Incomprensiblemente hoy nos encontramos con la misma discusión. Parece increíble que todo el mundo hable hoy de la inflación que van a generar las inyecciones y todas las políticas de estímulo que se han llevado a cabo, (por lo menos a mi me lo parece). Y parece increíble porque aquí nadie se para a pensar en como se suceden los acontecimientos.
Por lo menos hasta ayer, estábamos en una economía de mercado, y en consecuencia los precios se van a fijar en ¿un mercado?, en función de la interacción de oferta y demanda. Tenemos que tener todos claro que esta distinción es muy relevante, porque alguien tendrá que decir de una vez que no es lo mismo inyectar fondos en la demanda, que en la oferta. Es así de sencillo.
¿Apostamos por Deflación o Inflación?. Pues podemos verlo desde varios puntos de vista o varias ópticas y trataremos de analizar cual va a ser el resultado final de las medidas que estamos tomando.
Lo primero que debemos entender es que al final la evolución de precios de la economía, dependerá de los precios que ponga cada empresa. Si la mayoría de las empresas suben sus precios de forma espectacular, resulta que tendremos inflación. En caso de que la mayoría de las empresas bajen sus precios, tendremos deflación. No creo necesario justificar tal perogrullada.
Pues aquí nos encontramos con cuatro grupos de empresas:
Por un lado tenemos aquellas que operan en régimen de monopolio, (y en muchos casos con fijaciones públicas de precios), que están en sectores de bienes o servicios de primera necesidad. Por ejemplo las eléctricas, que podrán subir precios, (aunque menos).
Tenemos aquellas en mercados de primera necesidad pero competitivos, (por ejemplo las de alimentación), que en general podrán mantener precios, pero que poco a poco entran en guerrillas de descuentos ofreciendo promociones, 3x2, regalos del 15%, o regalos de productos con sus artículos.
Tenemos aquellas monopolísticas (o con apoyos del estado en precios o ingresos), como pueden ser los peajes o concesionarios de parking, que aguantarán los precios.
Y tenemos el comercio, turismo, los autónomos, electrónica y muchas otras sin apoyos y competitivas, (cada vez más, porque hay menos tarta para las empresas, por que las anteriores cada vez detraen más renta de sueldos congelados, (y menos sueldos). En todos estos sectores, la guerra está servida.
Pues ahora, pueden echar cuentas y tratar de cuantificar cuantas empresas podrán subir los precios, cuantas mantenerlos y cuantas bajarlos. Y me gustaría que alguien justificase que la mayoría de las empresas españolas, (o del resto de países), va a poder subir los precios, lo cual será necesario para que se de un proceso de Inflación.
Lo podemos ver si queremos del lado de la demanda. Y debemos entender que la mayoría de los ingresos de la mayoría de las personas de las distintas sociedades, (en particular en España), depende de los sueldos. Es increíble que tengamos que decir esta perogrullada, pero los sueldos y pensiones son la fuente de ingresos principal de 25.000.000 de personas y las familias dependientes en España.
Pues resulta que como he explicado en el post sobre la renta disponible, la realidad es que todas y cada una de las familias tomarán sus decisiones de consumo en función de sus posibilidades primero, (lo que puedan gastar es clave), y la confianza después, (dentro de lo que puedan gastar, lo harán en mayor o menor medida en función de la situación).
De esta forma, nos encontramos con que los 25.000.000 de personas y sus familias, tienen ingresos congelados, (en muchos casos cayendo), van a afrontar una subida de impuestos, (IVA, y en muchos casos el I.R.P.F.).
De esta caída real de la renta disponible de las que mantienen los ingresos, tenemos que tener en cuenta, que muchas de las familias están perdiendo el empleo, con lo cual tenemos otro efecto de caída de capacidad de compra.
Pero es que además nos encontramos con que las empresas de bienes básicos y con poder de mercado, (eléctricas,…), van a incrementar sus precios.
¿y las inyecciones de liquidez?.
Pues van a afectar a las familias de varias formas; en primer lugar, dado que están acabando en gran parte en los mercados de commodities, pues lo que va a suponer subidas en gasolinas, trigo, cacao, azucar…(en todas las commodities).
Por otro lado, generan déficit, y en consecuencia deuda pública, lo cual generará subidas de impuestos, tasas o multas de tráfico, y una subida de los costes financieros, porque ahora competiremos con los estados, y todos sabemos que debemos pagar más por nuestra financiación que cualquier país.
Y por último, las inyecciones de liquidez, están provocando que los bancos puedan “no ajustarse”, de tal forma que van a incrementar sus Spreads, comisiones, costes, y en general todas las imaginativas o no tan imaginativas formas de cobrar más y aguantar más los precios de los activos que tengan. Dicho en román paladino, les permiten aguantar para ganar más, lo cual significa que nosotros vamos a pagar más.
La conclusión es que las familias podrán gastar en función de la renta que le quede disponible después de pagar impuestos, gastos básicos y los gastos comprometidos. Eso es lo que marca el mercado potencial para la inmensa mayoría de las empresas.
Pues de esta renta disponible, (en mínimos), entra en juego la confianza, y lo normal es que el que pueda, tratará de ahorrar más.
