Una de las operativas más conocidas y utilizadas por los que operamos opciones sobre acciones es la operativa en Earnings.
Básicamente, se trata de aprovechar el más que previsible movimiento (al alza o a la baja) que sufrirá el precio de la acción tras darse a conocer los resultados trimestrales de la empresa. En cierta forma, es un evento binario del que tenemos la ventaja de conocer de antemano su fecha de ocurrencia.
En la siguiente gráfica de la cotización de Netflix del último año y medio, podemos comprobar cómo los días de presentación de resultados (Earnings, marcados con una E en la gráfica), la cotización de NFLX ha sufrido unos bandazos considerables (flechas naranjas)
Bien... ¿y cómo nos aprovechamos de ello?
Pues como siempre ocurre, nunca sabremos de antemano hacia dónde va a tirar el precio ,a menos que seamos un insider y queramos jugárnosla por uso de información privilegiada, (y aún sabiendo de antemano los resultados, no sabremos cómo los interpretará el mercado).
Además del precio, otra componente fundamental a tener en cuenta cuando operemos con Earnings es la volatilidad implícita de las opciones. Nunca insistiré lo suficiente sobre la importancia de la VI en la valoración del precio de las opciones. Más información sobre la volatilidad implícita en este y este post.
Si echamos un vistazo a la gráfica de volatilidad implícita de las opciones de NLFX en el mismo periodo, vemos los picos producidos justamente ante los Earnings.
Recordemos que a mayor VI, mayor precio de la opción. Por tanto, está gráfica está indicando que el precio de las opciones se "hincha" hasta justo antes de los Earnings, y justo después implosiona. ¿Y qué viene a indicar esto? Pues nos muestra de forma precisa lo que señalábamos en post anteriores: la volatilidad implícita es una medida de las expectativas del mercado.
El mercado "sabe" que los Earnings producirán (previsiblemente) un movimiento en el precio de la acción, y por tanto la demanda de calls y puts aumentará conforme se acerque la fecha del evento, por lo que su precio/VI se irá hinchando progresivamente. Una vez conocidos los resultados de la empresa, la demanda de calls y puts caerá bruscamente (con independencia de lo que haya hecho finalmente el precio del subyacente/acción), por lo que su VI caerá en consecuencia.
Tenemos pues ya todos los ingrediente para poder operar. En función de nuestra estrategia y nuestra visión, elegiremos alguna de estas 4 posibilidades :
- un strangle comprado
- un straddle comprado
- un strangle vendido
- un straddle vendido
Recordamos que un strangle es una call y una put OTM, y hablamos de long strangle o strangle comprado cuando lo que hacemos es comprar esas calls y esas puts, y un short strangle o strangle vendido cuando lo que hacemos es vender esas calls y esas puts.
Igualmente, un straddle es una call y una put ATM. Y hablaremos de long straddle o straddle comprado y short straddle o straddle vendido.
- Si optamos una posición comprada (long straddle o strangle), intentaremos comprar antes de que la VI empiece a hincharse (unas 2-3 semanas antes de Earnings), y desharemos la posición (venderemos) el día anterior a Earnings (cuando teóricamente el valor de la VI esté en máximos).
- Si optamos por una posición vendida (short straddle o strangle), venderemos cuando la VI esté lo suficientemente hinchada y desharemos la posición (compraremos) justo después de Earnings, cuando la VI haya implosionado.
Como podréis suponer, cada estrategia tiene sus pros y sus contras. En realidad, estamos operando principalmente volatilidad. El precio de la acción no nos ha importado tanto como los niveles de VI que se vayan alcanzando. Pero el precio del subyacente es una componente vital, y en función de cómo y hacia dónde se mueva finalmente, nos marcará el resultado final de la operativa.
Así, con un strangle contaremos con un margen dentro del cual el movimiento del precio no afectará demasiado (mientras nuestras puts/calls continúen OTM), lo cual será positivo si nuestra posición es vendedora, y negativo si vamos comprados, mientras que con un straddle, un movimiento muy brusco será muy positivo si vamos comprados, y repercutirá muy negativamente si estamos vendidos.
Así que como decía la canción de Pau Donés...Depende, todo depende.