Parece ser que Mari ano no me lee (mejor para él, así vivirá más feliz), pues ha repetido el error garrafal de volver a regalar dinero a los bancos haciendo una colocación de bonos sindicada. Aunque también puede ser que lo haga a sabiendas, lo que sería de juzgado de guardia en los momentos actuales.
La primera vez que lo hizo ya expuse aquí la inutilidad e inmoralidad de la operación.
Copio unos párrafos de lo que dije sobre la metedura de pata anterior:
El gobierno puede lanzar esta emisión sindicada por dos motivos:
a) Por ignorancia.
b) A sabiendas de que regala dinero.
En ambos casos, es muy grave la situación.
La única excusa que puede alegar para tamaño despropósito es que con una emisión sindicada se asegura la colocación del papel. Pero ese motivo no se sostiene ante un análisis detallado.
¿Qué hacen los bancos colocadores hoy después de haberse comprometido a quedarse con bonos a un interés sustancialmente más alto que el del mercado?
Vender la misma cantidad de bonos en el mercado secundario. Lo que hace bajar los precios y subir el tipo de interés que se aplica. Esta acción inevitable diluye fuertemente la pequeña ventaja que pudiera tener la sindicación. Los bancos colocadores están cobrando unas cantidades ingentes de dinero por no asumir ningún riesgo. Hoy mismo ha subido fuerte el diferencial con el bono alemán, apenas han comenzado los bancos a cubrirse de la operación de colocación vendiendo papel.
Pagar por una colocación de papel que hay en circulación es una estupidez. Tendría algún sentido si no se pudiera vender un activo similar en el mercado (por ejemplo, la primera colocación asegurada de bonos patrióticos). Pero asegurar una colocación de bonos o de acciones que cotizan en mercados secundarios son ganas de regalar el dinero.
Después de la colocación ha vuelto a repuntar la prima de riesgo, como era de esperar. Se van trasvasando las futuras pensiones de los abuelos a los Banksters con la mayor desfachatez.
Guindito de la Quebrada
Este humorista de serie B hacía bolos en un banco americano, pero, por motivos que no vienen al caso, los clientes pararon de reír en seco.
Luego hacía de doble de Chiquito de la Calzada cuando el genial humorista estaba actuando en Japón, pero el público notaba la diferencia, no por el parecido, que es clavado, sino porque Guindito habla mucho peor el inglés.
Ante el poco éxito de sus trabajos, no hubo más remedio que meterlo a ministro. En esa profesión, hasta un mediocre puede parecer un genio.
Ayer lo mandó Mari ano a pedir a los otros humoristas económicos europeos que se garantizaran los depósitos de más de 100.000 euros. Después de soltar el chiste, no hubo ni una sonrisa. A micrófono cerrado uno de ellos le dijo: oye macho, parece que te has caído del guindo, esas cosas no debes decirlas, que se pone la gente en guardia. El único sitio en el que hay suficiente dinero para tapar los agujeros son las cuentas de los bancos de toda Europa. Haz el favor de no crear alarma social, a ver si se ponen a sacar la pasta y no llegamos a tiempo.
El mero hecho de que Guindito haya sido el único en pedir que se garanticen los depósitos mayores de 100.000 euros ya indica que el desgobierno de Expaña no ha descartado la posibilidad de que haya que meterles mano y, como el niño chivato del parvulario, intenta endosarle el muerto a los capitostes europeos.
Un par de fotos del humorista.