Es por todos conocido que los gestores value no están pasando por un buen momento. El año pasado fue complicado y es comprensible que aparezcan las primeras dudas y síntomas de impaciencia. Espero poder aportar algunos datos que nos ayuden a recuperar la fe perdida.
¿Qué está pasando con el Value Investing?
Existen distintos enfoques hacia el value investing, pero el denominador común puede ser no pagar un precio excesivo. La valoración de partida, o si una acción está barata o cara, será determinante para el retorno final que percibiremos como accionistas. Si no me creen, vean el siguiente ejercicio:
Cada trimestre hemos ordenado el universo de inversión europeo en función del PER, y hemos creado 5 grupos (o quintiles). En el quintil más barato (Q1) hemos cogido el 20% de las acciones con el PER más bajo, y así sucesivamente hasta ubicar en el quintil más caro (Q5) las acciones con el PER más alto. Repetimos el ejercicio trimestralmente y vemos que ocurre con cada cartera.
Parece que, como decíamos, las valoraciones son importantes. El primer quartil (más barato) lo hace significativamente mejor en el largo plazo.
Un buen gestor debería, además, de ser capaz de aportar mayor valor cuanta mayor sea la dispersión de oportunidades. Si unas empresas están muy baratas y otras muy caras, debería de ser mejor, o al menos más fácil, que si todas las empresas tienen características y valoraciones similares.
Siguiendo con el ejemplo de Europa y el PER podemos ver cuál ha sido la diferencia de valoración entre el primer grupo (barato) y el último (caro) a lo largo del tiempo. Cuanto mayor sea la cifra, mayor dispersión de valoraciones existe, y, por lo tanto, un mejor set de oportunidades para el que sepa distinguir el grano de la paja.
Como podemos ver en el gráfico superior, si observamos los últimos 18 años, la mayor parte del tiempo ha existido una mayor concentración de valoraciones que hoy, concretamente el 80% del tiempo. Podemos hacer el mismo ejercicio para Estados Unidos y Asia.
Podemos ver como el actual parece un momento curioso, especialmente en Estados Unidos y Asia. En muy pocas ocasiones los últimos 18 años ha habido más distancia entre el segmento barato y el caro.
Por último, podemos repetir el ejercicio anterior utilizando otras métricas de valoración. Si observamos las dinámicas de los ratios P/Ventas y P/Valor en libros vemos que, al igual que ocurría con el PER, el momento actual parece propicio.
Conclusiones:
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La disparidad de valoraciones tan sólo ha sido mayor en ciertos momentos de la burbuja tecnológica, de la crisis de 2008 y, en ocasiones, del 2011.
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El entorno actual debería de ser muy propicio para los gestores value o para cualquier gestor que anteponga la valoración como criterio de selección de valores (al menos en el relativo contra índices).
- Parece que Europa tiene menor dispersión de valoraciones que Estados Unidos y Asia. Ello puede deberse a la distinta composición sectorial, por ejemplo, con un menor peso en tecnología.
Resumiendo: a río revuelto, ganancia de pescadores (pero debemos seguir allí, pacientemente preparados con la caña).