En verano de 2016 decidí empezar a invertir en renta variable de Colombia a través de un ETF que replica de forma bastante fidedigna las principales posiciones de la bolsa de Caracas Bogotá, el Global X MSCI Colombia ETF (GXG) donde me encuentro invertido a un precio medio de 9,11$. Se trata de una de las posiciones que más ha llamado la atención de mi cartera modelo.
Hubo varias razones que me hicieron decantarme por "apostar" por un país que, en el imaginario español, es sinónimo aún, a pesar de todo el tiempo pasado, de violencia, asesinatos, drogas y grandes problemas, pero que para mí en cambio representa la mayor oportunidad de Sudamérica gracias a su potencial para los negocios, su proceso de paz, la belleza sin igual de sus paisajes y su inmenso yacimiento turístico por explotar. Colombia tiene nada menos que 56 parques nacionales, un 11% de su superficie, frente a los 59 de EE.UU., un 2,3% con una extensión mucho mayor o los 15 de España, sólo un 0,7%. Colombia es un paraíso en la Tierra que sólo necesita paz, tranquilidad y educación para mejorar.
¿Por qué decantarme por la economía de un país tan bonito y a la vez tan vapuleado? Pues porque me dí cuenta de que vivía en una situación de extremos. Y como últimamente cada vez soy más consciente de que cada día que pasa ignoro muchas más cosas sobre bolsa, cabalgar los extremos me da una seguridad fuera de lo normal.
La primera llamada de atención provino de una crónica que encontré en un periódico español sobre las decenas de miles de personas venezolanas que cruzan la frontera con Colombia cada día para "mercadear" en aquel país (actualización de la situación en 2017). Los venezolanos intentan abastecerse de medicinas, comida, ropa y cualquier otro bien básico que ya prácticamente no pueden encontrar en la devastada economía venezolana. Algunos simplemente cruzan para no volver. Me llamó mucho la atención considerar el hecho de que Colombia, dentro de sus limitaciones, sigue proveyendo de bienes y servicios a su propia economía y a sus país vecino arruinado por un comunismo trasnochado. El tránsito de personas entre ambos países, con viejas rencillas por sus más de 2.600 km de fronteras, nunca ha sido sencillo. Pero ahí siguen.
Por supuesto, mis esperanzas en que el proceso de paz tanto con las FARC como en el ELN arribaran a buen puerto tienen mucho que ver con la confianza en ese país. Sin paz no puede haber buen clima para los negocios. En ese sentido parece que el camino se está andando, aunque no exento de dificultades como suele pasar en procesos tan complejos que heredan más de sesenta años de desencuentros y guerrilla. Soy más que optimista al respecto por una causa fundamental: Colombia está harta, excesivamente harta, de tanto conflicto, tanta guerra y tanta muerte. Su posición geográfica no es precisamente sencilla para lidiar con la realidad de ser el lugar de paso preferente de un inmenso "cocaducto" o inmenso caño de polvo blanco que viaja directamente desde las plantaciones de Perú y Ecuador hasta las mismas narices de los estadounidenses (y también los europeos) que se meten esa mierda en su cuerpo para olvidar su tensión, el estrés, que duermen poco y que comen ese pan de alpiste asqueroso. Mientras existan millones de personas en el coloso americano del Norte viviendo miserables vidas de cartón-piedra que necesiten de un estímulo tan poderoso como es la cocaína para no caer en la depresión, seguirá habiendo problemas de drogas en Colombia. Pero espero que sean muchos menos.
Colombia en el imaginario español. Ayer (Pablo Escobar) y hoy (acto de firma de la paz en Cartagena de Indias, 26 de septiembre de 2016). El futuro no está escrito.
Otro punto a favor fue que la bajada del crudo en 2014-2015 había descontado un escenario económico futuro demasiado pesimista para el país. Es cierto que la mitad de la exportación (legal) colombiana antes de la bajada del barril consistía en crudo y derivados petrolíferos, pero la economía colombiana no depende tantísimo de la exportación y tiene en cambio un mercado interno interesante que promete ser desarrollado. La subida moderada del crudo está causando que su bolsa despierte, especialmente a través del sector financiero con gigantes como Bancolombia, el cual se está beneficiando sobremanera de un cada vez mejor clima para hacer negocios en el país.
Y, por supuesto, el anuncio de la paridad del euro-dólar en el otoño de 2016 por parte de Goldman Sachs, anticipando por tanto que el euro se devaluaría aún más frente al dólar, me hizo pensar justamente lo contrario: que el euro, y cualquier otra divisa en general, se apreciaría frente al dólar desde entonces, como efectivamente ha ocurrido y que, por tanto, cualquier otra moneda como el peso colombiano dejaría de perder valor frente al dólar. Desde entonces el peso oscila de forma estable alrededor de la tasa de cambio 1 USD:3000 COP. Sin embargo no debemos olvidar que GXG cotiza en dólares.
Por cierto, Morgan Stanley dijo no hace mucho que esperaba que la libra llegara a la paridad con el euro pronto. Por supuesto estoy desde entonces haciendo lo contrario, comprando libras esterlinas y empresas británicas. En mi post Que amables son los chicos de Goldman Sachs recomendando vender ciertas empresas británicas pueden descojonarse ampliamente a costa de tan acertadas previsiones.
En fin, aunque no niego mis simpatías hacia el que creo puede ser el país más prometedor de Sudamérica para este siglo, como ven mis razones para invertir en este país, con prudencia, están ahí. Son razones-suelo más que razones de crecimiento, aunque el dividendo del ETF está ya en franco crecimiento. Veo difícil que vaya la cosa a peor. No obstante, les ruego que sean prudentes si se decantan por adquirir este ETF que ya está despertando. No es muy líquido, en torno a un millón USD de negociación diaria y tiene unas horquillas de en torno a 5-10 centavos de dólar. Para mí no supone problema alguno porque aquí lo importante es ganar dinero y poder salirse de la posición en un tiempo razonable cuando uno desee. Considero que para mi patrimonio (escaso) este ETF es más que suficiente.
Ah, cuidado con entrar justo tras el día de ayer. Normalmente la renta variable de Colombia no da que hablar en los círculos bursátiles habituales de Estados Unidos. Sin embargo ayer me encontré de sopetón nada menos que dos artículos publicados prácticamente a la vez en la sección Premium de Seeikng Alpha recomendando comprar Colombia y mencionando este ETF. Qué casualidad que coincidió con la mayor subida en su cotización, que yo recuerde, superior al 3%... Además, GXG está muy sobreponderado en banca colombiana y, especialmente, en Bancolombia, así que invertir en este último banco es prácticamente comprar el ETF.
Para los que no quieran concentrar tanto su riesgo-país, está disponible también el ETF AND, Holding Andean, como alternativa más diversa y, hasta ahora, de mayor crecimiento
Les dejo algo de información sobre el ETF:GXG
- Holding
- Ficha
- Factsheet
- Prospecto general de los ETFs Global X
Sean prudentes.
P.D. El mejor blog sobre ETFs, al menos en lengua española, están aquí en Rankia a cargo del gran Gaspar.