¿Qué estabas haciendo en 2002? Probablemente sea la fecha más importante en la historia de nuestra civilización, y una de las más importantes en la historia de la humanidad, aunque probablemente no sea reconocida como tal y no aparezca en los libros de historia. Si hay gente en el futuro que se preocupe por estas cosas, lo más probable es que se pregunten si los que lo vivimos fuimos conscientes de lo que pasaba.
2002 fue el primer año en la historia de nuestra civilización en que la producción de petróleo fue incapaz de satisfacer la demanda (ver: La demanda de petróleo, ¿una fuerza imparable?). No porque alguien hubiera cortado el grifo, sino con los grifos completamente abiertos. Por supuesto casi nadie se dio cuenta. Para eso estaba la capacidad de reserva. Tan solo el precio empezó a subir. También se darían cuenta los productores a cargo de la reserva, pero no hay constancia de ninguna declaración al respecto.
Sorprendentemente, dos años después la falta de petróleo no se había solucionado, y la capacidad de reserva se había vaciado. Entonces el petróleo empezó a subir de verdad, alcanzando precios que no se habían visto en casi dos décadas.
La capacidad de reserva de la OPEP (mbpd) fue vaciada entre 2002 y 2004 y permaneció en niveles mínimos hasta el verano de 2008, provocando un shock de precio del petróleo. Fuente WTRG Economics
Pero lo peor estaba por llegar. En la primavera de 2005 la producción de petróleo dejó de crecer (ver: El pico de petróleo, aquí y ahora). Los que siguen las cifras se dieron cuenta de que los valores de junio, julio, agosto, etc. de petróleo crudo más condensados (la categoría principal de petróleo en las estadísticas) no superaban los valores de mayo. Pero antes de que ellos lo notaran, lo había hecho el mercado. Un sistema de descubrimiento de precios donde los barriles que no llegaban empujaban al alza el precio de los que sí lo hacían, aunque nadie los contara.
¿Por qué faltaba petróleo en el mercado? La respuesta más sencilla es que el petróleo se estaba volviendo más difícil de extraer. Desde 2002 los yacimientos tradicionales producían menos y hacía falta gastar más dinero en mantener la producción, y los nuevos yacimientos eran más caros de explotar, porque ya no quedaban yacimientos baratos. Las compañías gastaban más dinero tratando de incrementar la producción, pero solo conseguían mantenerla a un coste cada vez más elevado. Se había llegado a un límite geológico, el del petróleo barato de extraer. No uno insalvable, pero límite al fin y al cabo, y de una importancia extrema, como veremos. Nadie convocó a la prensa para explicar lo que pasaba, pero los precios subían y subían. La inflación y los tipos de interés iban detrás.
Ahora bien, el crecimiento de la economía depende de un suministro creciente de petróleo barato, y el suministro había dejado de crecer. No solo eso, sino que en la competencia resultante por el petróleo en el mercado, los países en desarrollo ganaban y USA, EU y Japón perdían, con lo que para estos países, no solo no crecía el suministro de petróleo, sino que disminuía (ver: La demanda de petróleo, ¿una fuerza imparable?). En 2005 para este grupo de países llegó su propio pico de petróleo. A partir de entonces su consumo de petróleo empezó a descender. La gente conducía menos, tomaba menos aviones, las empresas producían menos, etc. La crisis económica se volvió inevitable.
Multiples picos relacionados con el petróleo en 2005. Número de vuelos comerciales en USA. Distancia recorrida en coche por persona en USA. Número de coches por conductor en USA. Fuente: Steven Kopits.
Si el petróleo hubiera disparado su precio en ese momento, la crisis se hubiera desatado sin duda, pero al obtener los países en desarrollo suficiente petróleo las tensiones en el mercado no eran muy grandes, y el precio subía de forma manejable. Lo que sucedió fue de hecho peor que una crisis.
El crecimiento económico es dependiente del crecimiento en el consumo de petróleo. Entre 2004 y 2008 se produce uno de los pocos periodos en la historia reciente en la que dicha dependencia se desacopla. Fuente: Our Finite World
Ante la situación de tener que renunciar al crecimiento por falta de petróleo, los países desarrollados hallaron otra forma de que sus economías siguieran creciendo. Aprovechando que la economía había mostrado un sólido crecimiento durante varios años, y que los tipos de interés no eran muy altos, los países desarrollados empezaron a cargarse de deuda.
