La mayoría de nosotros probablemente hayamos interactuado con alguna compañía del sector sanitario en algún momento, ya sean hospitales, farmacéuticas o aseguradoras. Aunque los valores de atención sanitaria son objeto de una gran cobertura en las publicaciones financieras que estudia Fisher Investments España, los análisis nos parecen a menudo excesivamente simplistas; el sector es muy amplio y las características varían entre sus numerosos segmentos. En este artículo, Fisher Investments España da su opinión sobre el sector sanitario y sobre cómo creemos que los inversores pueden beneficiarse exponiéndose a él.
El sector sanitario es el tercer mayor sector de los mercados de renta variable mundiales por
capitalización de mercado, y representa alrededor del 12,0 % del índice MSCI World [1]. Su porcentaje de representación en las bolsas de la eurozona es menor, de en torno al 7,5 % del índice MSCI Economic and Monetary Union (EMU) [2] . La mayor ponderación a escala mundial está vinculada a la gran concentración del sector en Estados Unidos, que supone cerca del 70 % del índice MSCI World Health Care, mientras que el 30 % restante se reparte principalmente entre Europa y Asia. [3]
El sector sanitario es el tercer mayor sector de los mercados de renta variable mundiales por
capitalización de mercado, y representa alrededor del 12,0 % del índice MSCI World [1]. Su porcentaje de representación en las bolsas de la eurozona es menor, de en torno al 7,5 % del índice MSCI Economic and Monetary Union (EMU) [2] . La mayor ponderación a escala mundial está vinculada a la gran concentración del sector en Estados Unidos, que supone cerca del 70 % del índice MSCI World Health Care, mientras que el 30 % restante se reparte principalmente entre Europa y Asia. [3]
Este sector se compone de seis segmentos, de los que el farmacéutico (empresas que investigan, desarrollan, producen y venden medicamentos) representa casi la mitad [4]. El segundo mayor segmento es el de fabricantes de equipos sanitarios, seguido del de proveedores y servicios sanitarios (como aseguradoras, instalaciones y atención gestionada) y el de firmas de biotecnología, que incorporan organismos vivos a productos y servicios médicos [5].
La mayor parte de las publicaciones financieras que Fisher Investments España estudia califican el sector sanitario de defensivo, es decir, que suele comportarse mejor que el mercado general durante las fases bajistas. En nuestra opinión, esto es correcto en parte, puesto que determinados segmentos del sector así lo han demostrado. Por ejemplo, las acciones del sector farmacéutico estadounidense rindieron mejor que el conjunto de los valores del país durante la mayor parte de los tres últimos mercados bajistas (prolongadas caídas del mercado general del 20 % o más que, por lo general, se atribuyen a causas fundamentales) [6] .De acuerdo con nuestros análisis, esto se debe a que la mayor parte del gasto en fármacos es esencial. Con independencia de la situación económica, la gente necesita el tratamiento de los médicos y medicinas.
Sin embargo, otros segmentos son menos defensivos. Es el caso de las firmas de tecnología para la atención sanitaria, que proporcionan portales en línea para pacientes, entrega de información radiológica y soluciones en la nube para hospitales. Este segmento cayó nada menos que un 69,9 % durante el mercado bajista mundial de entre 2007 y 2009, un 53,4 % más que las acciones mundiales y un 33,7 % más que el conjunto del sector sanitario [7]. Luego, cosechó una rentabilidad muy superior durante el dilatado período alcista comprendido entre marzo de 2009 y los confinamientos por COVID-19 de 2020, al registrar una subida del 1001,3 % frente al avance del 412,3 % de los mercados mundiales [8]. En opinión de Fisher Investments España, esto se debe a que estos segmentos suelen brillar en un entorno de crecimiento económico, cuando los proveedores pueden permitirse mejorar su tecnología o renovar sus equipos. Cuando la situación se complica, las empresas suelen rebajar esos cortes no esenciales.
El sector sanitario cuenta también con factores de demanda específicos, como la innovación y las tendencias en patentes. Ya asistimos a esto al otro lado del Atlántico entre mediados y finales de la década de 1990, cuando el número de nuevas entidades moleculares ("NME" por sus siglas en inglés; normalmente fármacos nuevos e innovadores) aprobadas por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) superaba sistemáticamente su media anual a largo plazo [9]. A juicio de Fisher Investments España, esta oleada de nuevas patentes e innovaciones contribuyó a la rentabilidad superior del sector sanitario durante ese período [10]. Sin embargo, a medida que las aprobaciones de NME se ralentizaban a principios y mediados de la década de 2000, muchas patentes aprobadas durante el auge de las innovaciones de la década de 1990 caducaban, lo que frenó la llegada de nuevos medicamentos al mercado. Esto puso fin a los resultados superiores de los valores del sector sanitario a principios de 2006, que comenzaron a quedar rezagados respecto de los mercados generales hasta mediados de 2008, cuando la crisis financiera mundial supuso un catalizador para el sector [11]. De todos modos, no creemos que las carteras de nuevos productos y la caducidad de las patentes sean indicadores perfectos, pero pueden dar pistas sobre las perspectivas de las firmas.
