Vaya por delante aquello de “El conocimiento no ocupa lugar”, y en este sentido es muy difícil decir que no a una propuesta de incluir cualquier tipo de conocimiento en la educación. Pero más allá de los aspectos de cultura general, esto es una soberana tontería, lo miremos desde donde lo miremos.
Cuando hablamos de aspectos médicos, todo el mundo tiene claro que debemos acudir a los profesionales de la medicina, (que se vienen llamando médicos). Y tenemos que confiar en ellos y hacerles caso. Si se nos estropea el coche, tendremos que ir a los profesionales del ramo, (en este caso se llama taller), y allí se supone nos arreglarán el coche. Desde luego, tenemos abogados, carpinteros, fontaneros, ferreteros,… Y a nadie se le ocurre que tenemos que ser electricistas para ver la televisión. Pero ahora resulta que el problema es que no tenemos conocimientos financieros. Pero oiga… ¿Para que queremos tantos expertos, organismos, FMI, Bancos Centrales, servicios de estudios de los bancos, los propios bancos, periodistas, analistas, gurús, consultores y el resto de fauna?.
La realidad es que para solucionar los problemas de salud necesitamos buenos médicos, formados, que sepan de lo suyo y sobre todo que se pueda confiar en ellos. Esto es como si voy al médico, sigo sus consejos y luego resulta que la pifio, y la culpa la tengo yo por hacerle caso y no aprender medicina. ¡Demencial!; aunque superable, por que resulta que al final pasas por el aro, aprendes medicina, y le llevas la contraria al médico y te suelta aquello de “haz caso a los que saben”. Dirán que esto es demagógico pero resulta que una gran parte de la crisis se explica porque “los expertos”, no se han enterado de nada, aparte del hecho de que en los mercados financieros, los inversores, se han dedicado a comprar y vender productos que no conocían muy bien. ¿y esto como se soluciona dando clases de planificación en la escuela?. Pues muy bien; claro que luego resulta que llega un tal Roubini, (el que podía dar las clases), dice otra vez lo mismo, y todo el mundo le suelta el “no se entera”.
Trichet sube los tipos en la antesala del colapso bancario, (por nadie esperado), y ¿nos preocupa que Mariano Fernández, operario de la planta industrial de turno, no tiene formación financiera?. Pues parece como poco chocante.
Vamos a un médico y a veces les cuesta diagnosticar correctamente la enfermedad, sin embargo hacen pruebas, y a veces se equivocan, otras aciertan. En cambio vamos a un banco, nos recomienda algo conservador, que al final se desmorona, y la culpa es del cliente, porque se ha fiado del banco. Inmediatamente después de echarle la culpa al cliente, vuelven a pontificar y a recomendar a todo el mundo, sin analizar, sin hacer pruebas y descalificando a todo el que lleve la contraria. Es así de sencillo y así de duro.
Y entre tanto, ¿Quién está invirtiendo cantidades ingentes en los mercados de petróleo o commodities?, ¿Quien está discutiendo sobre las burbujas?. Por que eso es lo grave, por un lado se busca que las personas tengan conocimientos y experiencia jugando al poker, debido a las similitudes con el Trading, y por otra parte se pide que los agricultores entiendan una arquitectura financiera que no logran pillar ni los de los bancos centrales. ¿Estamos locos?. Recordemos que los del poker son los que al final marcan el precio de las gasolinas, el trigo, la leche, el arroz. ¿Qué formación se les pide?. Pues hombre, algo relacionado con las velas negras, las velas blancas, la media móvil, y desde luego todas las técnicas de Trading.
Y ¿en las sucursales de los bancos cual es la formación que se demanda?. Pues técnicas de venta, (y supongo que alguna que otra de supervivencia que buena falta les hará).
Desde luego, los conocimientos de los instrumentos financieros en la sociedad (y hablo de todo el mundo), son ridículos, pero no son precisamente los ciudadanos los primeros que deberían ponerse las pilas, sino que los del “talento”, deberían ser los primeros.
Pero claro, a todo esto, independientemente de que medio sector financiero se ha metido en donde no se acababa de enterar, y el otro medio simplemente los ha seguido mediante las técnicas del análisis técnico.
