21 Gramos es el nombre de la película de Alejandro González Iñarritu, en esta película, se hace el planteamiento, cuando una persona muere, pierde 21 gramos, que es el peso del alma. Al morir, y el alma abandonar el cuerpo, perdemos ese peso. La película, transcurre en pequeñas escenas de varias historias diferentes, pero que a su vez, tienen una pequeña conexión.
Pues hoy, voy a intentar hacer algo parecido, y es contar diferentes historias, verídicas, contrastadas y documentadas sobre distintas formas de actuar.
La primera, es la historia de un joven matrimonio, que como mucha gente en este país, lo está pasando muy muy mal, pues la esposa no trabaja, y el sueldo de él, es lo normal en estos tiempos, más bien tirando a bajo. Viven en una VPO (Vivienda de Protección Oficial), en su día el banco, le hizo un % del préstamo en hipotecario y otro % en personal. Esto no entraré a debatirlo, pues se ve que es normal.
Después de unos años pagando la hipoteca, con más pena que gloria, el director de su sucursal de un banco catalán, llamó a este matrimonio para ofrecerle, pasar la parte de préstamo personal a hipotecario, por lo que el interés bajaría drásticamente, y por consiguiente la cuota a pagar. Suponiendo esto un desahogo. La operación ya estaba lista y aprobada, pero había dos peros, uno era un papel, de la conselleria de habitatge de la Illes Balears, y el segundo, es que este matrimonio no tenía ningún seguro en este banco. Pero bueno, ambos se solventan, el papel se pide, y el seguro de hogar, a pesar de tener uno en vigor, sin anularlo ni nada y aprovechando que este banco tiene también compañía de seguros, se le hacen los dos seguros para que la operación se valide, uno de hogar, por 20€ mensuales, es decir 240€ anuales (pagaba 91€) y un seguro dental de 10€ mensuales.
Pasados 2 meses llega el papel de la conselleria, y se le hace entrega al banco. Pasado otro mes desde esto, el del banco le informa que ya solo falta, otro papel, que ya han pedido ellos y la tasación de la casa.
Ojo a la conversación:
Banco – Ahora solo falta el papel X (No recuerdo) que ya hemos pedido y la tasación.
Matrimonio - ¿Cuánto cuesta la tasación?
Banco – 300€
Matrimonio – Sabes que no tenemos un duro, no podemos pagar eso.
Banco – No os preocupéis, lo pondremos en la hipoteca y listo.
Matrimonio – Ok, ¿así que ya está todo? ¿Cuándo firmaríamos?
Banco – (Aquí lo mejor) No no no, ahora presentamos todo, y el Banco estudiara si os da la hipoteca o no…
-Un silencio sepulcral invade la zona-
Matrimonio – Pero… Me dijiste que estaba aprobado, por eso me llamaste, por eso llevas 4 meses cobrándome los seguros.
Banco – Es que sin seguros no hay hipoteca
Matrimonio – Y si no me la dan, ¿Qué pasa con los 300€ de la tasación?
Banco –(Con dos cojones) Evidentemente la tendrás que pagar tu…
Os puedo decir, que hoy se ha firmado esa hipoteca, después de 6 meses pagando seguros.
Pero es de juzgado la actitud de este banquero, lo que se hace por 2 seguros, porque la hipoteca aquí es lo de menos, es cierto que han ayudado al cliente, pero ahora paga 240€ de seguro de hogar, por un piso de 50m2. En fin…
Este “tipo” cuando muera, os puedo asegurar que no perderá 21 gramos…
En este caso, es un tema un poco más escabroso, una amiga y clienta, por desgracia, está pasando por un tratamiento para combatir un cáncer. Un día me pidió que le revisara todos los seguros, que los tenía con su entidad bancaria, para poder cambiarlos. Cuál es mi sorpresa, cuando veo, que tiene un seguro, por el cual, en caso de baja temporal, le pagan hasta 1 año de hipoteca. Evidentemente, mi amiga no tenía ni idea, de que tenía dicho seguro, pero por lo que desprendió la conversación con el personal del banco, ellos tampoco. A día de hoy todo está en trámites para cobrar, pero esto demuestra la importancia, en este sector, de un personal competente en la materia.
