Acceder

Mi cartera al cierre de 2019. Surfeando con control la exuberancia irracional en el nuevo mundo de los tipos negativos.

 

No cabe duda de que este ha sido un año sorpresivamente bueno en los mercados y debo decir que para mi cartera ha sido el mejor de todo el histórico desde que empecé a llevar las cuentas en serio allá por 2014. Y la verdad es que estoy bastante satisfecho con sus resultados por dos motivos. El primero es que la cartera ha sabido aprovechar razonablemente bien este entorno exuberante arrojando un 15,6% de rentabilidad con una volatilidad anualizada del 4,2%. Un valor muy bueno teniendo en cuenta la elevada diversificación del portfolio. Pero la grandeza de su comportamiento se nos revela cuando se pone en perspectiva y se compara con el pobre resultado de 2018 año en el cual la cartera tan solo cedió un exiguo 1,15% con 3,5% de volatilidad. Se cumple así una de las máximas que buscaba con la construcción de mi cartera diversificada y es que sea capaz de reducir la volatilidad capeando bien las épocas de bajadas y exprimiendo en la medida de lo posible los momentos de euforia financiera. Comparto un gráfico donde se ve el perfil de retornos mensuales en base 100 de los dos últimos años.

 

Lo bueno de estos dos últimos años es que sirven muy bien como patrón o caso de ejemplo para carteras ya que ambos años son uno malo seguido de uno muy bueno. Dos casos extremos en orden sucesivo con los que podemos ver como se comporta una cartera en dos escenarios completamente distintos uno bajista y uno alcista. Y lo que llama la atención es precisamente la bondad de diversificar por clases de activos. En 2018 la cartera expresa una buena resilencia, resistiendo las presiones bajistas y aguantando los niveles mientras que en 2019 sale disparada hacia arriba. Decir que la cartera no ha sufrido demasiados cambios. Normalmente cuantos menos cambios se hagan mejor dado que por lo general tocar la cartera de forma reactiva a los acontecimientos suele ir mal debido a la regresión a la media. Lo que si haremos siempre es ir rebalanceando los niveles actuales a los niveles objetivo una vez al año mínimo. Pero realmente no existe ninguna operativa significativa de timing en la asignación estratégica de activos ya que los niveles objetivo en ambos años no han variado demasiado.

Así, actualmente mi cartera tiene los siguientes niveles objetivo:

Y sin más dilación paso a repasar los ocho sectores estratégicos para desglosar la composición y mis pesos objetivo.

 

1. Efectivo

Aquí básicamente me he ido quedando con dos componentes. Terminamos el año con un 10% de efectivo. Un 2% de dinero en cuenta y el 8% restante invertido en crowdlending, principalmente usando la plataforma Crealsa. Coloco a este tipo de inversión en la pata de efectivo porque los pagarés de Crealsa tienen un vencimiento medio de unos 40 días lo cual se puede considerar prácticamente equivalente a la liquidez. Este año desinvertí del resto de platafarmas y Opté por quedarme con la que mayores garantías me ofrecía y desechar el resto para no complicarme la vida y diversificar más en otros activos. Mi intención este año es subir de nuevo un poco el crowdlending hasta dejarlo en un 9%.

Activo Peso a 31/12/2019 Peso objetivo Rentabilidad 2019
Efectivo 10,3% 10% 4%
Cuenta a la vista 2,0% 1% 0%
Crowdlending 8,3% 9% 6%

 

2. Renta Variable

Fieles a la filosofía diversificadora pero también a la de cazar megatendencias cara al largo plazo hemos mantenido una cartera que combina una fuerte exposición a indexados usando los fondos Amundi con una exposición a distintos sectores. Huelga decir que este año esta ha sido la parte que más ha crecido de la cartera de la misma forma que en el pasado año fue la peor. Para el rebalanceo anual echaré mano de los dos fondos índice mientras que en los fondos sector usaré políticas de Buy&Hold. A diferencia del efectivo que termina el año prácticamente en sus niveles objetivo en la renta variable terminamos ligeramente por encima. Algo que subsanaremos este enero con sendos traspasos de rebalanceo. De todos los fondos impresiona ver los sobresalientes resultados del Invesco Solar que parece que tras dos años languideciendo por fin ha despegado.

