De verdad, siento lo ocurrido, tengo amigos en Rankia y en otros sitios que lo están pasando mal, suele decirse para amortiguar el golpe que es un master que te da la bolsa, aunque realmente te lo vende y se lo cobra bien. Lo he seguido como si me hubiera afectado directamente, pero esta vez me ha salido gratis el master. Llevo tantos años invirtiendo, que me da hasta vergüenza decirlo. Creo que ya he pagado muchos masters como para que de vez en cuando me regalen uno, no obstante en todos se aprende algo, por mi parte esta vez he aprendido o recordado algunas cosas de las que voy a compartir tres.
UNA: La ilusión que sustituye al valor.
Cuando tenemos una empresa en cartera, tenemos un patrimonio equivalente a su valor contable, su cotización se puede considerar que tiene dos componentes: su valor contable más la ilusión de los beneficios futuros. Esa ilusión que cotiza en bolsa, a veces está disparada, pero nosotros normalmente pensamos que forma parte de nuestro patrimonio y la consideramos beneficio obtenido, la bolsa a veces hace que la ilusión desaparezca y la cotización vaya a buscar el valor, el Ibex lo hizo en 2.012, 2.009, 2.003, 1.996, 1.993, …… Cuando una empresa tiene continuidad, el capital aportado por los socios, sumado a los beneficios retenidos hasta hoy conforman su valor contable y ese es el valor de la empresa hoy; luego, para calcular su valor intrínseco, podemos sumarle las expectativas de beneficio futuro (o de liquidez futura) y descontarlas al momento actual por el método del descuento de flujos o por el método que queramos, pero realmente lo que estamos haciendo es incrementar el valor contable que tiene hoy la empresa, con la ilusión del beneficio que posiblemente obtendremos en el futuro.
Aunque esta es la situación normal que se da en la bolsa y debemos tenerla asumida, de vez en cuando, en alguna empresa o en algún fondo, se da una situación especial y esta ilusión se magnifica más de lo normal porque aparece alguien que es capaz de hacernos creer que la ilusión forma parte del valor, algunas veces, resulta que la realidad es que todo el valor no es más que una ilusión. Esta gente suele ser capaz de hacer grandes cosas; si utilizaran su capacidad para hacer cosas buenas y útiles, seguramente a todos nos iría mejor.
DOS: La protección de Peter Lynch.
Hace bastante tiempo leí “One up on Wall Street” de Peter Lynch y saque unas conclusiones sobre su forma de invertir. Nunca he comentado nada aquí sobre ellas. Cuando vas a contracorriente y/o no estás en línea con la “postura oficial”, si muestras tus ideas y razonamientos, tienes que justificar absolutamente todo y siempre encontrarás una enorme oposición cuando no descredito, especialmente si lo que estás cuestionando es algo “sagrado”, entonces suelo tomar la postura cómoda de no decir lo que pienso, aunque, por supuesto, actúo en consecuencia a las conclusiones a las que llegué.
El tema de Gowex me ha hecho recordar los inconvenientes para los mortales que creo que tiene la forma de invertir de Peter Lynch, Gowex parecía una bagger, es (o era) de esas empresas que eran o podían llegar a ser tenbagger, twentybagger o wich-is-bagger pero también, como cualquier empresa de la cartera de Lynch, podían convertirse en zerobagger. No cabe duda de que habrá otras Gowex y Pescanovas, o tal vez ya están ahí, incluso las tenemos en cartera; por lo que creo que debo comentar mi punto de vista sobre la forma de invertir de P. Lynch que hacen de esta un peligro para pequeños accionistas o no tan pequeños, debido a la falta de protección en que puede quedar su inversión. Recordemos que la inversión busca rentabilidad, pero también protección o seguridad, hay inversores famosos que dicen que más importante que ganar es no perder.
Para centrarnos necesitamos una base en la que creo que podemos estar de acuerdo, todos:
- El fondo Maguellan que gestionaba Lynch tenía 1.400 empresas en cartera aproximadamente
- En la bolsa una acción puede perder hasta un 100% de su precio pero no más (como Lynch no invertía a crédito, descartamos otras posibilidades) en cambio los beneficios pueden ser del 10-20-100-1.000-10.000- …..%, en teoría no tienen limite.
