmania, en este caso de una empresa de plantaciones agrícolas australianas, por parte de uno de los mayores fondos de pensiones de Canadá, inversor habitual en activos agrícolas. Webster Ltd., de la que hablamos en el informe de marzo 2018, y en el de junio de este año, es el mayor productor de nueces australiano y entre sus activos más valiosos tiene una gran cantidad de derechos de agua en propiedad. En el próximo trimestre explicaremos más al detalle la operación y cuál ha sido nuestra actuación.
Desde que lanzamos Panda Agriculture & Water Fund en mayo 2013, nada menos que 18 empresas de nuestra cartera han recibido ofertas públicas de adquisición (OPAs), lo que refleja el interés por acumular activos reales de grandes inversores institucionales. Estas plusvalías nos han permitido compensar, las caídas de los precios agrícolas globales de los últimos más de siete años. Las excelentes cosechas han aumentado continuamente la oferta de productos agrícolas, presionando los precios, en especial de los cereales, y penalizando a muchas empresas agrícolas, especialmente las pequeñas empresas, donde tenemos un mayor peso. Cuando este ciclo cambie, tendremos un viento a favor para Panda Agriculture & Water Fund, en uno de los motores principales de la rentabilidad futura de nuestra cartera.
Atentamente,
Marc Garrigasait Colomés – Gestor de inversiones