España es un país en que el asesoramiento financiero es gratuito en una gran parte. La educación Financiera tampoco es nuestro punto fuerte ya que hasta el año 2008 no se ha empezado a elaborar un plan por el Banco de España y por la CNMV. En los países de nuestro entorno están más avanzados aunque tampoco dispongan de la formación de los países anglosajones que son los más desarrollados en este sector.
En España el asesoramiento se hace a través de las EAFI y de los agentes bancarios que se presentan como los grandes protagonistas del negocio de la gestión patrimonial. Las mejores redes comerciales se están volcando en ellos. Andbank ha adquirido recientemente Inversis por su red de agentes y Bankinter dice en su informe anual que la red agencial había sido responsable de un tercio del patrimonio captado por el banco en 2014. A la gran rotación de gestores y selectores de fondos se está viviendo una fuerte rotación de profesionales de la banca privada en España. Todo este movimiento favorecerá que los mejores asesores sean los más beneficiados ya que tendrán los mejores clientes porque a su vez estarán mejor asesorados.. No hay que olvidar que en el asesoramiento financiero las cualidades y humanas y de conocimientos de los profesionales son fundamentales.
Una vez visto la importancia del asesor financiero desde el punto de vista personal nos queda ver qué hay de la legislación al respecto y que es lo más importante para el cliente. Se ha avanzado mucho en este terreno pero nos queda mucho camino por recorrer y la MIFID II intentar avanzar en estas carencias.
MIFID II, pendiente de aplicación, tiene como objetivo dividir el asesoramiento en dos categorías: asesoramiento independiente y asesoramiento. La normativa dice que el cliente debe ser informado de si el asesoramiento es a secas o lleva el apellido independiente, con esto se pretende acercar la legislación a los países anglosajones.
Una vez puesta en práctica la nueva legislación y los profesionales hayan hecho una parte de la rotación prevista para el 2015 podría esperarse una mejora en el asesoramiento. Y lo más importante es que algunos puntos de los comentados serán claves para que haya mejor servicio.
Se le atribuye a Aristóteles la siguiente reflexión: “Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por unas buenas leyes", y tenía mucha razón. La persona virtuosa con tal de llegar a un buen fin puede utilizar todos los medios a su alcance por llegar a su objetivo deseado tanto por realizar una tarea, como por los medios empleados.
Ahora bien, sin faltarle razón y siendo un objetivo deseable, esta afirmación sacada de la sociedad contemporánea de Aristóteles pierde vigencia. Los buenos deseos de la casta aristotélica son difícilmente extrapolables a otras sociedades posteriores, debido a que esos sentimientos están relacionados con otras emociones relacionadas con el poder, la riqueza o la evolución del individuo. El ser humano no es una obra acabada, está en constante evolución y puede cambiar. El buen profesional suele ir mejorando pero puede ocurrir lo contario.
A principios del siglo XVI, Maquiavelo escribe su clásico “El Príncipe” nos dice que “los fundamentos principales de todos los estado, ya sean éstos nuevos, viejos o mixtos, son las buenas leyes”
“El Príncipe” es una de las obras peor entendidas de la literatura mundial y esta forma de anteponer la Razón a la virtud le ha costado muchas críticas, aunque bien mirado, casi siempre proceden del fariseísmo y de otros “sepulcros blanqueados”.
Maquiavelo ve más firmeza y seguridad en unas buenas leyes que confiar solo en el ser humano. Tampoco voy a caer en la mediocridad de decir que la virtud está en el punto medio, pero sí creo que además de tener la buena voluntad, ha de haber unas buenas leyes que no permitan desviarse de unos parámetros. Encontrar un punto basado en el Idealismo y que culmine en la Razón (ambos con mayúsculas) que se mueve por argumentos, proyectos y conocimientos.
Todo esto es necesario porque en el mundo financiero se mueve mucho dinero y hay fuertes intereses en llevarlo en la dirección que les interesa. Así las mayores captaciones no se hacen en los mejores fondos, sino los de las entidades que tienen más oficinas próximas al cliente.
Así es fácil encontrar entre los fondos más contratados muchos que solo tienen dos estrellas y los hacen muy por debajo de sus índices de referencia y además tienen un comportamiento muy dispar en su trayectoria.
En el asesoramiento financiero la gran importancia es la gestión profesional y honesta del asesor. Es el punto principal que debe buscar el cliente pero también es muy importante que el sector esté bien reglamentado. Muy bien está que cumpla todos los requisitos indispensables de la profesión pero también que “El Príncipe” tenga sus leyes adecuadas para evitar desviaciones de conductas. Esperemos que el futuro nos traiga los mejores profesionales dentro de un reglamento de acuerdo con el nivel que ha adquirido el sector.