El término "skin in the game", etimológicamente, proviene de las carreras clásicos de caballos de Epsom Derby, en Reino Unido, que vienen llevándose a cabo el primer sábado de Junio desde 1780. Se solía decir que los dueños de los caballos tenían "skin in the game", puesto que como propietarios, eran los que más arriesgaban para obtener un buen resultado en las carreras. La versión hispana de la misma podría ser "poner toda la carne en el asador", o "estar en el ajo", si bien la traducción no es la más apropiada, por lo que en los círculos financieros, se ha venido utilizando el famoso "skin in the game", para aquellos gestores que invierten todo o gran parte de su patrimonio en aquello que gestionan, síntoma normalmente indudable, de que son los primeros que creen en su método de inversión a pies juntillas.
Carrera de Epsom Derby en 2018. Fuente: Diario Mirror
En el mundo de la inversión, el "skin in the game" siempre se ha atribuido a Warren Buffett, el legendario inversor que tiene prácticamente el 100% de su capital en su propia empresa, Berkshire Hathaway, el holding cotizado más famoso del mundo entero. No es cierto que en su partnership inicial, tuviera también toda la "piel en el ajo", ya que empezó poniendo solo un parte de su patrimonio, y cobrando a sus socios por sacar unas rentabilidades fuera de lo común. Cuando ya creó Berkshire, no obstante, sí fue fiel a este principio tan importante, en el mundo de la inversión.
El Rendimiento anualizado de BRK desde 1965, está en el 20%
No me quiero extender mucho con estudios, ni excesivos datos numéricos. Es obvio que compañías gestionadas por sus fundadores, con la inmensa mayor parte de su patrimonio en la propia empresa funcionan mucho mejor, como el caso de Amazon, Starbucks o nuestra más cercana Inditex. Según un estudio de la universidad de Harvard en 2014 sobre las 500 empresas del Índice SP500, las compañías en las que los fundadores siguen dirigiendo y manteniendo su patrimonio en las compañías, llegan a multiplicar hasta por 4 el rendimiento de las demás.
Fuente: Harvard Business Review
Recienteme, Nassim Taleb ha publicado un libro en que hace resumen, con una jerga algo peculiar que le caracteriza de la importancia de "dejarse la piel en el juego". Por resumirlo de manera muy breve y concisa, el autor de "El cisne negro", hace hincapié en la importancia de que aquellas personas que toman las decisiones estén lo más involucrados posibles en el riesgo que supone poseer parte de la compañía. De esta manera, al menos uno se asegura que siendo accionista, o partícipe de un fondo, aquel que se encarga de gestionarlo, al menos, al tratar igual sus cuartos que los de los demás, tratará de que las decisiones beneficien a todos, no solo a él mismo, cosa que desgraciadamente, pasa con muchos directivos, que se inflan a stock options, o gestores de fondos, que cobran pingües comisiones, aunque sus resultados sean realmente mediocres. Como ejemplo de un caso no alineado, El Sr. Taleb nos pone a Robert Rubin, que llevó a la quiebra en 2008 a Citibank, no sin antes haberse embolsado la nada despreciable cifra de 120 millones de dólares.
Así pues, amigos, a la hora de escoger sus compañeros de viajes, busquen dentro de ellos la honestidad, pero sobretodo busquen dentro de ustedes sus valores, y cásense con aquell@s que los compartan y apuesten el 200% con ustedes de la mano, no de palabra u omisión.
Reciban un fuerte abrazo!!
P.D. Recuerden que el salario de Warren Buffett es de 100.000 USD al año, cuando vean lo que cobra uno de los directivos de Telefónica...
En el mundo de la inversión, el "skin in the game" siempre se ha atribuido a Warren Buffett, el legendario inversor que tiene prácticamente el 100% de su capital en su propia empresa, Berkshire Hathaway, el holding cotizado más famoso del mundo entero. No es cierto que en su partnership inicial, tuviera también toda la "piel en el ajo", ya que empezó poniendo solo un parte de su patrimonio, y cobrando a sus socios por sacar unas rentabilidades fuera de lo común. Cuando ya creó Berkshire, no obstante, sí fue fiel a este principio tan importante, en el mundo de la inversión.
No me quiero extender mucho con estudios, ni excesivos datos numéricos. Es obvio que compañías gestionadas por sus fundadores, con la inmensa mayor parte de su patrimonio en la propia empresa funcionan mucho mejor, como el caso de Amazon, Starbucks o nuestra más cercana Inditex. Según un estudio de la universidad de Harvard en 2014 sobre las 500 empresas del Índice SP500, las compañías en las que los fundadores siguen dirigiendo y manteniendo su patrimonio en las compañías, llegan a multiplicar hasta por 4 el rendimiento de las demás.
Recienteme, Nassim Taleb ha publicado un libro en que hace resumen, con una jerga algo peculiar que le caracteriza de la importancia de "dejarse la piel en el juego". Por resumirlo de manera muy breve y concisa, el autor de "El cisne negro", hace hincapié en la importancia de que aquellas personas que toman las decisiones estén lo más involucrados posibles en el riesgo que supone poseer parte de la compañía. De esta manera, al menos uno se asegura que siendo accionista, o partícipe de un fondo, aquel que se encarga de gestionarlo, al menos, al tratar igual sus cuartos que los de los demás, tratará de que las decisiones beneficien a todos, no solo a él mismo, cosa que desgraciadamente, pasa con muchos directivos, que se inflan a stock options, o gestores de fondos, que cobran pingües comisiones, aunque sus resultados sean realmente mediocres. Como ejemplo de un caso no alineado, El Sr. Taleb nos pone a Robert Rubin, que llevó a la quiebra en 2008 a Citibank, no sin antes haberse embolsado la nada despreciable cifra de 120 millones de dólares.
Así pues, amigos, a la hora de escoger sus compañeros de viajes, busquen dentro de ellos la honestidad, pero sobretodo busquen dentro de ustedes sus valores, y cásense con aquell@s que los compartan y apuesten el 200% con ustedes de la mano, no de palabra u omisión.
Reciban un fuerte abrazo!!
P.D. Recuerden que el salario de Warren Buffett es de 100.000 USD al año, cuando vean lo que cobra uno de los directivos de Telefónica...