Muchos analistas que siguen a Fisher Investments España afirman que la valoración de una acción (el cálculo de su valor actual o previsto) indica a los inversores cuándo deben comprar o vender títulos de una empresa. El pensamiento convencional es que una valoración alta sugiere que una acción está sobrevalorada (y constituye, por lo tanto, una indicación para vender), mientras que una valoración baja indica que una acción está cotizando con descuento (y, por lo tanto, aconseja comprar). Sin embargo, en opinión de Fisher Investments España, la valoración por sí sola no revela si una acción es intrínsecamente barata o cara. Creemos que a los inversores les resultará más útil considerar las valoraciones en conjunto con los fundamentos subyacentes de las acciones.
Las valoraciones pretenden mostrar el valor de una empresa, pero las metodologías varían. La relación precio-beneficio (PER por sus siglas en inglés) es una métrica de valoración frecuentemente citada por los analistas de mercado que seguimos. El PER se calcula dividiendo el precio de la acción de una empresa entre sus beneficios por acción, y el denominador puede reflejar los beneficios actuales o futuros. El PER se basa en los beneficios del año anterior, mientras que el PER futuro se basa en los beneficios previstos. Otro método de valoración comúnmente utilizado es la relación precio-ventas (P/S por sus siglas en inglés), que es el precio de la acción de una empresa dividido por las ventas por acción durante los últimos 12 meses. El fundador de Fisher Investments, presidente ejecutivo y codirector de inversiones, Ken Fisher, fue el pionero del ratio P/S y lo popularizó en su libro de 1984, Super Stocks.
Las valoraciones tienen su utilidad, pero en opinión de Fisher Investments España, utilizar únicamente las valoraciones para tomar decisiones de inversión puede ser un error, porque generalmente ya están reflejadas en el precio de las cotizaciones. De hecho, el propio precio de las acciones es un ingrediente de las valoraciones, aunque la rentabilidad pasado no predice la rentabilidad futura. Además, pensamos que las acciones son descontadores eficientes de toda la información conocida —lo que significa que los precios de las acciones reflejan datos ampliamente comentados y opiniones populares de forma casi inmediata—, y las metodologías de valoración y sus datos subyacentes son bien conocidos.
Por ejemplo, muchas valoraciones, como el PER del último año, utilizan los resultados pasados de una empresa en el denominador del cálculo. Estos datos están a disposición del público y, en nuestra opinión, los resultados pasados de una empresa no revelan nada sobre su dirección futura. Las valoraciones prospectivas, como el PER a futuro, se basan en las estimaciones de consenso de los analistas sobre los beneficios futuros de una empresa. En nuestra opinión, estas valoraciones también son limitadas, ya que, por muy bien investigados o analizados que estén los datos, el futuro es incognoscible. Además, las expectativas que rodean a los próximos beneficios suelen ser ampliamente discutidas, por lo que es probable que también se reflejen en los precios actuales.
Las presunciones populares sobre las valoraciones también son bien conocidas, lo que limita aún más su posible uso. Tomemos, por ejemplo, el ratio P/S. Aunque puede haber proporcionado una ventaja cuando era relativamente desconocido hace varias décadas, el P/S acabó siendo ampliamente comentado en las publicaciones financieras, e incluso ha formado parte de algunos programas de certificación financiera. En nuestra opinión, este uso generalizado hizo que se reflejara en las cotizaciones, ya que cuando uno detecta una acción potencialmente infravalorada utilizando el ratio P/S, es muy probable que otros hayan hecho el mismo descubrimiento y hayan operado basándose en él. Por lo general, el poder de sorpresa habrá desaparecido.
