El Gobierno pone fin a la guerra de depósitos mientras la banca dispara las comisiones
El maltrecho estado de salud de bancos y cajas preocupa al Gobierno y al supervisor que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Tanto que a partir de julio serán penalizadas de forma severa aquellas entidades que paguen más de un 3,2% por un depósito. El cliente, por tanto, percibirá menos por su ahorro mientras las comisiones marcan máximos desde 2005.
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Alberto Cañabate / www.invertia.com
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Lunes, 6 de Junio de 2011 - 13:51 h.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el 4 de junio el Real Decreto 771/2011, que introduce un “nuevo régimen de aportación adicional” al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). El fin es desarrollar, “en línea con los trabajos de la Comisión Europea”, un sistema de aportaciones a los FGD “basado en el riesgo asumido”, por lo que “se exigen contribuciones adicionales a las entidades que remuneren excesivamente sus depósitos”.
Por lo tanto, las autoridades buscan en cierto modo que el ahorrador corra con una buena parte del descosido de la crisis. Los clientes se han aprovechado de las necesidades de liquidez de bancos y cajas para obtener un buen rédito por sus depósitos, pero este aspecto, el único favorable al cliente en su relación con una entidad que apenas le presta dinero y que cada vez cobra más por sus servicios, puede tocar a su fin a partir del 4 de julio.
Los bancos que paguen el ahorro con plazo igual o superior a un año por encima de Euríbor a 12 meses más 100 puntos básicos (pb) serán penalizados. Es decir, aquellos que primen por encima del 3,14% tendrán que hacer una aportación mucho más generosa al FGD. La medida también castiga los depósitos a tres meses (no pueden superar Euríbor con ese plazo más 150 pb) y los de entre tres meses y menos de un año (Euríbor seis meses más 100 pb).
Hasta ahora, las entidades financieras tenían que aportar un 0,06% al FGD de todos los depósitos que contrataran, con indiferencia de cuantía y tipo de interés. A partir de julio, los que se pasen de lo estipulado en el real decreto tendrán una penalización del 500%, lo que eleva la contribución al 0,3%. Por lo tanto, si antes un banco siempre aportaba al FGD 60 euros por un depósito de 100.000, ahora la cuantía podría alcanzar los 300.
“Nos parece que el Gobierno no sabe qué pasa realmente en los mercados internacionales, nos cuesta mucho financiarnos”, expresan desde un banco español cotizado. “Poner límites a los superdepósitos encarecerá el precio de los préstamos […] Incluso a las entidades les podría venir hasta mejor porque regulas el precio, pero hay efectos colaterales dañinos para el consumidor”.
Un consumidor que cada mes que pasa paga más por las comisiones bancarias, aspecto sobre el que el Gobierno no se ha pronunciado. Depósitos y comisiones juegan un papel decisivo en los ingresos de los bancos, más cuando una gran parte de éstos se destinan a cubrir crédito moroso e inmuebles adjudicados. Si un banco paga menos por el ahorro, mejor para la cuenta de resultados. Si cobra más comisiones, mejor para la cuenta.
Según el Banco de España, todos los servicios que presta un banco a un cliente son más gravosos ahora que hace un año. El mantenimiento de una cuenta corriente ha subido en mayo un 6,8% anual, mientras que la escalada es del 36,6% desde 2005. Los descubiertos se cobran al 4,11% sobre el importe total, frente al 3,8% de mayo de 2010, mientras que las comisiones por transferencias nacionales han aumentado del 0,31 al 0,34%.
El incremento de las comisiones llega también a los préstamos. La comisión de apertura de una hipoteca ha subido del 2,7 al 2,76%, mientras que la de estudio lo ha hecho del 0,62 al 0,84%. Los porcentajes son similares en los créditos al consumo, en tanto que la cuota media anual por el mantenimiento de una tarjeta de débito ha pasado en un año de 16,84 a 18,39 euros. La de una de crédito ha aumentado de 33,48 a 34,66 euros.
LOS BANCOS CREEN QUE LOS DEPÓSITOS NO SON EL PROBLEMA
Se ha escuchado de todo en las últimas semanas sobre las medidas para frenar la guerra de depósitos, desde la bendición de Alfredo Sáenz, consejero delegado de Santander, a la disconformidad de Isidro Fainé, presidente de La Caixa y de la CECA. Más allá de particulares posicionamientos, desde el sector se cree que la iniciativa no soluciona el problema de fondo de la banca española: la prima de riesgo.
“Lo preocupante no es la guerra del pasivo, sino la prima de riesgo de España”, comentan desde una entidad mediana. El diferencial bono-bund lleva meses en el entorno de los 200 puntos básicos, lo que encarece y mucho la financiación del Estado y las empresas, que compiten en desigualdad de condiciones frente a grupos franceses o alemanes. “Prohibir que se pague más es ir contra la competencia”, añade este interlocutor.
“En los 70 y en los 80 estaba todo regulado, pero ahora la administración no debería entrar”, comentan fuentes bancarias. “No se soluciona el problema de fondo, las entidades pagan superdepósitos porque no pueden recurrir a los mercados. Quien se quiera estropear la cuenta de resultados allá él, el real decreto es un parche que no tiene sentido, que además carga de burocracia a las entidades, es un lío muy molesto”.
Fuentes de otro banco mediano piensan que una de los objetivos que puede perseguir la intervención del Gobierno es castigar el ahorro para fomentar el consumo, “lo cual es un tema muy perverso, fomentar que los particulares gasten en la peor crisis”. Esta misma fuente cree probable que la banca recurra más al BCE o al interbancario para financiarse, y se preocupa de que sólo se penalice a los bancos españoles y no a los extranjeros.
http://www.invertia.com/noticias/articulo-final.asp?idNoticia=2528665