Evolución de la deuda y el PIB del G7. Entre el 2002 y el 2008 se produce un incremento fortísimo de la deuda que permite un ligero crecimiento del PIB, desacoplando crecimiento y consumo de petróleo a base de traer riqueza del futuro al presente. Fuente: Deutsche Bank a través de Zerohedge.
No está claro para mí si el incremento de la deuda fue una decisión consciente, o un mecanismo de compensación, pero indudablemente la desrregulación que había tenido lugar para financiar la globalización, y la desidia de los supervisores, dieron lugar a una burbuja de crédito como no se había visto en mucho tiempo. La deuda tiene el efecto de impulsar el crecimiento del PIB incluso cuando el suministro de petróleo cae. Es prosperidad traída del futuro a costa de empeorarlo. Una burbuja de deuda tiene también el efecto de crear burbujas de activos, que en algunos países como el nuestro tomaron la forma de burbujas inmobiliarias.
Pero en 2008 la escasez de petróleo duraba ya seis años. La tendencia alcista del precio era impecable, e impulsado por la especulación el precio del petróleo finalmente se disparó. Era tarde para que la crisis sirviera para limpiar el sistema. Había demasiada deuda, y un suministro de petróleo que no crecía. En esas condiciones la crisis podía no solo ser devastadora, sino también definitiva. Sin petróleo barato y abundante podría no haber recuperación posterior. Los mismos supervisores que le habían fallado al mundo al permitir un crecimiento desmesurado y ponzoñoso de la deuda, tomaron la decisión de avalar y comprar ingentes cantidades de deuda, rescatar bancos insolventes y crear cuanto dinero fuera necesario para sostener el sistema financiero.
Es en este momento cuando mucha gente se hace consciente de la crisis, pero no de sus causas. Algún presidente poco preparado o poco sincero, que ignora lo que pasa en su propia casa, incluso se atreve a decir que la crisis es consecuencia de las hipotecas basura de USA, y que a nosotros no nos afecta porque lo hemos hecho todo muy bien.
La causa del exceso de deuda es la falta de petróleo que la hizo necesaria. No se podía permitir que la falta de petróleo hundiera el PIB, así que se alimentó con crédito. La causa inmediata de la crisis también es la falta de petróleo. Su alto precio hizo subir los tipos de interés provocando la insostenibilidad de la deuda y disparando los impagos. La causa de que la crisis siga seis años más tarde es que no ha vuelto a haber petróleo barato abundante (a los $30/b a precio constante que estuvo entre 1985-2004). La causa de que la crisis puede no terminar nunca es que puede que no vuelva a haberlo, excepto en momentos puntuales cuando se hunda la demanda, es decir momentos de más crisis.
La caída del precio del petróleo en el 2008 fue muy breve, dado que la crisis solo afectó a los países desarrollados. La demanda y los precios se recuperaron en seis meses. Lo curioso es que la situación seguía siendo la misma que antes de la crisis. A los países desarrollados les seguía faltando cada vez más petróleo y engañaban al crecimiento con cantidades crecientes de deuda. Solo cambiaba el deudor, en esta ocasión los estados. Pero sin crecimiento real los deudores pronto se vuelven insolventes, y en 2010 se desata una crisis de deuda seguida en 2011 de una nueva recesión en Europa y Japón. Con los estados insolventes, toman el relevo los bancos centrales, que teóricamente no pueden quebrar, pero sí destruir la moneda.
Mientras en 2010 los altos precios del petróleo producen un renovado interés en Norteamérica por el petróleo de esquistos y las arenas bituminosas. En USA la industria del gas dedicada a la fractura, que no ha conseguido aún flujo de caja positivo debido a los bajos precios del gas, se recicla en un tiempo extraordinariamente breve en extraer petróleo de esquistos, aplicando el conocimiento adquirido. La industria del bitumen canadiense, lentamente y con esfuerzo e inversiones, va subiendo la producción del caro y difícil de procesar petróleo de bitumen, impulsada por la bonanza de precios.
