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Opinión de Fisher Investments España acerca de las enseñanzas que ha brindado 2024 a los inversores a largo plazo

Tras la recuperación de los mercados de renta variable en 2023, muchos inversores se mostraban escépticos en cuanto a que la renta variable pudiera arrojar una sólida rentabilidad en 2024. Los temores que suscitaba el moderado crecimiento de la economía mundial, sumados al sinfín de procesos electorales importantes, contribuían a que las expectativas de los inversores fueran realistas.

Sin embargo, a medida que avanzaba el año, esos temores se fueron disipando en gran medida, lo que dio lugar a que los resultados de la renta variable fueran muy positivos al final. El sentimiento inversor mejoró y, a nuestro juicio, sigue estando muy alejado de niveles preocupantes. En este artículo, Fisher Investments España comenta tres lecciones de inversión fundamentales que nos ha dejado 2024. En nuestra opinión, los inversores a largo plazo deberían reflexionar sobre ellas y sobre su significado para la renta variable durante este año. 

Según Fisher Investments España, los analistas se equivocan (una vez más)


Cuando los inversores buscan orientación, a menudo recurren a los pronósticos de los gurús del mercado para saber qué deparará el año. Al acercarse 2024, las predicciones de la mayoría de los expertos en inversión eran sombrías. La estimación media para el S&P 500 preveía un crecimiento de apenas el 1,8 % durante el año (aunque el S&P 500 solo refleja la renta variable estadounidense, el mercado de Estados Unidos constituye la mayor parte del mercado de renta variable mundial).[1] Sin embargo, la realidad contradijo estas expectativas. El año resultó muy positivo tanto para el S&P 500 como para las bolsas mundiales. Los inversores que actuaron conforme a estas predicciones y salieron del mercado o cambiaron las clases de activos de inversión por otras con una rentabilidad potencialmente menor —como la renta fija— se perdieron las importantes subidas registradas en 2024. 

La inexactitud de los pronósticos de los gurús no es un fenómeno novedoso. Entre 2018 y 2023, la diferencia media entre sus previsiones y la realidad a fin de año fue de más del 16 %.[2] Si se analizan estas predicciones en forma de gráfico, a menudo parecen una curva de campana, agrupadas en torno al punto medio. A nuestros ojos, esto se debe a que los analistas con frecuencia se basan en la misma información y la interpretan de forma similar. A nuestro juicio, esta es una de las razones por las que los mercados pocas veces finalizan el año como predijeron: en el punto medio de la curva. En cambio, la rentabilidad, por lo general, se desvía significativamente de la mediana de las expectativas y suelen ser superior a lo esperado. Según Fisher Investments España, este patrón pone de manifiesto la importancia de evitar el pensamiento de grupo. Si los pronósticos predicen un año excepcional, puede reinar un sentimiento de euforia. A la inversa, las predicciones pesimistas pueden indicar que las expectativas son bajas, lo cual suele ser una señal alcista. Por eso, a la hora de hacer su propio análisis del mercado, es importante comparar las previsiones con los datos fundamentales y el clima político predominante. 

Una economía mundial mixta —y en vías de normalización— es positiva para la renta variable


A principios de 2024, algunos inversores tenían sus reservas acerca del estado de la economía mundial debido a su desaceleración constante desde el repunte del crecimiento económico registrado tras los cierres por la COVID. Sin embargo, esta desaceleración no fue más que un regreso al entorno de crecimiento más bajo que precedió a la pandemia. También es importante recordar que el producto interior bruto (PIB) —una medida de la economía utilizada habitualmente— es retrospectivo y no necesariamente implica problemas para la renta variable, la cual es prospectiva. El Fondo Monetario Internacional anticipó un crecimiento del PIB mundial del 3,2 % para 2024 y del 3,2 % para 2025 (figura 1).[3] Estos niveles de crecimiento representan, en general, un regreso a los niveles registrados antes de la pandemia de COVID, y están lejos de ser recesivos. Si bien el crecimiento económico no es uniforme en todo el mundo, Fisher Investments España considera que para que el mercado arroje una buena rentabilidad no es necesario un gran crecimiento del PIB, como ya se demostró en 2024. Los mercados de renta variable pueden comportarse bien en prácticamente cualquier entorno de crecimiento económico positivo, independientemente de su magnitud —una lección que los inversores deberían recordar mientras el crecimiento económico siga siendo moderado—.

 
La normalización del crecimiento económico mundial no afecta a la renta variable
La normalización del crecimiento económico mundial no afecta a la renta variable

Fuente: Fondo Monetario Internacional (FMI), a 25/11/2024. FMI, variación porcentual anual del PIB real, de 2025 a 2027. A partir de 2023, las cifras aportadas son estimaciones. 

