Soy un destructor de la tierra y un ladrón. Pero, según las pautas definitorias de nuestra civilización, soy un capitán de industria, un héroe moderno, un empresario.
Ray Anderson fue el fundador y presidente de la compañía Interface Inc. una de las empresas líderes en moquetas y alfombras modulares para aplicaciones comerciales y domésticas. Hasta el año 1994 Ray era un industrial más, simplemente preocupado por la buena marcha de su negocio, lo que no es poco. Sin embargo, ese año cayeron en sus manos dos libros, La ecología del comercio de Paul Hawken e Ishmael de Daniel Quinn. Ray sufrió un fuerte impacto tras leer ambos libros y experimentó lo que vino a llamar una epifanía o conversión. De repente, Ray pasó a sospechar que su papel en Interface no era la de alguien que crea riqueza, sino el de un mero depredador de recursos a costa de todo el planeta, un ser nacido de las entrañas del planeta que roba sus fuentes de riqueza para dar a cambio sólo basura y productos perjudiciales.
Para asegurarse de sus primeras impresiones, Anderson envío a su equipo a realizar un cálculo de los recursos utilizados por Interface y por sus proveedores. Quedó abrumado al comprender que su negocio se basaba en extraer crudo en grandes cantidades de la Tierra, procesarlo, consumir millones de litros de agua y grandes cantidades de energía y vender ese crudo a cuatro continentes transformado en plástico que durará miles de años. Se podría decir que Anderson quedó en estado de shock al entender que estaba simplemente quitando recursos al planeta sin dar nada a cambio excepto residuos duraderos de todo tipo y un producto no degradable. Sin embargo, se recuperó pronto, pues no estaba dispuesto a conformarse con ese modelo de negocio tan dañino. Promovió de inmediato un debate interno en toda la organización con la idea de darle un vuelco a la situación y convertir a Interface en una compañía no solo amigable con el medio ambiente, sino con el objetivo a largo plazo de dar más incluso de lo que se toma prestado.
Esta última idea es la base de lo que vino a llamar Misión Cero. Se trata de una promesa de la compañía de eliminar cualquier impacto negativo sobre el medio ambiente para el año 2020, es decir, de eliminar por completo la huella ambiental de sus procesos, productos y servicios, a través de un profundo rediseño de procesos y productos, la introducción de nuevas tecnologías, esfuerzos notables para reducir o eliminar residuos y emisiones contaminantes y a la vez incrementar el uso de de recursos renovables, no sólo como materia prima, sino también en las fuentes de energía.
We’re on a mission. We call it Mission Zero. It is our promise to eliminate any negative impact our company may have on the environment by the year 2020. At InterfaceFLOR, we’ve made it our mission to go way beyond green product attributes. Every creative, manufacturing and building decision we make is intended to help us achieve zero environmental footprint by 2020 and give you the most fashionable, high performing and environmentally well-rounded products in the industry. We hope Mission Zero takes the guess work out of your decision making.
En resumen, Misión Cero refleja la intención de efectuar la transición desde una unidad que procesa materias primas para ser convertidas en productos (esto es la definición de una industria) hacia algo que haga lo mismo, pero que no afecte al capital natural del planeta.
Créanme, como conocedor de los procesos internos de muchas fábricas europeas, sé que ese objetivo no es nada sencillo de conseguir y a la vez seguir siendo rentable en este mundo donde compites con industrias a las que le importa un comino lo que contaminen de países que aparentemente les preocupa lo mismo la salud de sus habitantes, pero tampoco es imposible. Como decía Einstein, hay una fuerza más potente que el vapor y la electricidad, esa fuerza indomable es la voluntad humana.
La hoja de ruta trazada por Anderson y su inquebrantable voluntad tuvo tal impacto entre los industriales del mundo que poco a poco tuvo que empezar a delegar las tareas de la gestión de la empresa para embarcarse a tiempo completo en a dar charlas, seminarios y congresos por medio mundo. Era raro el día en que Ray no explicaba su visión de lo que debería ser la industria moderna ante una asociación de empresarios de cualquier parte del planeta. Tras muchos años años explicando su ideario y como lo persigue, su visión ha calado en todo el mundo y son innumerables las compañías que lo imitan. Muchísimas.
¿Sabían por ejemplo que la compañía danesa Lego, que fabrica sus juguetes con plástico procedente de petróleo, aspira a no generar residuos ni emisiones de ningún tipo así como tener un suministro de energía 100% renovable para 2020? Como objetivo en el horizonte Lego tiene prescindir por completo del petróleo commo fuente de materia prima, aunque aún están trabajando en el material que hará posible tal cambio. Lego es la tercera empresa danesa por volumen de negocio y cuenta con márgenes de beneficio bruto de en torno al 25%, y creciendo. Es un claro ejemplo de que si se es inteligente, con voluntad y esfuerzo se puede seguir siendo rentable y a la vez respetuoso con tu propio planeta. Llámenlo capitalismo verde si quieren. Lego es sólo una más de las empresas a las que Ray claramente inspiró.
Ray es la persona que más claramente recuerdo del documental “La Corporación”. Jamás se me olvidará su metáfora sobre como veía a la humanidad a principios de siglo.
Drawing the metaphor of the early attempts to fly. The man going off of a very high cliff in his airplane, with the wings flapping, and the guys flapping the wings and the wind is in his face, and this poor fool thinks he's flying, but, in fact, he's in free fall, and he just doesn't know it yet because the ground is so far away, but, of course, the craft is doomed to crash.
That's the way our civilization is, the very high cliff represents the virtually unlimited resources we seem to have when we began this journey. The craft isn't flying because it's not built according to the laws of aerodynamics and it's subject to the law of gravity. Our civilization is not flying because it's not built according to the laws of aerodynamics for civilizations that would fly. And, of course, the ground is still a long way away, but some people have seen that ground rushing up sooner than the rest of us have.
The visionaries have seen it and have told us it's coming. There's not a single scientific, peer-reviewed paper published in the last 25 years that would contradict this scenario: every living system of earth is in decline, every life support system of earth is in decline, and these together constitute the biosphere, the biosphere that supports and nurtures all of life, and not just our life but perhaps 30 million other species that share this planet with us.
Ray nos enseñó a ser optimistas a la hora de convertir la industria agresiva del presente en un medio de conversión de materias primas en productos amigables en el futuro sin impacto en el medio natural. Él fue uno de los primeros en enseñarnos el camino, y estoy seguro de que mis nietos me preguntarán algún día porque no todas las industrias son así. Yo... yo no sabré muy bien que responderles.
Otra industria, rentable, es posible. Gracias por enseñárnoslo Ray. Aunque nos dejaste el 8 de agosto de 2011 debido a un cáncer, Ecos Solares honra tu memoria y recuerda que tu mensaje está, y debe estar, más vivo que nunca.
