Decía Emil Cioran:
Cuanto más aprendo a deleitarme en una ausencia de razones de ser o a actuar sin ninguna utilidad como no sea hacer más llevadero el tedio, más hombre soy. Labrador en el Sahara, ésa es su dignidad. Un animal que puede sufrir por lo que no es. He ahí al hombre.
A veces resulta sorprendente la capacidad del ser humano para buscarse problemas y, a falta de estos, complicarse con banalidades. El mercado a menudo es más mercado que de costumbre: no difiere demasiado una tertulia de “expertos” del corrillo en la cola de la pescadería, la emergencia por ponerse largo/corto a la llamada de los saldos en la ropa.
De Kostolany quedó aquello de que más valía reflexionar sobre el dinero una semana que trabajar ese tiempo para conseguirlo. A marcadas leguas de este pensamiento, la realidad es que en cosa de un mes hemos desayunado con 4 versiones distintas de cómo iba a cambiar el mundo en las próximas semanas, cifra que incrementaremos a 9 si tomamos la observación desde mayo y a 57 si tomamos la observación YTD. Al parecer todo evento con cierta relevancia es susceptible de ser un cisne negro, y si no al menos nos esforzaremos por aparentarlo. En España hemos vivido mejor sin gobierno que con él, en ausencia de nuevos sablazos fiscales, y no ha dejado de funcionar el Metro de Madrid, en UK de momento las islas no flotan a la deriva por el Atlántico, en Italia siguen haciéndose fotos los turistas junto al Coliseo y en EEUU el 4 de Julio por ahora seguirá siendo en Julio. ¿Nos hemos dejado llevar por un alarmismo excesivo porque estamos aún escaldados de la crisis de 2008? ¿acaso tiende el ser humano a complicarse la vida para buscar un sentido a la misma?
Conviene tener claro que la radicalidad operativa no sale gratis, muy al contrario nos perjudica notablemente porque hace que perdamos parte de los mayores retornos que nos ofrece el mercado simplemente por el tiempo que empleamos entre la adquisición y venta de participaciones. Según refleja el Guide to the Markets de JP Morgan para el 4Q 2016, el impacto de haber estado fuera de mercado las 10 mejores jornadas del MSCI Europe entre 2001 y 2015 no sólo hubiese hecho que nuestra inversión inicial no creciera sino que la minoraría un 20% de media.
En bolsa todo sube y baja, con mayor o menor pendiente, y nadie está a salvo de las oscilaciones. Miento, lo estuvo el Fairfield Sentry Fund durante lustros hasta que al departamento de Justicia Norteamericano le dio por investigar a su gestor, un tal Madoff. Clientes y no clientes preguntan (o directamente toman la decisión) si deberían de reembolsar su Nordea-1 Stable Return porque lleva unos meses un tanto confuso, a lo que siempre les contesto: “Cuando el Soft Closing se levante aprovecha para incrementar tu saldo”. La cara de estupefacción es digna de admirar.
Si en el artículo anterior defendía la alternativa de las IIC de renta fija cobrando los yields y manteniendo a vencimiento, en este caso quiero abogar directamente por separar el grano de la paja, no dejarse llevar por las alarmas que a diario surgen en una u otra dirección y tratar de obtener un proveedor de información que nos resulte fiable y, por encima de todo, consecuente. En mi caso, gusto escuchar a economistas jefe por su visión global, como Rosa Duce de Deutsche Bank, Gero Jung de Mirabaud AM o Joachim Fels de PIMCO, ya que en los tres casos obtengo una perspectiva consistente que a lo sumo variará ligeramente para adaptarse a mercado pero nunca de forma brusca. Y sobre todo, sin especial preferencia, creo importante conocer la opinión de cuantos más gestores de fondos mejor, ya que son quienes sobre el terreno hacen práctica toda la teoría que predica su casa.
Pongamos en valía una inversión por convicción, y para ello enamorémonos de la casa, de su visión de mercado y de los profesionales que la forman. Huyamos de gurús cortoplacistas, de advenedizos, de agoreros, que salen realmente caros. Bien distinto es invertir con cautela que con paranoia.
Les dejo a continuación mi última recomendación del año, felices fiestas y próspero 2017!
UN FONDO PARA CREER: Sextant Grand Large
En el año 2003 se creó en Paris la gestora Amiral a manos de un equipo capitaneado por François Badelon, bróker proveniente de Exane, so pretexto de convertirse en una boutique ortodoxa y de referencia en Francia. No sería hasta este año cuando desembarcasen en España, fichando para ello a un ex Bestinver, Pablo Martínez Bernal, y abriesen al amplio público su gama de “tan solo” cinco fondos, siendo para mí el más representativo el que me propongo exponer.
Sextant Grand Large nació al mismo tiempo que la casa como un fondo Global flexible, cuya ponderación de Renta Variable puede oscilar entre 0-100% según las circunstancias del mercado. Una de las particularidades que más atraen la atención de este vehículo es que su preferencia enfoca en la bolsa francesa, donde a 31/10 mantenía aproximadamente el 40% de su patrimonio, si bien abre la puerta a zonas de Asia (Japón, China, Corea), Europa y EEUU entre otros (la mayor posición de toda la cartera es Berkshire Hathaway).
Gusto comparar el Sextant Grand Large con otros “fondos insignia” clásicos como el Deutsche Concept Kaldemorgen o el Patrimoine de Edouard Carmignac, si bien de momento el de Amiral goza de un enfoque bastante distintivo y sobre todo de la agilidad que le permite una capitalización de poco más de mil millones de euros (¡una quinta parte del Kaldemorgen y una vigésima parte del Patrimoine!).
Rendimientos por encima de la media y volatilidad sumamente controlada, ¿qué mejor carta de presentación?