Los gobiernos locales son para China lo que los gobiernos estatales son para EEUU. Tienen más deudas de las que pueden pagar y no tienen nada para vender.
Si hoy me sentaran en la silla de Xi Jinping, yo no podría dormir de la preocupación por este enorme escándalo que sacude a China el día de hoy. ¿Te acuerdas de que en mi post anterior Mitos y realidades sobre los problemas de China ya había señalado que había una crisis de gobiernos locales y explicaba el entramado de cómo es que los gobiernos locales generan ingresos con las viviendas? Bueno, esta es la continuación.
A los gobiernos locales les ha caído encima la oficina nacional de auditoría del gobierno chino y lo que han encontrado no es nada bueno. Han falsificado ventas de propiedades para reportar que tenían ingresos fiscales mayores a lo que realmente tenían.
Es un escándalo de corrupción mayúsculo. En 70 regiones inflaron los ingresos por un monto de $12 mil millones.
Como vimos en el post anterior, se trata de un trato donde los ciudadanos reciben la propiedad por medio de un contrato de leasing, que es una forma bonita de decir que pagas como si fuera hipoteca, pero en realidad estás alquilando. El piso no es tuyo.
Lo que han hecho los ciudadanos chinos es no pagar, porque les prometieron una vivienda que no han entregado. Y a como no puedan vivir en la casa, no tiene sentido pagar alquiler. Los ciudadanos saben que eso daña reputación crediticia, asi que fingen divorcios y toman todas las previsiones para enfrentar los castigos por tener una pobre calificación financiera.
Y en efecto dejan de pagar, y en efecto el sistema financiero les castiga. Lo que quizás no han considerado es que no tener casa y encima ser castigado dificulta la labor de tener una familia y al final habrá menos hijos en China. Esta crisis no es sólo de deuda, esta crisis agrava el problema demográfico en China al que me referiré en un post posiblemente más adelante.
Algunos ciudadanos han llevado el caso a la corte, pero los jueces rebotan la pelota de vuelta a los gobiernos locales que no resuelven. Y las constructoras fingen reanudar las construcciones pero es sólo fachada.
Esta crisis ha causado que se haya desplomado el valor de las propiedades, y como los ingresos fiscales y las ganancias de constructoras estaban ligados a los precios de los inmuebles, se desestimula la construcción y menos constructoras pagan a gobiernos locales por la tierra y se perjudica los ingresos fiscales del gobierno. Tampoco ayuda mucho la salida de empresas de China.
Como había presiones para los funcionarios de gobiernos, empezaron a falsificar transacciones, contratos ficticios de leasing, y maquillaban los libros contables. En muchos casos falsificaron la transferencia de derechos pero las tierras aún estaban en control del gobierno local sin vender. Todo fue asunto de cambiar los nombres para crear la ilusión de un contrato de leasing.
Eso lógicamente causa que los ingresos fiscales estén inflados, para un total de $12 mil millones.
¿Te acuerdas que yo decía que los gobiernos locales eran una amenaza mayor para el PCCh que la OTAN y EEUU? Bueno, ya lo vamos viendo.
Los oficiales chinos tenían grandes obligaciones de deudas estatales y no tenían como pagar a los bancos. Como la construcción de viviendas empieza con un préstamo, los gobiernos locales viven enterrados en deudas.
La deuda está fuera de control. Si hubiera demanda de propiedades, habría cómo pagar, pero no hay demanda, porque la gente no quiere firmar un contrato y luego tener que pagar sin tener casa.
Los gobiernos locales no pueden recaudar dinero, por lo que estos contratos de leasing son los que servían como sustento. En 2021 estas ventas constituían el 41.6% de los ingresos de gobiernos locales. En 2022 esta cifra cayó al 23%.
Y este mercado no tiene medios para levantarse. Y como eso era así, los funcionarios empezaron a maquillar sus libros en 70 regiones.
Está muy claro que las constructoras se han comido el dinero en golosinas (¿con el benepñácito de funcionarios de gobiernos locales?), y no entregaron las viviendas. Como no hay viviendas, los ciudadanos no pagan, aunque los lastimen. Y los que han acudido a tribunales son remitidos de vuelta al gobierno local, donde no les dan salida. El daño reputacional y los ciudadanos que sufren sun sus casas y los castigos financieros, hace que los que no se han embarcado a comprar vivienda no se embarquen, y por eso cae la demanda de propiedades. Y como cae la demanda, los funcionarios ven menos ingresos para pagar las deudas y se desesperan e inflan los números. Y todo resulta en un fantasma macroeconómico de dineros que no se tienen.
La deuda asciende a $8 billones de dólares (8 trillion dollars). Imagínate diseñar un sistema fiscal donde los ingresos dependen del precio de mercado de un activo. ¿Problemas de diseño?
Eso de alquilar la tierra para obtener ingresos fiscales parece un modelo sacado de la sociedad feudal. Imagino que no lo estudiaron demasiado bien antes de implementarlo. Es que supeditar un ingreso fiscal a un precio de mercado parece una mala idea.
Ya vendrán los que odian a China a decir que se hunde, y los defensores a decir que no es nada. Todos los países son una crisis semicontrolada, y China no es la excepción. La realidad probablemente está en el medio.
