Acabo de cambiar toda la programación y sustituido un post por otro. Esto lo hago con relativa frecuencia, cuando encuentro alguna noticia o análisis que me saca de mis casillas. En este caso ha sido que apareció Niño Becerra y me ha sacado de quicio con un análisis simplemente demencial en un post llamado “Crecimiento, paro, consumo, renta”
Nos cuenta que la crisis no se va a solucionar y cuando esto se estabilice (en un plazo de unos diez años), el desempleo va a ser altísimo, lo cual significa que las personas no van a poder trabajar y en consecuencia no va a existir crecimiento económico. Nos cuenta que lo peor es que asumamos que esto no se puede solucionar.
Luego comete varios errores en lo que se refiere a su exposición del siglo XX, pero curiosamente en uno de los errores, da la clave de la realidad de la situación y de lo equivocado que está.
“El pleno empleo del factor trabajo (no piensen en España) que se vivió en el mundo desarrollado entre 1950 y 1975 fue excepcional en la Historia, y fue fruto de una serie de circunstancias propias del modelo que sustituyó al que entró en crisis en la Depresión”.
Nos cuenta que a partir de los años ochenta
“ eso empezó a cambiar en los 80. Resulta que con mejoras continuadas en la organización y con un uso creciente de la tecnología, combinado con la utilización de la mano de obra más barata que podía conseguirse, no importaba donde, los beneficios empresariales pudieron alcanzar cotas por unidad producida mayores que antes y, además, con tasas de inflación más reducidas, y más cuanto menos se inmiscuían los Estados en la vida económica.”.
El grave error de Niño Becerra es exactamente el mismo que el de la mayoría de los que se empeñan en ver el siempre alcista. Es decir, se plantean un modelo en el que las circunstancias no cambian, pero la realidad nos enseña que en todos los momentos, las formas de pensar y las relaciones económicas varían. Es curioso porque en este post nos trata de explicar como ha cambiado en el pasado. Pues independientemente de la realidad de la explicación, lo que deberíamos entender todos son varios conceptos.
El primero de ellos es que es imposible entender que no se pueda mejorar en una situación causada por el progreso y por las mejoras. Es simplemente demencial, y viene a ser lo mismo que defender que estamos en esta situación por culpa del progreso, lo cual es completamente absurdo.
Muy relacionado con esto está un error común a mucha gente; no vale hacer proyecciones, porque las proyecciones del futuro dependen de lo que tanto los políticos como la sociedad hagan. Es así de sencillo; no se puede saber cuándo vamos a salir de esta, sin conocer las intenciones de los bancos centrales, o de los ministros de economía, pero tampoco de la sociedad y de la gente de la calle. Y es cierto que no podemos saber cuándo reaccionará la sociedad, pero lo que está claro es que es completamente inviable que la sociedad aguante esta situación durante diez años. Macroeconómicamente o en un modelo econométrico podemos poner que el paro no se va a reducir hasta el 2037; pero esto no es más que una gilipollez absurda, porque la gente no va a poder estar sin comer durante todos estos años, probablemente ni incluso en una situación de dictadura. Los síntomas de problemas se empiezan a acumular y la situación actual no va a poder ser mantenida mucho tiempo; a mi también me gustaría saber qué es lo que va a pasar y cuándo y cómo reaccionará la sociedad, pero esto es un tema de sociólogos, más que de economistas. Pero lo que tengo claro es que a medida que se vayan agotando las prestaciones, la situación se puede complicar muchísimo y esto puede ser un polvorín. Y lo que tengo claro es que con la cantidad de gente fumando encima del polvorín este no dura eternamente así.
¿Por qué digo que la gente está fumando encima?. Pues porque la situación de las personas y los trabajadores está siendo golpeada con cada vez mayor dureza por las medidas para mantener en pie un sistema financiero que está completamente descontrolado. No estamos tomando medidas para salir de la crisis, sino que los gobiernos están tomando medidas que intentan salvar a la banca, aún a costa de hundir a todo el mundo. Pero lo que no debemos olvidar es que sin tomar toda esta sarta de medidas, y aunque se tomen, estamos asistiendo a rescates del sistema financiero con una cadencia creciente. ¿De verdad alguien se cree que los bancos pueden mantenerse en pie indefinidamente?. Los rescates cada vez son más desesperados y cada vez duran menos. ¿De verdad creemos que esto se va a mantener durante diez años?. Si lo quieren ver de otra forma, ¿Qué creemos que pasará con los beneficios de telefónica a medida que caen los ciudadanos?., ¿Qué creemos que pasará con los precios de los pisos si siguen bajando sueldos y despidiendo gente?. ¿Por qué a pesar de todos los intentos no se logra subir el precio del petróleo?. El sistema financiero europeo depende de que el euro se revalorice constantemente, y el mundial de que los países desde los que se invierta se devalúan constantemente. Pero de verdad, ¿se cree alguien que esta carrera puede durar indefinidamente?.