Esta para mí, es la más desagradable, pero por el trato que ha recibido la persona, resulta que se me presenta una chica en la oficina, que tiene el seguro en la compañía para la que soy agente, pero a través del banco, me viene pidiendo ayuda. Resulta, que su negocio, hace unos meses tuvo un siniestro, se originó un incendio. El negocio es una tienda de ropa, por lo que la mayoría del genero quedó inservible, entre el humo y los olores.
Cuando fue al banco a declarar el siniestro, pues es con quien contrató, el banco le dijo “Vete a la compañía directamente, aquí no llevamos esas cosas”. Como dice la pobre chica, ellos cobran, pero luego…
Pero bueno, desde la compañía, le comunicaron que eso no era así, que este banco era su mediador, y que tenían que atenderla. Pero en su sucursal bancaria, lejos de atenderla, fue tal el enfado, que solo hicieron 1 tramite, intentar que la compañía pagara la indemnización por transferencia, a la cuenta del banco, para liquidar la póliza de crédito, ¿porque? “Porque es legal, puedo hacerlo y no quiero hacerte ningún favor”
Así, tal cual suena, al banco le daba igual que ese dinero fuera para reponer género y poder continuar con la actividad comercial, al banco solo le importaba cobrar lo suyo, y que la clienta, se quejaba y le ponía en demasiados apuros. Ahora como en la anterior insisto. Esto demuestra la importancia, en este sector, de un personal competente en la materia. Y sinceramente, dudo que este tipo, al morir, tampoco pierda 21 gramos, los perdió hace tiempo.
Esta ya la comenté, pero la refresco, en la comunidad donde viven mis padres, reciben una carta, por la cual le anulan el seguro de la comunidad (Caser a través del banco), mi padre, que novato en esto de los seguros no es, hace una póliza en la compañía para la que trabajamos. Pero cuál es su sorpresa, cuando recibe en la comunidad, una póliza de Liberty, emitida por el banco claro. Esperamos a tener la póliza de nuestra compañía, y nos dirigimos al banco, en este caso diré el nombre, porque aparte de contrastado, tengo todo documentado y disponible. Así que en la Sucursal de Sa Nostra, entregamos una carta para que no paguen el seguro, pedimos que nos sellen la pertinente copia de la comunicación (Como hay que hacer siempre), pero cuál es nuestra sorpresa, se niegan… Curioso, pero este banco ha tomado esta política.
Nos dicen que no sellan nada, que tienen esa orden, pero que no nos preocupemos, que el seguro de Liberty, no se pasara… Bueno, la culpa es mía por creer, evidentemente el seguro se cobró. Cuando fuimos a pedir la devolución, después de discutir un poco, hicieron el abono. Pero ya tuvimos que volver, ya tuvimos que ponernos en plan bravos (por no decir cabrones), pero bueno. Al final devolvieron el dinero.
Este último, es como el caso de una amiga, a la que le di unas cartas con órdenes de no pago para el banco, pues le habían subido el seguro del hogar como 30% el del coche un 15%, hechos ambos con el banco, cuando pidió la devolución de los recibos, el banco se negó, ¿motivo?, “El seguro lo hemos hecho nosotros, no devolvemos esos recibos” ¿Cómo se solucionó?, hicimos unas cartas con orden de no pago, y las intentó entregar, pero en este caso, tampoco se quería sella la copia, la clienta me llamó dese el propio banco, y se solucionó todo, siguiendo mis instrucciones, cogió a dos personas, y les pidió que firmaran la copia, explicando que el banco se negaba a sellarle la copia de la comunicación. El cajero, tardó cero coma en sellar… Así que a estos extremos hay que llegar.
OJO, pensar que estas cosas, por desgracia pasan tanto en banca seguros como en el canal tradicional, pues canallas hay en todos sitios, pero es cierto, que banca seguros acumula cerca del 90% de las reclamaciones por mala praxis en este sector. Por eso, siempre hay que preguntarse, el que me vende el seguro, ¿Pesa 21 gramos de menos?
En este sector, la materia prima son personas, y como tal, trata al prójimo, como querrías que te trataran a ti.
Como siempre un placer escribiros, pero un placer aun mayor que me leáis.