En un entorno en el que se anuncian salvamentos a empresas día sí, día también, en el que se anuncian bajadas de impuestos a las empresas y subidas de impuestos globales (no es difícil echar las cuentas de quien va a pagar, aplicando la sencilla formula: impuestos a empresas más impuestos a familias es igual a impuestos totales). Lo que espera cualquier persona es que vamos a pagar unas cuantas facturas tanto directa como indirectamente, y lo normal es que tratemos de protegernos y sólo hay una forma: ahorrar; (aunque lo curioso es que cuanto más ahorremos, peor nos va a ir, hecho que sabemos todos, pero que no evita el que la decisión será individual e individualmente cada uno tiene que salvarse).
En ese entorno de acuerdos de contenciones salariales más extremas, y subidas de los precios básicos. ¿Creen sinceramente que destinaremos una mayor parte de una renta disponible a consumir?. Por no hablar del endeudamiento y de la necesidad de desapalancarnos.
Pues mire, nos encontramos con una renta disponible decreciente, en un contexto en el que destinaremos una parte menor de esta a consumir, en consecuencia, la inmensa mayoría de las empresas sólo tiene dos opciones: o bajan dramáticamente los precios o llenan almacenes. Y claro, si llenan almacenes, no tienen ingresos. Si bajan los precios, tendrían que vender más, para compensar las caídas de márgenes.
¿Es en este entorno posible un proceso de inflación?.
La realidad es que las expectativas de inflación se basan en la premisa de que las inyecciones de dinero, generan inflación, lo que en realidad es la versión “new age”, de la explicación de la inflación monetaria. Claro que el problema estriba en que las explicaciones de este fenómeno están basadas en un sistema monetario de patrón oro, lo cual viene a ser como aquello de explicar el proceso de envío de un mail, analizando el proceso de envío de una carta por vía postal. ¡Que hay similitudes, pero no es lo mismo, y tanto el resultado como el proceso son completamente distintos!.
Desde el punto de vista monetario, nos encontramos con que realmente lo que implica inflación es el incremento de cantidad de dinero en la economía, (y es distinto la cantidad de dinero existente en la economía que la base monetaria, como he explicado en el post de la creación de dinero). Como he explicado la cantidad de dinero en la economía, depende tanto del dinero inyectado, como del multiplicador monetario, de tal forma que si cae el multiplicador, (que básicamente es el proceso de crédito), va a caer la cantidad total de dinero en la economía y por tanto nos encontraremos con problemas de liquidez en la economía, (¿nos suena?), y por tanto deflación.
En consecuencia, en caso de que no se reactive el crédito, el dinero no llega a la economía, y en consecuencia, y asumiendo que la cantidad de dinero implica la evolución de los precios, podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿es de esperar inflación o deflación?; (para contestarnos a esta pregunta puedo clarificarlo mediante el post: ¿era posible la reactivación del crédito?).
Por supuesto, estas reglas monetarias sí que se cumplen, (no me vale aquello de que las teorías no se cumplen, cuando en realidad lo que no se cumplen son las adaptaciones interesadas de estas), y podemos entender que en realidad si que es cierto que los precios de los activos crecen con la cantidad de dinero destinadas a estos activos. En consecuencia, y dado que el dinero inyectado va a bolsa, commodities, y a que las entidades financieras, aguanten el valor de sus activos tóxicos, es fácil comprobar que los precios de esos mercados sí se comportan de acuerdo a lo esperado.
En todo caso, es impensable hoy una situación de inflación y desde luego impensable una subida de los tipos de interés para luchar contra ella.
Sé que esta afirmación va en contra de los informes y análisis de los expertos, pero la verdad es que no acabo de entender un pequeño detalle:
En el post sobre el Eonia y el Euribor, he tratado de explicar que el eonia es el tipo al que efectivamente se formalizan las operaciones en el mercado interbancario, de tal forma que el valor del SWAP a 12 meses, es el que nos facilita la información sobre las expectativas de la evolución de los tipos. Una entidad que espere que los tipos estén dentro de un año al 1,5 %, no firmará un contrato por el que se compromete a prestar dentro de un año, por un tipo inferior a ese. Tampoco firmará un contrato por el que se comprometa a tomar prestado dentro de un año por un tipo superior.
En consecuencia los SWAPS de eonia, dependen (entre otros factores, como riesgos, volatibilidad, dificultades de financiación…)de las expectativas de tipos del BCE. Y hoy los swaps de eonia, estén en torno al 0,7 %. En consecuencia, no es coherente esta decisión con expectativas de tipos crecientes.
¿Por qué estamos a vueltas con las expectativas de inflación?. Pues la respuesta es simple. Todas las subidas, tanto en bolsa, como mucho más claramente las de commodities, dependen de la existencia de inflación en el futuro. La discusión sobre estas subidas se basa en dos visiones:
- Nos estamos recuperando y se va a generar inflación que justifique las subidas de precios de las commodities, y de los precios que van a percibir las empresas, (que recordemos que no es otra cosa que la valoración de los productos que perciban las empresas y por tanto al final sus beneficios).
- Estamos ante una burbuja.
Y en consecuencia, a pesar de todos los indicios, que tenemos, preferimos mirar para otro lado, y quedarnos con las explicaciones, (aunque sean muy pilladas por los dedos), para demostrar que vamos a un entorno de inflación, por que aquí todo el mundo está usando las burbujas como política económica.
Lo malo es que la realidad es la realidad, y al final se acabará imponiendo. Y lo que está claro es que la deflación, no se soluciona simplemente negándola. ¡Aunque sea todo el sector financiero y político el que la niegue!. Tienen mucho poder, pero no son Dios.