Nos queda una semana para unos de esos eventos que están grabados a fuego en el inconsciente colectivo de España, en mi opinión los países están unidos entorno a aspectos inmateriales o materiales comunes, por ejemplo la Liga de futbol, o las tiendas del Corte Inglés, ese tipo de cosas forman parte de la cultura contemporánea, una de ellas es el sorteo de Navidad.
Puede gustarnos o no la lotería, pero es innegable su enorme efecto sobre los españoles, no se puede entender una Navidad sin su sorteo de lotería, casi es tan importante como la Nochevieja.
Bien pues la proximidad de ese evento me lleva a traerlo aquí y unirlo al análisis del blog, por supuesto seguro en rankia, ese gran acúmulo de capital humano a su disposición, ya habrán tratado el tema, pero como irán viendo el objetivo es doble por un lado realizar una crítica descarnada y sin piedad al respecto de lo absurdo que es la lotería y a la vez enlazarla con otros temas como la diversificación/concentración, la bolsa y los gestores de fondos.
Vayamos por partes, conocerán el concepto de Esperanza matemática, ya saben para saber si un juego está equilibrado la esperanza matemática debe ser cero, por ejemplo el clásico cara o cruz, tiras una moneda si sale cara ganas una y si sale cruz pierdes una, de forma que la probabilidad de premio es el 50% y el premio 2 monedas, siendo el coste una moneda, de forma que:
E=0.50(2)-1=0
Eso es un juego honesto, una moneda trucada que sacara un 51% de cruces daría una esperanza matemática negativa de forma que a la larga perderíamos dinero, el éxito de los casinos y las casas de apuestas es ese, los juegos que se realizan en ellos tienen esperanza matemática negativa y los clientes en el agregado pierden contra la banca. No existen métodos, ni sistemas que venzan a esto, si hay gente con suerte que gana pero mayoritariamente hay gente sin suerte que pierde.
La lotería de Navidad, es exactamente lo mismo un juego con esperanza matemática negativa, en la que si calculas la probabilidad de premio por el premio y le restas los 20 euros del décimo en teoría pierdes, lo más probable es que te pases toda tu vida tirando a la basura todo lo que gastes en décimos de lotería de Navidad, y si por lo que fuera les diera por sumar todo lo que se gastan en su vida en ese sorteo se llevarían las manos a la cabeza, seguramente les daría para comprarse un coche o hacer esas vacaciones de ensueño con las que sueñan pero no saben cómo pagar.
Esto no es una opinión es un hecho, pero aun así la gente no deja de comprar. Los regímenes comunistas prohíben la lotería, la consideran perjudicial y nefasta, y de hecho aquí en nuestro país ahora está muy de moda atizar a las casas de apuestas que han colonizado los bajos comerciales en muchas calles de España, de hecho hay políticos que se plantean regular contra esa realidad. Un liberal nunca estará a favor de prohibir loterías, o casas de apuestas, si uno cree en la libertad de las personas uno no prohíbe ni se cree por encima para decirles lo que deben hacer.
Lo que uno hace en tal caso es intentar mostrarles que lo que hacen es un error estadístico y que lo único que hacen es tirar el dinero, pero siempre desde el respeto, y tratando de convencerles, no imponiéndoles nuestros argumentos por el mero hecho de que pensemos que son mejor para ellos.
Veamos, tenemos 100.000 números en el bombo, de los cuales tenemos 170 series con 10 décimos cada uno, o sea tenemos 1700 décimos de cada número, en total 170.000.000 decimos que a 20 euros nos dan un total de 3.400.000.000 euros apostados en este sorteo. De ese importe se reparten 2.380.000.000 euros, o sea que de entrada ya desaparecen el 30% de lo aportado.
Supongamos que 10 personas nos reunimos a cenar y una decide organizar una lotería, cada persona dará 10 euros y el organizador se quedará 30 euros, y repartirá 70 euros entre los agraciados del sorteo, sería estúpido, sería muy burdo y se vería claramente que el organizador está tangando a los partícipes quedándose con un 30% del dinero y les está pagando con solo el 70% de lo apostado, nadie lo haría, sin embargo si en vez de 10 somos 46 millones y el premio puede ser más grande, entonces sí entonces participamos de la burla.
Ahora les pongo un enlace, en el pueden ver que los españoles voluntariamente gastan en lotería más de lo que invierte el estado en política de vivienda, o en Comercio, Turismo y Pymes, si se paran a pensarlo, con ese dinero más lo que se gasta en otras loterías se podrían hacer muchas pero muchas cosas, pero preferimos perderlo en términos de esperanza matemática a emplearlo en algo tangible y que vamos a disfrutar en todo caso. El ser humano tiene unas cosas…
En esencia la lotería es concentrar nuestra apuesta esperando que ese décimo que hemos comprado sea premiado, y aquí entramos de lleno en un concepto eterno a discutir, y es concentración/diversificación. Siempre se discute la idea al respecto de si es mejor realizar una diversificación o bien concentrar nuestro capital en aquellos activos que conocemos mejor y que nos inspiran mayor confianza. El ejemplo más extremo sería el de esa gente que conozco de una web de inversión que concentran todo su capital en una empresa del continuo llamada Amper. En el fondo concentrar es como comprar un décimo de lotería, porque la cantidad de variables que pueden afectar a la evolución de un valor concreto hace que se asemeje y mucho al funcionamiento de la lotería, si acertamos nos enriquece.