La anomalía del mandato presidencial en acción


A lo largo de 2024 se celebraron importantes elecciones en todo el mundo. Los inversores acudieron a las urnas en más de 60 países, desde la India hasta Estados Unidos y México. En Estados Unidos en concreto, el año de elecciones presidenciales estuvo marcado por los múltiples intentos de asesinato y por el cambio de los candidatos de uno de los principales partidos pocos meses antes de las elecciones. A pesar del aumento de la incertidumbre, la renta variable mundial reportó una rentabilidad del 22,3 % hasta finales de noviembre de 2024.[4] ¿Cómo es posible? Los mercados tienen cierta aversión hacia la incertidumbre, algo que la política a menudo genera. En muchas economías desarrolladas, la incertidumbre suele ser elevada cuando se aproximan las elecciones, sobre todo al principio del proceso, cuando todavía no se conoce bien a los candidatos y sus posturas. Pero, a medida que avanza el proceso electoral y finalmente concluye, los mercados pueden ir más allá de los resultados y evaluar las posibles implicaciones. En opinión de Fisher Investments España, esta disminución de la incertidumbre puede suponer un impulso para la renta variable. Un ejemplo de esta tendencia histórica es el mercado estadounidense, en el que la rentabilidad es positiva casi el 83 % de las veces en los años de elecciones presidenciales, cuya rentabilidad media es del 11,4 %.[5] Los factores que benefician a la economía estadounidense (la mayor del mundo), a menudo se extienden a todo el globo. Otro factor favorable durante los años electorales es el bloqueo político. Los políticos se centran más en hacer campaña que en legislar, lo que a menudo impide que se apruebe cualquier proyecto de ley controvertido. En 2024, el bloqueo político resultó evidente en Estados Unidos y en una infinidad de otros países, entre ellos Francia, Alemania, España y Países Bajos. Fisher Investments España cree que las tendencias políticas que caracterizan a los años electorales, además del bloqueo político, pueden aportar a los inversores una perspectiva útil cuando se evalúan junto con el sentimiento y los factores económicos. 

Fisher Investments España sobre las enseñanzas imperecederas en materia de inversión que pueden extraerse de 2024


El año 2024 aportó a los inversores a largo plazo multitud de enseñanzas atemporales, como el hecho de que los analistas con frecuencia se equivocan, los motivos por los que la normalización de la economía mundial no afecta a la renta variable y el modo en que las elecciones importantes influyen en los mercados. Fisher Investments España recomienda a los inversores a largo plazo que reflexionen acerca de estas lecciones mientras prosiguen su viaje por el mundo de la inversión y ajustan sus carteras al período que se avecina. No se pierda las últimas noticias y perspectivas de los mercados de Fisher Investments España.



Nota: nuestros análisis políticos son deliberadamente apartidistas. Fisher Investments España no apoya a ningún partido o político, y evalúa los acontecimientos políticos únicamente de acuerdo con su impacto potencial en el mercado. A nuestro juicio, hacer lo contrario podría introducir un sesgo político y generar errores de inversión.

Fisher Investments España es el nombre comercial utilizado por la sucursal en España de Fisher Investments Ireland Limited, (“Fisher Investments España”). Fisher Investments Ireland Limited es una sociedad de responsabilidad limitada constituida en Irlanda que opera bajo la denominación de Fisher Investments Europe (""Fisher Investments Europe""). Fisher Investments Ireland Limited y su nombre comercial, Fisher Investments Europe, están inscritos en el Registro Mercantil de Irlanda con los números 623847 y 629724. Fisher Investments Europe está regulada por el Banco Central de Irlanda. El domicilio social de Fisher Investments Europe es 2 George’s Dock, 1st Floor, Dublin 1, D01 H2T6 Ireland. Fisher Investments Europe externaliza parcialmente diversos aspectos de las funciones cotidianas de asesoramiento de inversión, gestión de carteras y operaciones bursátiles a sus filiales. El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments Europe y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No se garantiza que Fisher Investments Europe siga sosteniendo estas opiniones, las cuales pueden cambiar en cualquier momento a la luz de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información que figura en el presente documento no pretende ser una recomendación o un pronóstico de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto esclarecer los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en el presente documento.
 

[1] Fuente: Departamento de análisis de Fisher Investments, a 4/11/2024. Mediana de las previsiones efectuadas en enero por los gurús financieros acerca de la rentabilidad interanual del índice S&P 500 entre 2018 y 2024, y rentabilidad real entre 2018 y 2024. *La rentabilidad real en 2024 y la diferencia son a 1/11/2024.
[2] Fuente: Departamento de análisis de Fisher Investments, a 4/11/2024. Mediana de las previsiones efectuadas en enero por los gurús financieros acerca de la rentabilidad interanual del índice S&P 500 entre 2018 y 2023, y rentabilidad real entre 2018 y 2023. *La diferencia media entre las medianas de las previsiones y la rentabilidad real a fin de año es del 16,38 %.
[3] Fuente: Perspectivas de la economía mundial del Fondo Monetario Internacional, a 22/10/2024, variación porcentual del PIB mundial, 2024 y 2025.
[4] Fuente: FactSet, a 3/12/2024; MSCI World con reinversión de dividendos, del 31/12/2023 al 29/11/2024.
[5] Fuente: Global Financial Data, a 5/2/2024. El índice S&P 500 con reinversión de dividendos utiliza los cálculos de GFD relativos a las rentabilidades con reinversión de dividendos anteriores a 1971. Los datos mostrados representan estimaciones realizadas por GFD para calcular los valores del S&P Composite antes de 1971 y no pueden considerarse valores oficiales. GFD ha utilizado las cifras de la Comisión Cowles y del propio S&P para calcular la rentabilidad con reinversión de dividendos del índice compuesto S&P, para lo cual se han utilizado el índice de precios y la rentabilidad por dividendos de dicho índice hasta 1970; las cifras mensuales oficiales van de 1971 a 1987 y las cifras diarias oficiales comienzan a partir de 1988.
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