Hace poco más de dos meses, escribí este post para Rankia.
Entonces el precio del petróleo estaba en 74$ y ahora lo vemos en 88$, subiendo hacia los 100$ del post en el final del año. Al final, las consideraciones sobre la oferta y la demanda se han impuesto y el precio va caminando hacia nuevos altos.
Y esto es sorprendente por cuanto la economía mundial se encuentra en recesión (no oficial), con EE.UU., Europa y China presentando unas cifras bastante malas. La demanda de petróleo debería estar por los suelos, si sumamos la débil prestancia económica y el subidón de las ventas de coches eléctricos del 2023. Por contra, la oferta debería haberse disparado porque como todo el mundo sabe, los altos precios del petróleo incitan a un mayor desarrollo de las reservas, sobre todo al shale oil (proyectos de corto plazo). Pero ni el promedio del año pasado de 100$ el barril, ni las subidas de 2023, han conseguido disparar las cifras de producción del petróleo mundial no Opep+.
Y claro, aprovechando esta debilidad en la producción, la Opep+ ha recortado suavemente la cifra de producción mundial. Puede parecer que el recorte unilateral de Arabia de 1 millón de b/d es una cifra imponente, pero se compensa con el incremento de Irán que ha aumentado su producción casi ese millón de b/d, aprovechando el "descuido" de EE.UU. en aplicar severamente las sanciones a Irán.
Por lo tanto, la producción apenas ha variado, pero la sorprendente demanda sigue firme. Y en esta situación, Arabia y Rusia están preparando más recortes.
Los inventarios se encuentran en mínimos históricos, incluyendo la Reserva Estratégica y el balance oferta-demanda sigue inclinado hacia la escasez y el déficit, para todo lo que resta de 2023.
Las plataformas de perforación de EE.UU. siguen a la baja (21%), pero milagrosamente, la producción nacional no deja de subir, incluso con nuevas formas de cálculo.
Aviso: Cambios al 31 de agosto de 2023 Publicación de Oferta de petróleo mensual y Oferta de petróleo anual
Agregamos nuevos datos denominados Transferencias al suministro de petróleo crudo a las tablas de balance volumétrico nacional y regional para petróleo y biocombustibles a partir de los datos publicados el 31 de agosto de 2023. Transferencias a El suministro de petróleo crudo incluye barriles de petróleo sin terminar (materias primas de refinería) y líquidos de gas natural que identificamos como agregados al suministro de petróleo crudo mediante mezcla.
Con los nuevos "ajustes" la producción sigue subiendo, incluyendo la parte del golfo de México que estaba en mantenimiento.
A pesar de semejante subida este año 2023, las exportaciones en Junio de 2023 siguen en cifras del año pasado, lo que reduce el petróleo para el resto del mundo, porque Arabia ha disminuido notablemente sus exportaciones.
Nos movemos en el filo de la navaja, entre el ajuste de la Opep+ y una demanda que debería ser débil. Si los BC deciden intervenir e inyectan nuevas dosis de dinero gratis, para solventar la papeleta económica, el precio del petróleo se puede ir al cielo. Por contra, si la recesión se profundiza, los precios del petróleo pueden caer a costa de una fuerte depresión de la economía mundial.
Algo que será relevante para próximos trimestres es la "manipulación" estadística. Por ejemplo, los datos del paro norteamericano son presentados cada mes con unos datos extraordinarios, solo para ser revisados a la baja en próximos meses, cuando el dato no tiene tanto impacto en la opinión pública. Lo mismo ha ocurrido en la demanda de gasolina en EE.UU., infravalorada para "presionar" a la baja los precios del petróleo.
En el ejemplo del paro, es llamativo este gráfico de Zero-Hedge.
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Superficialmente, esto habría significado una impresión sin cambios con respecto al mes pasado, cuando el BLS también informó 187.000 puestos de trabajo, sin embargo, de acuerdo con las tendencias recientes, esa cifra se revisó (redoble de tambores) nuevamente a 157.000, lo que significa que cada nómina mensual impresa en 2023 se ha revisado a la baja (consulte el gráfico a continuación), una probabilidad de 12 sigma y prácticamente imposible a menos que haya presión política para aumentar los datos inicialmente y luego revisarlos a la baja cuando nadie está mirando.
Asimismo, los retoques en el cálculo de la inflación, siempre favorecen una menor cifra, en cada revisión. Todo legal, sin posibilidad de encontrar errores de cálculo, pero ejerciendo la labor de maquillaje, para suavizar las cifras negativas.
El shock del petróleo.
En este contexto, el mercado del petróleo se encuentra en una tesitura muy difícil. Todo el entramado se sostiene con la producción y exportación mundial del shale oil.
