Cuando me preguntaban en 2012 en que banco español invertiría, respondía que en mi caja cooperativa de ahorros. Y digo bien, MI caja. No sólo es un modelo de banca que me gusta, donde YO y otro miles somos los dueños del banco y cobramos puntualmente nuestros dividendos del 5% además de decidir en su política directamente (o sea, de verdad), sino que tiene una obra social como debe de ser, como una caja de toda la vida.
Pero como para invertir en este tipo de entidades hay que aportar una cuota cooperativa y ser socio, si hablamos de un espectro más amplio y fácil para el inversor, bancos cotizados en España, tenía que decir que me decantaba por Bankinter por motivos muy simples: Me parecía que la dirección era seria y bastante honrada con sus accionistas, su política de inversión era más industrial que ladrillera y se quejaban de que ellos apenas recibían ayudas cuando otras entidades han "ayudado" al Estado a ser campeón de deuda pública emitida. Vamos, un banco "decente", si es que existen.
Bankinter fue creado en junio de 1965 por Bank of America y Banco Santander. En 2015 cumple 50 años de existencia y desde entonces no ha cambiado su modelo ni independencia a pesar de la importancia de los Botín en el Consejo, algo que se ha convertido ya en una exclusividad por sí misma
Las consecuencias de ser distintos son sencillas de entender. Veamos esta gráfica desde la fecha del famosísimo Whatever it takes de Mario Draghi, punto culminante de la crisis de deuda europea, 26 de julio de 2012.
A esta entidad se le ha penalizado en bolsa tradicionalmente frente a las más grandes, sobre todo SAN y BBVA. Sin embargo, la realidad es incuestionable. Bankinter dobla en rentabilidad en bolsa al siguiente en la lista, Caixabank, y multiplica por 2,5 veces la rentabilidad del Ibex desde entonces.
Pero aún más significativo es lo que ocurre desde primavera de 2014, cuando se hace evidente que las necesidades de recapitalización de la banca europea se irían a intensificar. Desde entonces han venido cayendo tremendas ampliaciones de capital, sobre todo en BBVA y SAN.
Ninguna de las grandes entidades financieras han podido cerrar el periodo del último año en positivo, aún cuando el ibex sí ha arrojado algo de rentabilidad. Por su parte, BKT sigue inmune a la crisis de cotización de los bancos y ha ganado ya un 15% en bolsa.
Me alegro de que mi impresión fuera acertada, el trabajo bien hecho suele tener su reconocimiento en bolsa. Sin embargo, no invertí en Bankinter. No me gusta invertir en negocios financieros salvo honrosas excepciones (como mi cajita de ahorros). Pero que esto sirva para no perder el norte, debo llamar la atención: En todo el marasmo diario de SAN sí, BBVA no, se nos pasa ver lo importante:
- Seleccionar buenos negocios
- Con gestores competentes al frente
- Con los intereses corporativos alineados en la medida de lo posible con sus accionistas.
Muchos de los que invierten en la gran banca despotrican de sus directivos. Si no confías en quien gestiona tu negocio, ¿cómo puedes adquirir participaciones del mismo? No lo entiendo.
Bankinter no es inmune a las necesidades de capital de la banca, igual cualquier día se descuelgan con una ampliación de capital que le haga perder valor. Pero puestos a elegir entre varias entidades nacionales me sentiría más seguro en ella que en cualquier otra