Fisher Investments España cree que a los inversores les resultaría más útil considerar las valoraciones en el contexto de los fundamentales de la renta variable. Por ejemplo, las acciones que cotizan por encima o por debajo del PER de los últimos 12 meses del índice MSCI World pueden parecer caras o baratas. Sin embargo, nuestro estudio ha revelado que las empresas de crecimiento (empresas cuyos beneficios crecen gracias a la expansión y a la capitalización de la innovación y las tendencias a largo plazo) tienden a cotizar a valoraciones superiores a la media, ya que los inversores suelen estar dispuestos a pagar más por su potencial a largo plazo. Por el contrario, las empresas de valor (aquellas con precios relativamente más bajos en comparación con sus activos subyacentes y su potencial de beneficios) suelen tener valoraciones por debajo de la media. Por lo tanto, una empresa de crecimiento (por ejemplo, una gran multinacional tecnológica) con una valoración elevada en relación con el mercado en general no tiene por qué ser un valor atípico, mientras que una empresa de valor (por ejemplo, un banco regional) con la misma valoración podría serlo. Dado que el liderazgo de estilos de la renta variable rota —es decir, que a veces el segmento de crecimiento supera al mercado, mientras que otras veces el segmento de valor es el favorito—, en nuestra opinión, vale la pena que los inversores sean conscientes de estas distinciones, ya que las valoraciones que parecen ser atípicas pueden no serlo.
Sin embargo, incluso los valores atípicos dentro de un sector determinado no son necesariamente ganadores o perdedores seguros. Por ejemplo, si la hipotética empresa X es mucho más barata que sus homólogas, hemos visto a expertos argumentar que es un indicador para comprar basándose en la reversión a la media (la teoría de que los precios volverán a su media a largo plazo). O bien, si una acción es más cara en relación con otras acciones del mismo sector, podría parecer una buena idea vender. Pero nuestros estudios demuestran que las acciones supuestamente baratas pueden abaratarse y las acciones caras pueden encarecerse. Creemos que es importante analizar la empresa individualmente. ¿Y si las acciones de la empresa X están baratas por algún motivo? Tal vez se enfrenta a importantes obstáculos, por ejemplo, problemas de gobierno corporativo o incertidumbre regulatoria. Del mismo modo, una empresa que parece cara puede justificar una valoración más alta debido a una gran ventaja competitiva, y puede seguir valiendo la pena poseerla en el futuro.
En opinión de Fisher Investments España, las valoraciones por sí solas no revelan si un valor va a caer o a subir, y no necesariamente son útiles para los inversores a la hora de tomar decisiones de compra o venta. Los fundamentales son la clave, en nuestra opinión.
No se pierda las últimas noticias y perspectivas de los mercados de Fisher Investments España:
Fisher Investments España es el nombre comercial utilizado por la sucursal en España de Fisher Investments Ireland Limited, (“Fisher Investments España”). Fisher Investments España está inscrita con domicilio social en calle Junta de Castilla y León, 8, 28660 Boadilla del Monte (Madrid), con NIF W0074497I, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, en el tomo 39501, folio 110, inscripción 1, hoja M-701327, y en el Registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Empresas de Servicios de Inversión del Espacio Económico Europeo con Sucursal en España, con el número 126.
El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments España y Fisher Investments Europe, y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal, ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No existe garantía alguna de que Fisher Investments España o Fisher Investments Europe sigan sosteniendo estas opiniones, que pueden cambiar en cualquier momento a partir de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información aquí contenida no pretende ser una recomendación o pronóstico de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto esclarecer los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en este documento. Invertir en los mercados financieros implica un riesgo de pérdida, y no hay garantías de que todo o parte del capital invertido sea reembolsado. La rentabilidad pasada no garantiza ni indica los resultados futuros de manera fiable. El valor de las inversiones y los ingresos procedentes de ellas están sometidos a la fluctuación de los mercados financieros mundiales y de los tipos de cambio internacionales.
1. Fuente: FactSet, a 8/4/2022. Afirmación basada en el PER de los últimos 12 meses del MSCI World Index y del MSCI World Index Growth.
2. Ibid. Afirmación basada en el PER de los índices MSCI World y MSCI World Index Value.