Mariano Rajoy, líder del principal partido de oposición, le critica por su ineficacia, en lo que le doy la razón. Pero no es capaz de aportar ninguna propuesta para salir de la crisis. Vaya, que se queda en el populismo que le caracteriza, puesto que no parece que sea más eficaz que Zapatero.
Unos y otros están preocupados por los problemas que la crisis va a ocasionar a la industria y, sobre todo, a bancos y cajas y a constructoras. De hecho, las medidas previstas por el Gobierno se orientan a ayudar principalmente a las constructoras.
A mí, como a la mayoría de la gente normal, lo que nos preocupa son los efectos de la crisis en las economías familiares. El aumento del paro supone que miles de familias se quedan sin ingresos, o los ven drásticamente reducidos. Que no podrán pagar sus hipotecas o préstamos, con lo que posiblemente pierdan su vivienda. Y esto lleva a graves problemas personales, depresiones, crisis familiar...
El gobierno no prevé ninguna medida de apoyo a las familias, ni el PP las pide. Sí prevé medidas de apoyo a los constructores que no puedan vender las viviendas construidas, la mayor parte de ellas destinadas a segunda vivienda en la costa, con la consiguiente destrucción del medio natural, de la riqueza natural del país. En todo caso, viviendas de promoción libre, que no solucionan el problema de vivienda de la gente normal, modesta, que vive de un sueldo. Porque las promociones de vivienda protegida no tienen problemas, hay que rifarlas entre los aspirantes a alcanzar una.
Gobierno y oposición se encuentran con las mismas limitaciones porque ambos siguen las mísmas políticas económicas: "desarrollo" basado en el crecimiento ilimitado de la construcción y la obra pública, protección del especulador y del mal gestor y en el binomio beneficios privados/pérdidas públicas, todo ello con un desprecio absoluto por el medio ambiente y la sostenibilidad de la actividad económica y de nuestro medio de vida, como si no hubiese un mañana ni generaciones por venir. Unos y otros están entregados a los grandes lobbys que defienden las ganancias e intereses de empresas de sectores insostenibles, depredadores de recursos, de suelo y de futuro.
Así, ya no sorprende que entre las medidas previstas siga sin contemplarse una Ley que contemple el sobre-endeudamiento familiar, pese a lo propuesto por el Psoe cuando estaba en la oposición, como ya indiqué en otra ocasión.
Nuevo paradigma económico: sostenibilidad, bienestar.
Frente a esa incapacidad, o falta de voluntad, para elaborar propuestas adaptadas a las circunstancias de este tercer milenio, a la realidad del calentamiento global, del fin del petróleo barato, de la carestía de las materias primas, de la escasez de suelo, de la catástrofe ecológica, de las crisis alimentarias, etc., es preciso levantar un nuevo paradigma económico que se base no en el crecimiento ilimitado, sino en la globalización del bienestar personal y social en una forma que guarde relación con los recursos del planeta y con las necesidades de todos. Son las propuestas del decrecimiento de que he hablado anteriormente.
Propuestas para reactivar la economía, superando la crisis económica.
Aquí van una serie de propuestas tendentes a crear empleo, mejorar la calidad de vida de la mayoría, crear unas relaciones económicas y sociales más equilibradas y todo ello sin abusar del planeta.
-Construcción y obra pública ecológicas. Frente a la política del ladrillo especulativo y el hormigón devastador, toda una serie de iniciativas que mantendrían la actividad en el sector de la construcción solucionando problemas, mejorando el entorno y reduciendo las emisiones que producen el cambio climático:
-Construcción de viviendas protegidas destinadas principalmente al alquiler.
-Líneas de subvención y/o desgravación para obras en viviendas existentes con el fin de mejorar su eficiencia energética, su aislamiento térmico. También para dispositivos de ahorro de agua: en grifos; para el uso del agua de la ducha en la cisterna, etc.
-En lugar de destinar ingentes sumas de dinero a construir autopistas y nuevas líneas de tren de alta velocidad incompatibles con el transporte de mercancías y las cercanías, mejora del sistema de ferrocarril de cercanías, con renovación de las vías existentes o construcción de otras nuevas cuando sea necesario.
-Construcción de carriles-bici en ciudades y para comunicar éstas con otras localidades próximas y con los parques industriales, campus universitarios y lugares de ocio del entorno.
-Mantenimiento y mejora de las carreteras existentes, algo olvidado ya que todos los fondos van para las nuevas autopistas. Esto incluye no sólo la mejora del firme, también el desbroce de la vegetación, sustitución de pretiles por otros que respeten a motoristas y ciclistas, apantallamiento contra el ruido (mejor si se hace con pantallas arbóreas, siempre que sea posible).
-Recuperación de espacios degradados, eliminando construcciones ruinosas, carreteras que han quedado sin uso por la construcción de nuevos trazados; restaurando canteras, minas a cielo abierto y otras antiguas explotaciones...
-Completar el saneamiento urbano y rural, con construcción de las nuevas depuradoras necesarias y poniendo en funcionamiento las muchas que se han construido y no están operativas.
-Separación de las conducciones de evacuación de aguas residuales urbanas y aguas pluviales, para su tratamiento y reutilización.