La política gubernamental constituye otro factor importante y, según el análisis histórico de Fisher Investments España, los inversores se benefician cuando están atentos a tres factores en concreto. En primer lugar, el gasto público. Los gobiernos son los principales clientes del sector sanitario en los países desarrollados, y su tamaño les permite imponer cuánto pagarán por los productos y los servicios [12]. En segundo lugar, están la legislación y la regulación y, puesto que los organismos reguladores varían de una región a otra, pensamos que cobra sentido darles una importancia diferente. Por ejemplo, la jurisdicción y los procesos de aprobación de la FDA estadounidense son diferentes de los de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). La FDA está centralizada y tiene autoridad directa respecto de la aprobación de fármacos, mientras que la EMA gestiona varios países y debe presentar recomendaciones a la Comisión Europea [13].
Por consiguiente, el proceso de revisión y aprobación de nuevos medicamentos por parte de la EMA es más largo de media [14]. No obstante, Fisher Investments España opina que, en la mayoría de lugares, la legislación de amplio alcance tiene la capacidad de incrementar la incertidumbre sobre las empresas del sector sanitario, lo que hace mella en los valores. En noviembre de 2007, la UE aprobó nueva normativa sobre los medicamentos de terapia avanzada, que exigía un intenso proceso de revisión para cosas como la terapia génica y la terapia celular [15]. La complejidad añadida lastró las acciones de los segmentos farmacéutico y biotecnológico de la eurozona, que quedaron rezagadas respecto de sus homólogas estadounidenses durante la mayor parte de la década siguiente [16].
Por último, los impuestos pueden tener cierta incidencia, aunque limitada, en opinión de Fisher Investments España, puesto que las empresas normalmente pueden sortearlos con facilidad. Por ejemplo, la Ley estadounidense de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (Patient Protection and Affordable Care Act) aprobada en 2010 se tradujo en nuevos impuestos y tasas a muchas empresas sanitarias. El presidente Barack Obama firmó la ley ese 23 de marzo. Al día siguiente, los valores de atención sanitaria iniciaron un descenso temporal que los llevó a perder un 13,7 % hasta el 1 de julio [17]. Aunque la bolsa estadounidense sufrió una corrección (una caída fuerte, propiciada por un descenso de la confianza, de entre el 10 % y el 20 %) en ese período, su retroceso comenzó un mes más tarde y se recuperó con más fuerza [18]. Desde la fecha de la firma de la ley hasta el cierre del año, los resultados del sector sanitario fueron negativos, mientras que las acciones estadounidenses subían [20].
En nuestra opinión, comprender las complejidades del sector sanitario puede ayudar a tomar decisiones respecto de la cartera. En lugar de considerar todo el sector como defensivo, los inversores pueden ponderar cada segmento en función de sus características específicas. Por ejemplo, si un inversor prevé un retroceso económico, puede optar por favorecer el segmento farmacéutico y reducir la exposición a la tecnología para la atención sanitaria. También puede aportar perspectiva ante los rumores. Aunque los titulares digan que la sanidad va a vivir una época de esplendor o de decadencia, los inversores pueden compararlo con los factores que más inciden en el sector. Fisher Investments España ha observado que los mercados fluctúan en la brecha entre las expectativas y la realidad, por lo que la diferencia entre lo que dice la gente y la realidad puede indicar la dirección probable que seguirán los mercados.