Bien, partiendo de esas bases, recordemos que hay una ley o principio en estadística que se llama la “ley de los números grandes” que más o menos dice: el promedio de una muestra significativa escogida al azar de una población de gran tamaño tenderá a estar cerca de la media de la población entera, dicho de otra forma: si tiramos una moneda al aire 10 veces podrá salir 2 veces cara y 8 veces cruz, pero si la tiramos 1.000 veces (o la cantidad que corresponda según los cálculos estadísticos) saldrá muy cerca de 500 veces cara y 500 veces cruz; creo que la idea está bien transmitida y queda clara.
Si nosotros intentamos seleccionar acciones como hacía Lynch, (independientemente de que el incluía otros controles y no dudo que nosotros también los incluimos) y al final invertimos en 2 ó 5 empresas en la línea de lo que consideramos su estilo de inversión, es probable que nos salgan todas mal o todas bien, o que nos salga bien un 30% o que sea un 80%; en unos casos pensaremos que somos los reyes del mambo, tan buenos como Lynch o mejores y que es un estilo buenísimo al que nos adaptamos totalmente, pero en otros casos habremos perdido el dinero y estaremos pensando que estamos a mucha distancia hasta de considerarnos simplemente inversores. Normalmente estaremos equivocados en ambos casos.
Lynch no elegía las empresas aleatoriamente, es cierto, él elegía empresas desconocidas que pensaba que iban a crecer muchísimo y que eran buenas, por lo tanto el conjunto de las empresas en las que invertía ya tiene incorporado un gran sesgo hacia el resultado positivo. En esto estamos en las mismas condiciones, nosotros también buscamos las que pensamos que son buenas.
Donde P. Lynch juega con una ventaja insalvable respecto a nosotros es que sus inversiones estaban protegidas por el gran número de empresas que gestionaba, aunque las hubiera elegido tirando una moneda al aire, los errores por pérdidas que podían ser de hasta un 100% en el 50% de las empresas (aunque lógicamente ese porcentaje sería menor, debido al sesgo en la elección) quedan compensados y superados con los beneficios por los aciertos en las restantes que, en algún caso podían llegar a ser del 1.000-10.000%. y el conjunto de todas las empresas hacían que obtuviera unos márgenes inigualables.
Si intentamos imitar su estilo y lo hacemos con unas pocas empresas, perdemos esa protección y con una o dos que nos salga mal, el conjunto puede salir muy mal.
TRES: La responsabilidad de los que escribimos en los blogs
Cuando analizamos una empresa, previamente hemos hecho un trabajo de selección y luego hacemos varias cribas hasta quedarnos con 10 o 15 de ellas que en principio tienen buena pinta, posteriormente comenzamos el análisis individual de cada una y vamos conociéndola; en cualquier momento del análisis podemos llegar a la conclusión de que no es buena para invertir y la rechazamos, eso se traduce en que ya no continuamos trabajando en ella, por lo que únicamente terminamos el análisis de las que consideramos buenas. No sé si todos haremos lo mismo, supongo que sí, al menos en mi caso es así.
Por otra parte, cuando publicamos un análisis, lógicamente es de alguna empresa que hemos analizado, por lo tanto, solo publicamos análisis de empresas que consideramos buenas, las consideradas malas quedan olvidadas y los problemas que hemos detectado durante el análisis no son publicados.
Yo me pregunto ¿no deberíamos publicar estos análisis de empresas consideradas malas? Aunque seguramente estos posts tendrían menos aceptación porque, siempre se queda mejor hablando bien de alguien que hablando mal aunque sea verdad, es muy probable que haya gente que haya invertido en ellas y al menos provocaría que se replantearan su inversión o que profundizaran en los motivos que les llevó a invertir, por otra parte cuando se habla mal, es más probable que salga alguien defendiendo la empresa y se genere un debate que puede hacer que cambie o se reafirme en su posición cualquiera de las partes.
No digo que seamos capaces de hacer la labor de Gotham con Gowex, depurando malas compañías que un día u otro hubieran estallado, aunque tampoco digo lo contrario, pero hay muchas empresas, algunas con problemas más o menos graves de los que nadie habla y que en algunos casos los hemos detectado analizando la empresa, pero quedan en el olvido, cuando tal vez, podría ser útil terminar el análisis o incluso dejándolo a medias, plantear en los blogs los problemas detectados para someterlos al debate y provocar que suenen las alarmas donde tienen que sonar, avisando del peligro de invertir en ellas.
Como siempre esto solo es una opinión y las opiniones …… opiniones son.
Saludos