-Nuevo modelo energético. En lugar de la actual política energética, diseñada a la medida de los grandes del sector, con mantenimiento de la energía nuclear y las térmicas de carbón y la construcción de nuevas térmicas de gas y carbón, con todos los problemas ambientales que generan y la necesidad de nuevas líneas eléctricas por doquier, una política basada en el ahorro y la eficiencia energética y en el desarrollo de las fuentes de energía renovables, que crean mucho más empleo, fomentan la autonomía energética y necesitan menos redes de transporte de alta tensión a gran distancia:
-Campañas educativas e informativas para fomentar el ahorro y la eficiencia energéticas.
-Campañas para sustituir rápidamente bombillas tradicionales incandescentes por las de bajo consumo, y de electrodomésticos antiguos por otros de la máxima eficiencia.
-Reducción de la iluminación pública a la estrictamente necesaria; revisión de las farolas, para que no se pierda la luz que se proyecta hacia el cielo, sino que la proyecten únicamente hacia el suelo.
-Fomento de la instalación de placas solares térmicas y fotovoltaicas en cubiertas y fachadas de edificios de viviendas, edificios públicos y naves industriales.
-Fomento de la instalación de mini-plantas eólicas en parques industriales y otros lugares adecuados.
-Fomento de la creación de minicentrales de biomasa.
-Aprovechamiento de la energía geotérmica, sobre todo para calefacción y sustitución de aire acondicionado y para el agua caliente.
-Aportación de fondos para I+D orientado a las energías renovables.
-Políticas sociales (con creación de muchos puestos de trabajo). En lugar de una política de recortes de impuestos (no sólo el PP los propone, el Psoe también se ha cargado el del patrimonio, p.ej.) y de gastos sociales, crecimiento de la inversión en políticas de bienestar social y educativas que a medio y largo plazo producen importantes retornos económicos y sociales, con una gran creación de empleo y aumento del bienestar social sobre todo de ancianos, discapacitados, grupos en situaciones de riesgos variados; mejora de la educación...:
-Mejores dotaciones personales y materiales para la educación pública en todos los niveles.
-Aumento exponencial de las dotaciones para el desarrollo completo y la mejora de la Ley de Dependencia: mucho más personal para las ayudas domiciliarias, muchos más centros de día, residencias, actividades para los destinatarios de la Ley...
-Fomento del deporte de base y de las actividades al aire libre.
-Fomento de las iniciativas artísticas y culturales: locales para ensayos o desarrollo de las actividades en sí, personal de apoyo, dinamizadores culturales, representaciones al aire libre en época estival o vacacional.
-Desarrollo rural. Frente al tradicional olvido del campo, desarrollo rural y fomento de la agricultura, ganadería y pesca ecológicos:
-Incentivos para la reconversión de explotaciones intensivas a ecológicas.
-Ayudas para la constitución de cooperativas para la adquisición de maquinaria, para la comercialización, para el compostaje de residuos agrícolas y ganaderos.
-Asesoramiento para elaboración de productos artesanos de calidad, denominaciones de origen, etc.
-Adquisición de productos ecológicos y de calidad para su consumo en centros escolares y asistenciales.
-Dotación de medios materiales a los núcleos rurales: centros sociales, internet, centros para ancianos, para discapacitados, escuelas rurales; mejora del transporte rural, incluyendo más líneas de minibuses o taxis compartidos u otras figuras adaptadas a las características de cada lugar. Mejor asistencia sanitaria, veterinaria.
-Recuperación del patrimonio etnográfico.
-Política realista y sostenible de fomento del turismo rural.
-Repoblación forestal con especies autóctonas. Prevención y eliminación de plagas
-Residuos y vertidos. En lugar de construir nuevas incineradoras que traerán más casos de cáncer, de alergias, de problemas respiratorios, etc., y que tienen un coste elevadísimo; y en lugar de tanto emisario marino o vertidos a los ríos:
-Políticas de evitación de residuos: hay que ir a una eliminación de las bolsas de plástico, de los embalajes excesivos, de los "desechables" en general.
-Incentivos para la recogida de envases reutilizables en lugar de los de un sólo uso: botellas de cristal, como las que existían cuando éramos críos (los que ahora tenemos cuarenta y tantos o más) en lugar del tetra-brik o el plástico, e imposición sobre los envases desechables y las bolsas de plástico.
-Políticas para fomentar la recogida de desechos reciclables o tóxicos en forma separada: plásticos, cristal, papel, pilas, aceites, deshechos orgánicos. La separación y el reciclaje crean mucho empleo y además susceptible de orientarse a discapacitados, con el efecto social y económico que ello tiene.
-Aprovechamiento del calor de las centrales térmicas y otras instalaciones fabriles: en lugar de verter al río el agua caliente, con el perjuicio consiguiente para la vida en el mismo, construir conducciones para su aprovechamiento urbano (calefacción y agua caliente).
-Reutilización de las aguas depuradas para su utilización en procesos industriales, para el baldeo urbano, para riego: enorme ahorro de agua, menos necesidad de embalses o de trasvases.
Estas son sólo algunas de las iniciativas que se podrían desarrollar para afrontar la crisis mediante el fomento de una actividad económica que crearía mucho empleo; que no tiene problemas ambientales, al contrario, resuelve muchos; que no consume recursos naturales ni suelo; y que no tiene unos costes económicos mucho mayores que los de las políticas al uso (en todo caso, los mayores costes que pudiera haber, si los hay, pueden considerarse inversiones en cuanto que van a tener unos importantes retornos en la forma de eliminación de externalidades derivados de los costes ambientales de las actividades que se sustituyen, de reducción de las prestaciones de desempleo, de mayores recaudaciones de impuestos al haber más empleo y más actividad).