En la antigüedad, cuando la comunicación era poco fluida debido a las distancias, los procesos de cambio político eran muy graduales y podían tomar años o incluso décadas. Internet y las redes sociales han disparado la velocidad de comunicación a extremos insospechados, haciendo que todo el mundo tenga acceso a las noticias a una tremenda velocidad a un coste asequible. Noticias que no tienen por qué provenir necesariamente de los medios oficiales. Diría más, últimamente tienen mucha más credibilidad las noticias que NO provienen de los medios oficiales que desinteresadamente cualquiera puede lanzar y una gran masa de gente informada convertir en trending topic.
Creo que la constatación de que la gente puede retransmitir y opinar de forma efectiva, en tiempo real, y movilizarse casi de forma instantánea la tuvimos en el 15M, hace ya tres años. Quien se negara a aceptar esa nueva realidad que twitter, facebook, instagram, blogs y otros medios de alcance universal han hecho ya posible, seguramente calificaría el 15M como un movimiento perrofláutico, populista e idealista, cuando entre los millones de personas que se congregaron en las plazas de toda España encontrabas muchos más jubilados de derechas que perroflautas. Esa negación de la realidad que se estaba transformando ha sido gran responsable de la debacle electoral de los dos partidos tradicionales en las últimas elecciones. Quien antes lo acepte y antes se ponga a trabajar en la reconversión política de España, antes podrá colocarse en parrilla de salida para ocupar un lugar predominante. Creo que el ejemplo de Carmen Chacón es paradigmático.
Hasta hace poco pensábamos que no quedaba ya nada de ese 15M, pero este señor que llaman "el coletas" ha demostrado que no sólo estaba vivo el movimiento, sino que ha sido capaz de resurgir de sus rescoldos y dar un serio toque de atención a todo el sistema político heredado de la Transición Española.
Transición Española ejemplar y modélica, sí, pero que ya ha cumplido una etapa. Muchos, muchos millones, no nos sentimos respaldados por ese sistema y reclamamos un cambio en él. No su exterminio, sólo su evolución.
La abdicación del Rey en el día de hoy no ha hecho sino confirmar lo que ya sabíamos todos: Una nueva forma de entender la Democracia ha llegado a España y ya no volverá la anterior. Surgirán nuevas caras, nuevos partidos, nuevos reyes (que si no tienen mucho cuidado y no se adaptan a la realidad de que el pueblo es soberano y decidirá en tiempo real, acabarán probablemente depuestos en poco tiempo... y lo saben), incluso surgirá un nuevo bipartidismo con el tiempo con caras nuevas y siglas nuevas o seriamente reconvertidas.
Tenemos la oportunidad de hablar, hablar y hablar, pero sobre todo de escuchar, de comunicarnos serenamente. El español medio tiende a escuchar poco y a hablar demasiado y en voz alta. Démonos todos una oportunidad de escuchar lo que la gente desea y de enfocar esos deseos en el marco de la realidad. Muchos cambios son posibles, otros sin duda no podrán hacerse. Pero es indudable que el barco que se botó en 1978 hace aguas por todos lados. Yo creo que si entre todos lo llevamos a puerto, en poco tiempo podremos repararlo y hacer de él un hermoso navío para volver a surcar los mares con decisión, mares en los que nos encontrábamos muy perdidos.
Quiero llamar a ese NUEVO navío español "Democracia 2.0".