Activo Peso a 31/12/2019 Peso objetivo Rentabilidad 2019
Renta Variable 22,5% 20% 35,2%
MSCI World 8,4% 7% 30,0%
MSCI Emerging Markets 5,0% 4% 19,9%
MAC Solar Index 5,0% 5% (B&H) 69,9%
Sector Biotech 2,2% 2% (B&H) 33,1%
Battery Value Chain 1,9% 2% (B&H) 23,7%

 

3. REITs

Para cubrir la parte de los Real Estate Investment Trust tengo un único fondo, también un indexado de Amundi. En este caso terminamos en los niveles deseados con lo que podemos dejarlo como está. Aunque algo por debajo de los índices globales los REIT son el tercer asset que más nos renta, solo por detrás de la renta variable y del oro.

Activo Peso a 31/12/2019 Peso objetivo Rentabilidad 2019
FTSE EPRA NAREIT Global 8,1% 8% 24,0%

 

4. Renta Fija a largo plazo

En renta fija solo invertiremos en bonos a largo plazo buscando siempre maximizar volatilidad para aprovechar la descorrelación al máximo. Priorizaremos también la deuda gubernamental más anticíclica que la corporativa. Hace tiempo que eliminé todo rastro de renta fija a corto plazo de mi cartera ya que ahora apenas aporta valor especialmente en este entorno de tipos tan bajos en los que las comisiones de los fondos se comen el grueso de su escasa rentabilidad. Dividimos esta pata en dos bloques, deuda alemana de larga duración y bonos globales ligados a la inflación con divisa cubierta. Hemos acabado el año con unos niveles algo bajos por lo que el dinero procedente del rebalanceo del oro y la renta variable irá en su mayoría a devolver 

Activo Peso a 31/12/2019 Peso objetivo Rentabilidad 2019
Renta Fija 16,9% 20% 7,2%
Germany Bonds 10,5 yr 10,4% 10% 9,1%
Global TIPS (EUR Hedged) 6,5% 10% 5,7%

 

5. Metales preciosos

De todas las materias primas estas son las únicas que nos deberían interesar pues facilitan una exposición física debido a que el subyacente es imperecedero, divisible y a su vez de una alta densidad volumétrica en su valor. Es decir no hace falta mucho espacio para almacenar un gran valor y no se deteriora con el tiempo aspectos que permiten reducir mucho los costes de fricción y evitando también la exposición a derivados. Algo muy importante en la inversión a largo plazo. De los cuatro metales preciosos escogemos el oro debido a su tradicional descorrelación anticíclica con la bolsa.

Desde el principio nos expusimos únicamente al oro de dos formas diferentes. En parte a través de un ETF de oro físico, el Xetra Gold, y en parte a través de fondos de mineras de oro. Usando siempre las mineras para rebalancear en el corto plazo debido a su mayor volatilidad. Cara a 2020 rebalancearemos las posiciones subiendo el oro físico hasta un 4% y bajando las mineras al 6% para tener una exposición total de un 10% en esa activo estratégico.

Activo Peso a 31/12/2019 Peso objetivo Rentabilidad 2019
Materias primas 11,6% 10% 32,1%
World Gold Miners 8,3% 6% 37,1%
Physical Gold (EUR) 3,3% (B&H) 4% 21,1%

 

Dejo aquí otra tabla con las rentabilidades conseguidas este año por el resto de metales preciosos. Impresionante el rally acumulado por el paladio. Eso sí, hay que tener en cuenta que el resto de metales son más cíclicos que el oro por lo que no aportan tanto valor en una cartera. Por ese motivo y por limitaciones de volumen y disponibilidad en el momento de construir mi cartera me posicioné únicamente en oro aunque considero que es perfectamente válido un enfoque de diversificación a través de una cesta de metales preciosos dando siempre más peso al oro.

