http://www.hoy.es/v/20110628/economia/grecia-quiebra-caos-20110628.html
Grecia, quiebra o caos
28.06.11 - 00:03 -
ÍÑIGO DOMÍNGUEZ ENVIADO ESPECIAL | ATENAS.
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La UE teme que Atenas, que debe 360.000 millones de euros, sea incapaz de afrontar sus compromisos
El país heleno entra en una semana crucial con un ambiente agitado por los 'indignados' locales
Los ciudadanos están convocados hoy y mañana a secundar una huelga general
En un rincón del campamento de la plaza Syntagma de Atenas, donde se asientan desde hace más de un mes los 'indignados' griegos, tienen colgadas carcasas de cinco bombas lacrimógenas diferentes. Son las que la Policía ha ido usando en los enfrentamientos. La última novedad, utilizada en los graves disturbios de la huelga general del pasado día 15, es una de color negro que causa un fuerte escozor en la piel. Así que para hoy y mañana, los dos días de la nueva huelga general de 48 horas en Grecia, todo el mundo se prepara para llevar manga larga. Las máscaras de gas ya son objeto de uso rutinario. Con unas gafas de buceo sale por 10 euros. Otro material muy demandado son los sobres de fármacos líquidos para la acidez de estómago, una pasta que se coloca bajo los ojos y la nariz para contrarrestar los gases. Estos son los preparativos en Syntagma, la plaza del centro que se extiende frente el Parlamento, ante lo que se avecina. Porque se va a liar, eso lo sabe todo el mundo.
La crisis griega llega esta semana a la hora de la verdad y, pase lo que pase, se teme un cataclismo. Es un dilema infernal sin escapatoria. Parte de un dato brutal: cada bebé griego que nace hoy debe 30.000 euros nada más empezar a respirar. La deuda pública de Grecia es monstruosa, 360.000 millones, y crece la sensación de que por muchos planes y préstamos que se hagan será imposible saldarla. La vía oficial, auspiciada por la UE, porque la banca alemana y francesa son las más expuestas y porque teme un contagio imprevisible en los países más frágiles -Irlanda, Portugal, España, Italia y Bélgica-, es hacer los deberes cueste lo que cueste. En eso está el Parlamento de Atenas, que ayer empezó a debatir un plan de austeridad que ahogará aún más a los griegos con nuevos recortes en sueldos y pensiones y más impuestos. Es un ajuste de 28.000 millones de euros pactado con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta 2015. Un peaje necesario para que el país reciba 12.000 millones, la última remesa del superpréstamo de 110.000 millones aprobado hace un año, pague sus deudas y no quiebre el próximo 12 de julio, fecha de vencimiento del próximo plazo de sus acreedores. Si se porta bien, recibirá un segundo gran préstamo que se negocia contrarreloj para ir tirando hasta 2014, y sin saber cuándo se verá la luz al final del túnel.
La votación final será mañana y es muy incierta, porque la oposición conservadora rechaza el plan y la mayoría del primer ministro socialista, Yorgos Papandreu, es raspada y tiene deserciones. Parece la única salida, pero en la calle la aprobación del plan se ve como una declaración de guerra y un abuso intolerable. La gente no parece dispuesta a más sacrificios. El dilema es: si no hay plan, quiebra, y si hay plan, caos. La huelga general es la primera de 48 horas en más de veinte años. Aunque ya llevan 16 de un día este año.
Malestar vasto
Los acampados en Syntagma son la punta visible de un malestar vasto y difuso que reúne a la mayoría de la población. Cuando empezó la cura drástica de Papandreu, hace un año, había protestas pero en el fondo todos intuían que era la única solución. De hecho el primer ministro salió todavía airoso de las municipales de noviembre. Pero algo ha cambiado. El primer año de austeridad ha sido duro y no ha hecho más que agravar el problema. Han cerrado 50.000 empresas y la producción industrial en 2010 ha caído un 20%, según ha denunciado el economista Yanis Varoufakis. En Syntagma hay mucha gente en paro, que alcanza ya el 16%. El subsidio previsto es de 400 euros, único para todo el mundo, y dura solo un año.
El cabreo general ha ido en aumento y se ha ido imponiendo la idea de que los griegos han sido víctimas de una gran estafa. Es un éxito un documental que circula por Internet -se encuentra subtitulado en español- llamado 'Debtocracy' (Deudocracia). Su tesis es que parte de la deuda que atenaza a Grecia no debe pagarse porque es ilegítima e inmoral. Es decir, fruto de políticas ajenas a los intereses generales o resultados de mercados financieros corruptos. Por eso se reclama una auditoría independiente que analice a quién se debe el dinero, por qué y cuánto es. Desde luego la clase política griega, de temible historial, no ayuda a creer que todo está claro como el agua. Un reciente informe de Transparency International indica que nueve de cada diez griegos creen que todos sus políticos son unos corruptos.