El avetoro, ave del año 2024
El avetoro común, Botaurus stellaris, emparentado con las garzas y garcillas, es otra muestra más de las maravillas de la Naturaleza y también lamentablemente al mismo tiempo de la pérdida de biodiversidad ya que está en peligro crítico de extinción según el Libro Rojo de las Aves de España. Gran representante de los humedales y ecosistemas en los que todavía subsiste a duras penas, el avetoro es el elegido como ave del año 2024 en España por parte de la organización conservacionista SEO/BirdLife España perteneciente a BirdLife International https://www.youtube.com/watch?v=R-GWjskql5g
Algunos humedales, particularmente carrizales inundados, en España y su en general escasa y deficiente gestión son el testigo del languidecer de esta especie hacia una próxima extinción, siendo además muy difícil de observar debido a su camuflaje y mimetismo en los carrizales que es donde nidifica en primavera. Lo que sí puede delatar su presencia es una especie de mugido muy característico que es lo que justifica su nombre de avetoro, este piar con sonido de mugir es un reclamo de los machos para atraer a las hembras especialmente en amorosas noches de primavera.
El avetoro viene a España para la primavera a reproducirse procedente del Sur del Sáhara, pero cada vez viene menos porque no le atraen especialmente los en general deteriorados humedales, galachos y charcas con abundante carrizal donde se camufla y mimetiza de manera perfecta. La gestión de humedales y la sequía no va precisamente a favor de resolver el crítico peligro de extinción de esta escurridiza y singular garza de tamaño medio y color pardo.
En el Espacio Natural de Doñana y en la Laguna de El Taray, en Castilla La Mancha https://www.instagram.com/seo_birdlife/reel/C7B2ywsqAI5/, se concentran casi la totalidad de los pocos avetoros que van quedando, podríamos decir que son sus lugares predilectos por las mejores condiciones, dentro de lo que cabe. Para el caso de Aragón podrían llegar a verse con mucha suerte en algunos lugares, entre otros muy pocos, como en arrozales de las Cinco Villas y las lagunas de Sariñena y El Cañizar.
La pérdida de biodiversidad y de nuestro gran patrimonio Natural, que debemos legar incluso aumentado a futuras generaciones, no es una buena noticia y tiene también repercusiones económicas y financieras. Los ciudadanos, que no súbditos, deberían implicarse mucho más en la defensa y protección de la Naturaleza y en particular, en el caso que nos ocupa, de los humedales; pero también por supuesto los diferentes niveles de la Administración, desde la local, pasando por la autonómica y claro está que también la nacional y por supuesto la europea.
Luis Ferruz / Escritor, naturalista y economista /