Fisher Investments España es el nombre comercial utilizado por la sucursal en España de Fisher Investments Ireland Limited, (“Fisher Investments España”). Fisher Investments Ireland Limited es una sociedad de responsabilidad limitada constituida en Irlanda que opera bajo la denominación de Fisher Investments Europe (""Fisher Investments Europe""). Fisher Investments Ireland Limited y su nombre comercial, Fisher Investments Europe, están inscritos en el Registro Mercantil de Irlanda con los números 623847 y 629724. Fisher Investments Europe está regulada por el Banco Central de Irlanda. El domicilio social de Fisher Investments Europe es 2 George’s Dock, 1st Floor, Dublin 1, D01 H2T6 Ireland. Fisher Investments Europe externaliza parcialmente diversos aspectos de las funciones cotidianas de asesoramiento de inversión, gestión de carteras y operaciones bursátiles a sus filiales. El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments Europe y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No se garantiza que Fisher Investments Europe siga sosteniendo estas opiniones, las cuales pueden cambiar en cualquier momento a la luz de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información que figura en el presente documento no pretende ser una recomendación o un pronóstico de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto esclarecer los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en el presente documento
[1] Fuente: FactSet, a 30/9/2024. La capitalización bursátil es una medida del tamaño de una empresa que se calcula multiplicando el precio por acción por el número de acciones en circulación.
[2] ibid.
[3] ibid.
[4] ibid.
[5] ibid.
[6] Fuente: FactSet, a 30/9/2024. Declaración basada en la rentabilidad con reinversión de dividendos del S&P 500 y del S&P 500 Pharmaceuticals, valores expresados en USD, del 31/12/1999 al 31/12/2022. El segmento farmacéutico despuntó de forma acumulada del 15/10/2007 al 9/3/2009, del 19/2/2020 al 23/3/2020 y del 3/1/2022 al 30/6/2022. Valores expresados en USD. Las fluctuaciones entre el dólar y el euro pueden influir en el rendimiento de una inversión al alza o a la baja. En este caso usamos valores con orientación a EE. UU. para
capturar la rentabilidad específica del segmento farmacéutico.
[7] ibid. Rentabilidad del índice MSCI World, el índice MSCI World Care y el índice World Health Care Technology con reinversión de dividendos netos, valores expresados en euros, del 15/6/2007 al 9/3/2009. Valores expresados en EUR.
[8] ibid. Rentabilidad del índice MSCI World y el índice MSCI World Health Care Technology con reinversión de dividendos netos, valores expresados en EUR, del 9/3/2009 al 19/2/2020. Valores expresados en EUR. Por mercado alcista se entiende un período prolongado marcado por la revalorización general de las cotizaciones.
[9] Fuente: FDA, a 30/9/2024.
[10] Fuente: FactSet, a 30/9/2024. Declaración basada en la rentabilidad del índice MSCI World y el índice MSCI World Health Care Technology con reinversión de dividendos netos, valores expresados en USD, del 31/12/1994 al 31/12/1999. Valores expresados en USD, puesto que este período es anterior al euro. Las fluctuaciones entre el dólar y el euro pueden influir en el rendimiento de una inversión al alza o a la baja.
[11] ibid. Rentabilidad del índice MSCI World y el índice MSCI World Health Care Technology con reinversión de dividendos netos, valores expresados en USD, del 31/12/1999 al 31/12/2009. Valores expresados en USD. Las fluctuaciones entre el dólar y el euro pueden influir en el rendimiento de una inversión al alza o a la baja.
[12] Fuente: Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, Oficina Nacional de Estadística y Comisión Europea, a 14/10/2024.
[13] Fuente: FDA y EMA, a 30/9/2024.
[14] Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, a 30/9/2024.
[15] ibid.
[16] Fuente: FactSet, a 30/9/2024. Declaración basada en la rentabilidad con reinversión de dividendos netos del índice MSCI EMU Pharmaceuticals, Biotechnology and Life Sciences y en la rentabilidad con reinversión de dividendos del índice S&P 500 Pharmaceuticals, Biotechnology and Life Sciences, valores expresados en USD, del 31/12/2006 al 31/12/2016. Las fluctuaciones entre el dólar y el euro pueden influir en el rendimiento de una inversión al alza o a la baja.
[17] Fuente: FactSet, a 30/9/2024. Rentabilidad total del índice S&P 500, valores expresados en USD, del 23/3/2010 al 1/7/2010. Las fluctuaciones entre el dólar y el euro pueden influir en el rendimiento de una inversión al alza o a la baja.
[18] ibid. Declaración basada en la rentabilidad total del índice S&P 500 y del índice S&P 500 Health Care, valores expresados en USD, del 23/4/2010 al 31/12/2010. Las fluctuaciones entre el dólar y el euro pueden influir en el rendimiento de una inversión al alza o a la baja.
[19] ibid. Declaración basada en la rentabilidad total del índice S&P 500 y del índice S&P 500 Health Care, valores expresados en USD, del 23/3/2010 al 31/12/2010. Las fluctuaciones entre el dólar y el euro pueden influir en el rendimiento de una inversión al alza o a la baja.