Absolutamente cualquier empresa por potente que nos parezca puede fallar, quien diría que Enron desaparecería o que Parmalat era un pufo, o que Lehman caería, o que Kodak dejaría de ser lo que fue, o sin ser tan drástico, quien diría en el año 2000 que Nokia iba a ser una filial de Microsoft. Las cosas por buenas, o fiables que nos parezcan pueden cambiar de la noche a la mañana por mil razones que escapan a nuestro control. Por eso la concentración se asemeja a la lotería, ya sé que no es algo igual, pues no es azar solo lo que influye, tendríamos un análisis y si concentramos es porque algo hemos visto, pero el azar, el cruel y traicionero azar podría darnos en la cara y destruir nuestra cartera. Por eso una cartera diversificada o incluso parcial o totalmente indexada este problema no lo sufriría.
Del mismo modo los gestores de fondos a veces aciertan y a veces fracasan, la famosa Smart Social Sicav que está corta en sus posiciones, en 2018 parecía ser lo más grande que parió madre, pero este año parecen muy torpes, y en el otro lado estaría el muy conocido Emérito Quintana y su Numantia, que en 2019 tiene la cara, el año pasado no fue igual. Claro que hay gestores que hacen bien su trabajo, analizan balances y compran las cosas con descuento, pero aun así concentrar la inversión en uno de ellos únicamente nos pone en manos de que sea el agraciado del año o no lo sea. O dentro de una misma gestora comprar un solo fondo, porque puede que la gestora lance muchos y bien diversos para ver si alguno sale, siendo esto así si solo compramos uno estamos comprando un billete de lotería que si es premiado será genial pero si no lo es nos costará dinero. Por supuesto no es equivalente elegir un fondo que elegir un número del sorteo, se supone que detrás del fondo hay un trabajo y la esperanza matemática no tiene por qué ser negativa.
Cuando una gestora como Cobas, se concentra en Aryzta y lleva la martingala hasta el límite de la mesa, si le sale mal palmará y bastante, el error no está en la selección de la empresa sino en seguir metiendo y metiendo dinero en el mismo valor, porque como decimos influyen muchas variables y concentrar en un valor abre la puerta a que la fortuna nos afecte. Del mismo modo en recientes fechas la gestora Azvalor ha encontrado su propia Aryzta en Tullow oil, y en la misma línea que Cobas han comprado más al caer la acción.
Comparar la compra de un décimo de lotería con la compra de Aryzta por Cobas o de Tullow oil por Azvalor parece injusto, pues detrás de la selección del valor hay un trabajo de toda una serie de gestores y asesores que se dejan las pestañas leyendo balances y analizando la empresa, pero si una vez sale algo mal empiezas a aumentar posición entonces sí, estás perdiendo las virtudes de la diversificación y estás uniendo tu destino a la suerte de una empresa concreta que si se va al guano por la razón que sea te arrastra, si no diversificamos no nos protege la inmunidad de grupo de la diversificación entonces aun no deseándolo ni realizando el análisis en esos términos estamos comprando un billete de lotería. Yo no les critico que fallen, les critico que se empecinen en un error.
Es por ello que nuestras inversiones tienen que separarse en todo lo posible del billete de lotería, y para ello nada como diversificar, indexar, seguir al ciclo, e ir haciendo liquidez cuando ves síntomas de agotamiento.
Hay inversores que prefieren realizar compras de billetes de lotería, me explico hacen inversiones con poco capital que si salen bien pueden obtener un gran beneficio, pero a pesar de que todos hacemos cosas así, la masa crítica del ahorro está mejor guardada siguiendo las directrices del anterior párrafo, puede que no nos toque la lotería pero no pagamos el coste del billete.
P.D. Este post tiene como objetivo que abandonen la compra de décimos de lotería de navidad porque lo único que hacen es perder dinero desde el punto de vista estadístico de la esperanza matemática, no van a conseguir nada, lo hacen porque es muy poco dinero y dicen, bueno total si me lo gasto en otra cosa y aquí me puede hacer millonario, pero como decían los Lightning Seeds, en “Lucky You”, “estas persiguiendo la luna”, “intentas tocar las estrellas”, pero como bien dicen también “te estas mintiendo otra vez”, cada vez que compran un décimo persiguen la luna y se engañan a sí mismos. Si te levantas pronto, y haces lo que tienes que hacer nada es imposible, pero eso va de trabajar, ahorrar e invertir no de comprar lotería o de darle a las tragaperras.
Disclaimer
El forero Theveritas no está autorizado para recomendarles que compren lotería, ni para decirles que no lo hagan, pero si puede pedirles que cojan papel y boli, y realicen un poco de cálculo de probabilidad y verán que no va a salir. Ni eso ni invertir al tun tun porque otros entran, o porque el año pasado ese gestor lo hizo muy bien.