La industria del petróleo americano responde a los precios del petróleo. Entre 2005 y 2009 incrementa el número de estructuras de perforación de petróleo. Tras la crisis, ante los altos precios sostenidos, recicla buena parte de las estructuras de gas al petróleo, dando lugar al boom del esquisto. Fuente: Energy Matters. Datos: Baker Hughes
En 2011, tras más de 2 años de precios muy elevados, por encima de $100/b la mayor parte del tiempo, y nueve años después de que empezara la escasez, el petróleo vuelve a fluir. Oriente Medio por fin ha conseguido elevar su producción y Norteamérica aporta un 4% más al petróleo mundial (para ello requiere el 20% de la inversión mundial). Pero se trata de un petróleo muy caro, sostenible solo con elevados precios. Ese petróleo no alivia a Europa y Japón que no pueden permitírselo, y tampoco ayuda a China e India, que empiezan a dar muestras de reducir su crecimiento, pero ese petróleo es crucial para evitar un nuevo shock cuando la producción se desploma en Libia por la guerra y cae en Irán por las sanciones. A pesar de tales eventos el precio se sostiene.
Pero la situación es terrible. Un petróleo a $110/b puede parecerles bien a los productores, pero asfixia a los países desarrollados y aprieta el cuello a los países en desarrollo. Ahora que hay suficiente petróleo, el mundo no puede pagarlo. En 2014 la situación deja de sostenerse. Cede la demanda. Japón entra de nuevo en recesión, acompañado por Italia, mientras Europa no crece y China e India crecen menos que en los últimos 5 años. El precio del petróleo se hunde, de momento hasta por debajo de los $60/b. Podría ser el comienzo de una nueva recesión global, o podría ser que los bajos precios estimulen la demanda, especialmente de China e India, para las que ese precio es más que aceptable. No hay forma de saberlo. ¿Aguantaría el mundo otra recesión con los niveles de endeudamiento actuales sin sufrir una catástrofe monetaria? Hay mucho nerviosismo entre los líderes. Todos quieren evitar la recesión por si acaso y parecen dispuestos a imprimir para estimular, pero si las crisis pudieran evitarse imprimiendo dinero, hace ya mucho tiempo que no existirían las crisis.
Cuando alguien os diga que las causas de la Gran Recesión son éstas o aquellas, que si la deuda, que si la desrregulación financiera, que si las hipotecas basura, que si la burbuja inmobiliaria, que si el riesgo crediticio, etc, etc, ahora sabéis la realidad. Todos esos son factores secundarios que han respondido a una causa primera que es la falta de petróleo barato suficiente para seguir creciendo, situación que se produce a partir de 2002. La deuda fue la "solución" que se encontró para seguir creciendo cuando la falta de petróleo empezó a limitar el crecimiento del mundo desarrollado. Por eso deuda y falta de petróleo van de la mano afectando solo a Occidente entre 2002 y 2008 y por eso la crisis afectó primariamente a Occidente. Por eso la crisis no ha podido resolverse, porque su causa primera sigue existiendo: no hay petróleo barato abundante. Por eso la crisis no se va a resolver: no va a volver a haber petróleo barato abundante. Ya no podemos ni podremos pagar el coste real del petróleo y crecer al mismo tiempo. Podremos pagar el precio cuando éste sea tan bajo que dañe a los productores, que se ven obligados a venderlo, pero reducirán su producción agravando las perspectivas futuras. Cuando ellos puedan venderlo a un precio adecuado a sus gastos nosotros nos hundiremos en la crisis. Además cada año el coste real del petróleo se va a ver incrementado significativamente a juzgar por el continuo incremento de los gastos de exploración y producción de las petroleras. Puede que para 2016 las petroleras necesiten un precio de $140/b. Es una mala situación y empeora año a año. El pico de petróleo ha llegado y el aspecto que tiene no era el que esperaba la mayoría de la gente. La crisis ha llegado para quedarse, y ningún partido, ningún líder ni ninguna política pueden cambiar lo que la física, la geología y la termodinámica han dictado para nosotros. Con esa troika no hay negociación que valga.