En la mejor de las situaciones nos encontraremos con algo curioso. En algún momento o por lo civil o por lo militar, se tomarán medidas excepcionales que provocarán un cambio donde encajo la frase del propio Niño Becerra en el mismo post: “fruto de una serie de circunstancias propias del modelo que sustituyó al que entró en crisis en la Depresión”.
¿Cómo se puede entender que el período de esplendor pasado fue fruto de unas medidas derivadas de unas medidas para sustituir al modelo que entro en crisis tras la depresión, y no esperar exactamente lo mismo ahora que está clarísimo que estamos en otra gran depresión?.
Claro que hay soluciones, y son soluciones muy sencillas técnicamente, y nos la están mostrando en países como Islandia, que aunque no se esté hablando de ello, (porque es más que evidente que no interesa); o simplemente nos la enseña el pasado. Otra cuestión es si lograremos llevarlas a cabo. Ante la situación actual nos podemos encontrar con unos cuantos escenarios, que pasan por una situación a la Islandesa, o puede pasar por una solución como la del new deal o incluso puede ocurrir que aparezca un iluminado en un contexto incendiario. (¿nos acordamos de Hitler?).
Si cogemos un papel y dibujamos una gráfica o bien utilizamos un modelo econométrico nos va a salir un resultado que es el que nos cuenta Niño Becerra, pero resulta que esto no es un papel y resulta que de alguna forma se va a producir un cambio que hoy se antoja imposible, pero que es inevitable, como ha sido a lo largo de toda la historia, y en todos los lugares. En cada momento, el modelo parece invariable, pero siempre ha existido cambio, la cuestión es hacia donde y la velocidad.
En particular respecto a la descripción del siglo XX debería acordarse Niño Becerra que tras un desenfreno loco en los “felices años XX”, que no eran tan felices entre la población, (ahí están las grandes huelgas a mediados de los años 20 o el miedo al comunismo que nacía de aquellas), se llegó a una situación de la gran depresión. Esto generó que de repente se tomasen unas medidas que se llamaron “el estado del bienestar”, pero que técnicamente se estudian en las carreras de económicas como “estabilizadores automáticos”, que a su vez provocaron un gran avance. Lo malo es que nadie quiere un estabilizador cuando se avanza, porque son un freno cuando las cosas van bien y un acelerador cuando van mal. Como nadie quiere los frenos cuando corre, simplemente se han desmontado estas medidas que es lo que ha provocado que estemos donde estemos. No ha sido el progreso. Han sido toda una serie de medidas que han provocado unos desequilibrios de renta brutales, tan sólo alcanzados previamente en la antesala de la gran depresión (que tendremos que empezar a llamar la primera gran depresión), (¡y alguien dirá que es casualidad!.
Claro que se puede solucionar, tan sólo necesitamos tomar las medidas adecuadas que son exactamente las contrarias a las que se están tomando. Y ya de paso, por aclarar un poco las cosas. Si alguien piensa que la crisis no se puede solucionar, ¿Qué demonios hace escribiendo post?. Por supuesto que tiene todo el derecho del mundo, pero no me refiero a derechos. Me refiero a la motivación. Aquí está un servidor escribiendo todos los puñeteros días, y supongo que de la lectura de mis post se puede pensar que soy pesimista o negativo, pero sinceramente trato de exponer a diario las miserias y los errores, tan solo por una razón. Sé que soy un pobre pringado y que apenas tiene importancia lo que haga, pero me jode mucho ver una situación que se puede arreglar y se empeora día a día. ¿Creen que tendría fuerzas para escribir un post más si creyese que esto no tiene arreglo?. No puedo entender que alguien escriba un solo post si cree que no hay solución, ¿para qué?.
Pensar que no hay solución es necesariamente mucho más desmoralizador que el saber que lo que hagamos cada uno apenas tiene importancia, porque por lo menos a mi me queda el consuelo de aquello de muchos pocos, hacen un mucho.