Y en todo este panorama, hay un mundo completamente desconocido que es el de la economía. ¿Cómo explicarlo?. Pues el desconocimiento del funcionamiento de los sistemas económicos llega al nivel que ni se sabe que existe. En algún punto del camino, lo financiero y lo empresarial, han tapado el punto de vista económico y de repente es cuando comienzan a salir las mayores burradas inimaginables.
Por ejemplo ahora todo el mundo se sorprende de nuestra productividad baja. ¡Es sorprendente este hecho!, ya que una de las pocas leyes no discutidas en economía es la ley de productividades marginales decrecientes. Es una de las bases de la economía, y nos dice que cuando menor sea el coste de un factor, más se usará y menor será su productividad. ¿Cómo se puede sorprender alguien que con sueldos contenidos, se incremente el empleo y baje su productividad?. Es una ley básica.
Por supuesto, ya no nos paramos en aquello del multiplicador monetario, para tratar de explicar la inflación. Todo el mundo acepta que cuando se inyecta dinero sube la inflación, olvidando totalmente el proceso de creación de dinero. Por supuesto que decir que hay que estar repitiendo una y otra vez que inflación no es el ipc.
Pero es que el absurdo llega a niveles absurdos. ¿Se puede recuperar la economía sin consumo?. La economía es el sistema por el que se convierten recursos limitados en bienes para su consumo. Esta es la realidad, punto 1.
Al final la realidad es que todo este tinglado es para convertir unos recursos naturales y el trabajo en algo para consumir, y de esta forma, todo va para lo mismo.
Cuando alguien piensa en un cartón de leche, debe acordarse de que del cartón de leche depende lo que cobra el ganadero, el del pienso, la gestoría de este, el transportista, la central de leche, las gestorías de estos, el de la gasolinera del camión, Repsol, el publicista de Repsol, el fabricante de camiones, el del taller, el fabricante del filtro del aceite, y muchos más. Y también los bancos de todos ellos.
Si no se vende leche todo, absolutamente todo, se rompe. Tanto el consumo como la inversión, como el gasto público, porque cuando no se genera actividad, no hay impuestos, nos pongamos como nos pongamos. ¿Y los bancos?. Pues no sé, lo que toca respecto a planificación financiera, pero desde el punto de vista económico, el sector financiero tiene una función que es financiar una actividad económica. Sin que exista esta, no tienen ni la minima posibilidad de salir bien parados, (salvo que se opte por burbujas que van a estallar).
Conceptos como la renta disponible, la distribución del ahorro o de las rentas, son básicos para entender la economía y desde luego no los suelo ver por ningún lado, (por ejemplo no cuando se sostienen argumentos como aquello de que sin recuperar empleos, ni sueldos se puede recuperar la economía), salvo torturados y como excusa para el movimiento del día, que normalmente tienen más que ver con las velas del día en el índice que más nos guste, que con un análisis mínimamente serio de la realidad.
¿Es bueno enviar a todo el mundo a hacer cursillos de planificación financiera?. Pues hombre, más necesario que vayan los que realmente están moviendo el dinero y después será más necesarios que estos gestores, se empapen bien de economía, (empezando por diferenciarla de empresariales y finanzas).
Y luego hemos de recordar que los de los bancos centrales, FMI, OCDE, Ecofin, ministros de economía de todo el mundo, AIE, CNE, CNC y todo ese rosario de siglas que llenan los periódicos han cobrado; y que han cobrado de la sociedad; y que además lo han hecho por un motivo. Y este motivo no es otro que poner las condiciones necesarias para que el charcutero de la esquina, venda embutidos, y pueda sacar adelante su vida.
Puede que ahora todos tengamos que aprender sobre finanzas y sobre economía; pero desde luego esto es tan ridículo como pagar impuestos para tener médicos que velen por nuestra salud, que no podamos confiar en nuestros médicos, (ya sea porque no se enteran o por que nos recomiendan mal), y que lejos de asumir sus culpas, resulta que se afirme que la culpa es de los pacientes por hacerles caso y luego se les anime a estudiar medicina, ¡para acabar pidiendo enormes bonus por el talento que tienen!. Hombre de Dios, se aceptan errores, siempre que se reconozcan, y se rectifiquen. Pero cargarse el sistema financiero global y echarle la culpa a la sociedad es completamente de locos.
Y ya está bien, porque al final ampliando un poco la vista, se pueden dejar de decir toda la sarta de tonterías que nos tragamos al final de cada día.