Si hoy me sentaran en la silla de Xi Jinping, yo no podría dormir de la preocupación por este enorme escándalo que sacude a China el día de hoy. ¿Te acuerdas de que en mi post anterior Mitos y realidades sobre los problemas de China ya había señalado que había una crisis de gobiernos locales y explicaba el entramado de cómo es que los gobiernos locales generan ingresos con las viviendas? Bueno, esta es la continuación.
A los gobiernos locales les ha caído encima la oficina nacional de auditoría del gobierno chino y lo que han encontrado no es nada bueno. Han falsificado ventas de propiedades para reportar que tenían ingresos fiscales mayores a lo que realmente tenían.
Es un escándalo de corrupción mayúsculo. En 70 regiones inflaron los ingresos por un monto de $12 mil millones.
Como vimos en el post anterior, se trata de un trato donde los ciudadanos reciben la propiedad por medio de un contrato de leasing, que es una forma bonita de decir que pagas como si fuera hipoteca, pero en realidad estás alquilando. El piso no es tuyo.
Lo que han hecho los ciudadanos chinos es no pagar, porque les prometieron una vivienda que no han entregado. Y a como no puedan vivir en la casa, no tiene sentido pagar alquiler. Los ciudadanos saben que eso daña reputación crediticia, asi que fingen divorcios y toman todas las previsiones para enfrentar los castigos por tener una pobre calificación financiera.
Y en efecto dejan de pagar, y en efecto el sistema financiero les castiga. Lo que quizás no han considerado es que no tener casa y encima ser castigado dificulta la labor de tener una familia y al final habrá menos hijos en China. Esta crisis no es sólo de deuda, esta crisis agrava el problema demográfico en China al que me referiré en un post posiblemente más adelante.
Algunos ciudadanos han llevado el caso a la corte, pero los jueces rebotan la pelota de vuelta a los gobiernos locales que no resuelven. Y las constructoras fingen reanudar las construcciones pero es sólo fachada.
Esta crisis ha causado que se haya desplomado el valor de las propiedades, y como los ingresos fiscales y las ganancias de constructoras estaban ligados a los precios de los inmuebles, se desestimula la construcción y menos constructoras pagan a gobiernos locales por la tierra y se perjudica los ingresos fiscales del gobierno. Tampoco ayuda mucho la salida de empresas de China.
Como había presiones para los funcionarios de gobiernos, empezaron a falsificar transacciones, contratos ficticios de leasing, y maquillaban los libros contables. En muchos casos falsificaron la transferencia de derechos pero las tierras aún estaban en control del gobierno local sin vender. Todo fue asunto de cambiar los nombres para crear la ilusión de un contrato de leasing.
Eso lógicamente causa que los ingresos fiscales estén inflados, para un total de $12 mil millones.
¿Te acuerdas que yo decía que los gobiernos locales eran una amenaza mayor para el PCCh que la OTAN y EEUU? Bueno, ya lo vamos viendo.
Los oficiales chinos tenían grandes obligaciones de deudas estatales y no tenían como pagar a los bancos. Como la construcción de viviendas empieza con un préstamo, los gobiernos locales viven enterrados en deudas.
La deuda está fuera de control. Si hubiera demanda de propiedades, habría cómo pagar, pero no hay demanda, porque la gente no quiere firmar un contrato y luego tener que pagar sin tener casa.
Los gobiernos locales no pueden recaudar dinero, por lo que estos contratos de leasing son los que servían como sustento. En 2021 estas ventas constituían el 41.6% de los ingresos de gobiernos locales. En 2022 esta cifra cayó al 23%.
Y este mercado no tiene medios para levantarse. Y como eso era así, los funcionarios empezaron a maquillar sus libros en 70 regiones.
Está muy claro que las constructoras se han comido el dinero en golosinas (¿con el benepñácito de funcionarios de gobiernos locales?), y no entregaron las viviendas. Como no hay viviendas, los ciudadanos no pagan, aunque los lastimen. Y los que han acudido a tribunales son remitidos de vuelta al gobierno local, donde no les dan salida. El daño reputacional y los ciudadanos que sufren sun sus casas y los castigos financieros, hace que los que no se han embarcado a comprar vivienda no se embarquen, y por eso cae la demanda de propiedades. Y como cae la demanda, los funcionarios ven menos ingresos para pagar las deudas y se desesperan e inflan los números. Y todo resulta en un fantasma macroeconómico de dineros que no se tienen.
La deuda asciende a $8 billones de dólares (8 trillion dollars). Imagínate diseñar un sistema fiscal donde los ingresos dependen del precio de mercado de un activo. ¿Problemas de diseño?
Eso de alquilar la tierra para obtener ingresos fiscales parece un modelo sacado de la sociedad feudal. Imagino que no lo estudiaron demasiado bien antes de implementarlo. Es que supeditar un ingreso fiscal a un precio de mercado parece una mala idea.
Ya vendrán los que odian a China a decir que se hunde, y los defensores a decir que no es nada. Todos los países son una crisis semicontrolada, y China no es la excepción. La realidad probablemente está en el medio.