El análisis de las Seguridad Social y las Pensiones, situación actual y perspectivas tiene enorme complejidad, repercusiones y múltiples puntos de vista que deberían ser abordados con enfoque multidicisciplinar y de consenso para que se tomaran decisiones de largo plazo auténticamente sólidas, interlegislaturas y de auténtica equidad intergeneracional.
Si algo nos enseña la Historia de la Seguridad Social y las Pensiones, como otros aspectos de las Finanzas y de la Sociedad, es que la perspectiva política cortoplacista y sin un amplio consenso no genera más que mucho marketing político rimbombante y una endeble fragilidad de la normativa y su aplicación. Los políticos deberían ser conscientes, probablemente lo son en general pero se mueven a la hora de la verdad aparentemente con una función objetivo diferente en último término, de que lo mejor para la ciudadanía y la Sociedad son acuerdos estables de largo plazo con el máximo consenso, interlegislaturas e intergeneracionales. La realidad es otra y en ocasiones además con una auténtica perversión del lenguaje en un contexto de élites extractivas, sociedad gaseosa trufada más de intereses cortoplacistas y clientelares que de ideas con visión de Estado de largo plazo buscando óptimo colectivo Pareto-estable. Ya sabemos desde hace muchos siglos que si a un problema le vas poniendo más y más restricciones, al final no tiene solución, o es de solución aberrante.
En estos días se anuncia a bombo y platillo, como casi siempre a lo largo de la Historia de la Seguridad Social y las Pensiones, un gran acuerdo que resuelve los problemas financieros de la Seguridad Social y para ello, entre otras cosas, se deroga el muy concreto, claro y muy elaborado desde la perspectiva financiero-actuarial FS Factor de Sostenibilidad de 2013, que jamás se aplicó ni se aplicará, siendo sustituido por un improvisado y muy poco claro MSI Mecanismo de Solidaridad Intergeneracional, que ni está definido, dado lo que me es conocido, ni tiene todos los componentes que debería tener un auténtico factor corrector financiero de solidaridad intergeneracional en contexto completo y no parcial de análisis financiero y sobre todo de historia y tendencias demográficas.
En consecuencia, al actual supuesto gran acuerdo, ya lo hemos visto nada más firmarse prácticamente, al empezar a definir lo que faltaba por definir, genera polémica y nace con fecha de caducidad. No aprendemos casi nada de la Historia Financiera.
Luis Ferruz Agudo / Escritor y economista/
Si algo nos enseña la Historia de la Seguridad Social y las Pensiones, como otros aspectos de las Finanzas y de la Sociedad, es que la perspectiva política cortoplacista y sin un amplio consenso no genera más que mucho marketing político rimbombante y una endeble fragilidad de la normativa y su aplicación. Los políticos deberían ser conscientes, probablemente lo son en general pero se mueven a la hora de la verdad aparentemente con una función objetivo diferente en último término, de que lo mejor para la ciudadanía y la Sociedad son acuerdos estables de largo plazo con el máximo consenso, interlegislaturas e intergeneracionales. La realidad es otra y en ocasiones además con una auténtica perversión del lenguaje en un contexto de élites extractivas, sociedad gaseosa trufada más de intereses cortoplacistas y clientelares que de ideas con visión de Estado de largo plazo buscando óptimo colectivo Pareto-estable. Ya sabemos desde hace muchos siglos que si a un problema le vas poniendo más y más restricciones, al final no tiene solución, o es de solución aberrante.
En estos días se anuncia a bombo y platillo, como casi siempre a lo largo de la Historia de la Seguridad Social y las Pensiones, un gran acuerdo que resuelve los problemas financieros de la Seguridad Social y para ello, entre otras cosas, se deroga el muy concreto, claro y muy elaborado desde la perspectiva financiero-actuarial FS Factor de Sostenibilidad de 2013, que jamás se aplicó ni se aplicará, siendo sustituido por un improvisado y muy poco claro MSI Mecanismo de Solidaridad Intergeneracional, que ni está definido, dado lo que me es conocido, ni tiene todos los componentes que debería tener un auténtico factor corrector financiero de solidaridad intergeneracional en contexto completo y no parcial de análisis financiero y sobre todo de historia y tendencias demográficas.
En consecuencia, al actual supuesto gran acuerdo, ya lo hemos visto nada más firmarse prácticamente, al empezar a definir lo que faltaba por definir, genera polémica y nace con fecha de caducidad. No aprendemos casi nada de la Historia Financiera.
Luis Ferruz Agudo / Escritor y economista/