Pero esta producción ha llegado a unos límites complicados. La industria ha apostado por extender los laterales de 10.000 pies a 15.000 pies, para incrementar la producción sin incurrir en mayores costes.
En el caso de Pioneer, lo dicen en sus últimas presentaciones.
Esto parece el límite, porque las pruebas que se han hecho con laterales de mayor longitud, han sido defectuosas.
Si estiramos la longitud de 10.000 pies a 15.000, obviamente reduciremos las ubicaciones un 50%, por lo que como digo siempre, es pan para hoy y hambre para mañana. Pero está claro que si a precios de 100$, hay que hacer esto para mejorar la producción, no queda mucho para colapsar en pozos de inferior productividad.
Pueden quedar dos años, donde la geología permita mantener la producción, y desde entonces (2025), el shock del petróleo será inevitable. Si el déficit actual oscila en torno a los 3 millones de b/d, podemos imaginar que ocurrirá cuando el shale oil comience su fuerte caída.
Un cálculo sencillo delimita el déficit previsto del mercado en 2028.
Según AIE, la demanda de petróleo crecerá hasta 105,7 millones de b/d en 2028.
Según mi hoja de ruta, la producción de petróleo se mantendrá estable hasta 2025, donde el shale oil comenzará un descenso anual de 1 millón de b/d.
Luego en 2028, la demanda prevista crecerá desde los 103 millones de b/d hasta 105,7 millones y la oferta, caerá desde los 100-101 millones b/d actuales, hasta 98 millones b/d previstos. El desfase alcanzaría los 8 millones de b/d, algo que no puede ocurrir. Nos espera un auténtico shock del petróleo en los próximos años, sobre todo por el incremento esperado de la demanda (no tanto por la caída de la producción prevista).
El resto de la producción mundial hace tiempo que es incapaz de crecer, por lo que una vez el shale oil comience su descenso, poco podremos hacer por evitar el decrecimiento energético. Las soluciones no son muchas. O fuerte recesión, o restricciones masivas al combustible, o incrementos salvajes del precio del petróleo.
La clave de la demanda de petróleo es este gráfico de Gail Tverberg (y aprovecho para introducir su último post).
La demanda per cápita mundial de petróleo, es extraordinariamente estable. Puede que en Occidente descienda, pero se compensa admirablemente con el incremento del tercer mundo, para dar una imagen sorprendente.
Esa línea azul inasequible al desaliento de las crisis, es la que nos asegura una demanda creciente mientras siga aumentando la población mundial.
Da igual la mejora de eficiencia a través de cuarenta años de crecimiento, da igual si en Occidente decrece el consumo per cápita, da igual si pasamos grandes o pequeñas crisis, da igual si existe transición energética o no, da igual si el precio del petróleo es 10$ o 150$, el caso es que la demanda per cápita tiene una tendencia muy estable.
Después de la pandemia, en 2023 retomaremos la tendencia y solo el futuro descenso de la oferta, puede torcer esa línea azul.
Es la demanda de petróleo mundial, la que siempre ha marcado la oferta disponible y no al revés. En los momentos en que la demanda era superior a la oferta, eran los precios del petróleo los que ajustaban la oferta, obligando a los productores a incrementar la cantidad de petróleo disponible, con las inversiones pertinentes. Ahora hemos llegado al peak oil y la oferta no puede seguir la demanda. Será interesante ver que ocurre, para ajustar el balance oferta-demanda. Los inventarios están disminuyendo (hemos pasado gran parte de 2021-2022-2023 consumiendo stock) y una vez el ajuste reduzca los inventarios hasta un nivel límite ... veremos.
Saludos.
PD. Los bajos inventarios en las materias primas, suelen marcar movimientos importantes en el precio, como ocurrió con el gas en 2022. Pero con los escándalos habituales en los últimos tiempos, no sabemos si los inventarios son reales o no.
Hace año y medio, AIE descubrió un desfase de 200 millones de barriles en los inventarios.
Hace unos meses, se descubrieron sacos de piedras en lugar de níquel, en un almacén de JP Morgan..
Ahora han desaparecido inventarios de cobre.
Muchos casos para pensar en casualidades, pero quien sabe...
Los inventarios totales (previstos) de petróleo por los suelos.
"Ahora bien, he aquí una idea: si observamos los inventarios de crudo de EE. UU. en relación con el consumo mensual de petróleo de EE. UU., se trata de los más bajos (en relación con el petróleo consumido) de 2000. Si los registros se remontan lo suficiente hacia atrás, es posible que encontremos que No ha habido un período en un par de generaciones en el que los niveles de inventario fueran tan bajos en relación con el nivel de petróleo consumido."