Activo Rentabilidad 2019
Precious Metals Basket (47% Au, 30% Pd, 16% Ag, 7% Pt) 28,5%
Plata 18,9%
Platino 22,0%
Paladio 53,3%

 

6. Rentabilidad absoluta

Este año he incorporado, experimentalmente una cesta de tres fondos de rentabilidad absoluta con estrategias long/short i market neutral con un peso objetivo del 10% entre los tres. Tras diez meses de prueba el resultado ha sido por ahora positivo. Busqué fondos que tengan alta volatilidad con la intención de sacar partido de su descorrelación y los he ponderado según su volatilidad. En general he de decir que no soy muy partidario de la inclusión de este tipo de activos ya que son gestión activa por definición. Pero quise reposicionar la parte que tenía invertida en corto plazo que me estaba suponiendo un lucro cesante en algo que aportase más descorrelación y con un potencial de rentabilidad mayor. Tras repasar varios fondos de este tipo me quedé con tres aunque ya veremos, es la parte que menos me convence pero aún así con todos los activos financieros tan subidos y los tipos tan bajos no veo por ahora mejor hueco. En todo caso, si en un futuro se genera una buena ventana de oportunidad para incrementar el peso objetivo de la renta variable esta sería una de las patas a reducir. Sea como sea, a la fecha, la cesta experimental me queda tal que así.

Activo Peso a 31/12/2019 Peso objetivo Rentabilidad 2019
Rentabilidad Absoluta 9,5% 10% 5,1%
Polar Capital UK Absolute Return 1,9% 2% 10,6%
Lombard Odier Priviledge H20 3,8% 4% 3,1%
Nordea Alpha 15 MA 3,8% 4% 2,6%

 

7. Inversión alternativa

En mi obsesión por ir incorporando nuevas clases de activos a la cartera he echado mano también de dos fondos alternativos. Estos son fondos bastante ilíquidos, típicamente y con mínimos de entrada más elevados de lo normal debido a que suelen ser inversión directa en bienes raíces con valoración mensual o trimestral y baja volatilidad. Dada su iliquidez no nos van a permitir un rebalanceo flexible por lo que seguiremos un enfoque buy & hold también con vistas al muy largo plazo.

Activo Peso a 31/12/2019 Peso objetivo Rentabilidad 2019
Inversión Alternativa 18,7% 20% 7,9%

 

8. Capital Riesgo

Por último la cartera contiene una exposición a una cesta diversificada de pequeñas empresas no cotizadas comprada a lo largo de los años recientes a través de diversas plataformas de crowdfunding: Crowdcube, The Crowd Angel, Socios Inversores o Capital Cell. Las rentabilidades en este caso no son medibles hasta que no empezamos a obtener dividendos o exits. Actualmente tengo unas 10 empresas y de las primeras en las que invertí una ya ha empezado a pagar dividendos y dos de ellas tienen planes para salir a bolsa este año. En caso de que alguna de esas empresas pase a cotizar el activo pasaría de capital privado a renta variable y podríamos vender y recuperar la inversión total o parcialmente o permanecer en ella a la espera de obtener una mayor rentabilidad. Debido al mucho mayor riesgo e iliquidez de este tipo de activos el peso objetivo en mi cartera es de apenas un 2%. En este tipo de inversión es si cabe más importante la diversificación ya que la ganancia viene de pescar en ellas a algún unicornio que pueda dar un boost a largo plazo con su elevado crecimiento inicial y para aumentar las opciones conviene tocar varios palos.

 

Conclusión

Y esto es todo. Solo añadir que los pesos actuales tanto del oro como de la renta variable han sido reducidos a principios de año para ajustarlos a los pesos objetivo y los de la renta fija aumentados en consonancia. Estos tres activos eran los que tenía con una mayor desviación que ya ha sido corregida. Como referencia por si alguien quiere algo sencillo para replicar esto de forma sencilla existe un fondo mixto que opera con una filosofía de inversión muy similar a la de mi cartera, el fondo Baelo Patrimonio. A grandes rasgos es un mix entre la de Bogle y la de la cartera permanente de Harry Brown. Y este fondo ha saldado 2019 con un 15,1% resultado muy similar a nuestro 15,6% y con una volatilidad también bastante contenida.

1
¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
  1. #1
    06/01/20 23:08

    Gran cartera, muy diversificada y con activos muy interesantes y , por lo menos para mí, desconocidos hasta el momento. Estoy pensando en incorporar algo de REITS a mi cartera, qué perspectivas le ve y cómo me recomendaría incorporarlos?

    Muchas Gracias!