Acceder

 

Casi todas las propuestas para salir de esta crisis, inciden de forma directa en dos de los aspectos que hemos observado a lo largo de los últimos años. Por un lado se trata de buscar el incremento de fondos a invertir, con muy diversas excusas, que sirve al propósito de meter dinero nuevo en los mercados financieros. Por otro lado, se busca reducir los pagos a trabajadores y pensionistas, dado que tales gastos no parecen ser productivos.

Por el lado de dotar algún tipo de fondo nos encontramos con la reforma de las pensiones, que consigue el efecto de reducir las pensiones, al mismo tiempo que anima a la contratación de planes de pensiones privados. La reforma de la pensión de viudedad, actúa enel mismo sentido a la hora de animar a la sociedad a la contratación de seguros de vida.

Por otra parte, nos encontramos con el modelo austriaco para la indemnización del despido que nos han colado en la famosa reforma laboral, de tal forma que con el acuerdo de sindicatos y gobierno socialista, supone en la práctica la constitución de un fondo con el adelanto de las indemnizaciones por parte de la empresa y el coste cero de despido, lo cual debilita la posición y por tanto capacidad de negociación de los trabajadores, de tal forma que es imposible esperar otra cosa distinta a bajadas de sueldos, (o de pantalones).

Más recientemente he encontrado otra propuesta dentro de este esquema para dotar un fondo, también con las indemnizaciones por despido, pero que básicamente era un esquema piramidal en toda regla, al depender de que existan cada vez más despidos para la subsistencia del sistema.

Y la realidad es que aún nos quedan el de la sanidad, (no comprendo cómo está tardando tanto), y desde luego las propuestas para la educación. En ambos casos ya se intuye la preparación del camino para las propuestas en tal sentido de tal forma que todos tendremos que contribuir al sector de seguros o a constituir fondos para la educación.

El caso es que si alguien logra que tengamos fondo de pensiones, fondo de inversión, seguro de vida, seguro de ahorro, las indemnizaciones de despido que vayamos a percibir, (o que hubiésemos percibido), seguro de salud y un fondo para la educación, el sector financiero puede desarrollarse de forma espectacular sin dar un solo crédito; (o lo que es lo mismo, sin financiar a la economía), dedicándose a cobrar por la gestión de los activos, (comisiones por gestionar todos estos fondos) y a su vez dedicándose a operaciones de trading amparadas en el control absoluto de una buena cantidad de activos, algunos de los cuales como las commodities impactarán de forma clara en la economía, y el resto impactarán de forma más sutil, pero no más difícil de ver; (en definitiva los beneficios vendrán siempre de que alguien pague esos beneficios).

Por supuesto tratar de explicar las burbujas sin atender a los inversores institucionales, a pesar de que sea algo habitual, es sumamente ridículo, sobre todo cuando reiteradamente se oye que se necesita entrada de dinero nuevo para mantener el sistema a flote. Por supuesto, en este esquema la realidad es que además al concentrar la gestión de activos y las operaciones de trading, lo que está claro es que será relativamente sencillo para las entidades realizar las operaciones de tal forma que los beneficios sean de la entidad y las pérdidas sean de los participes de los distintos fondos. Y esto lo remataremos con la imposibilidad de los gobiernos de hacer absolutamente nada ya que en una situación en la que la sanidad, las pensiones, la educación y las prestaciones varias a los ciudadanos dependan de los mercados financieros, los gobiernos tienen que hacer lo humano y lo inhumano porque estos no caigan. Es fácil entender que si una burbuja estalla, resulta que los gobiernos y los bancos centrales estarán completamente de acuerdo en inflarla y(o) inflar otra rápidamente.

En definitiva, con el sistema de fondos para todo, y a su vez el de pagar menos para los sueldos y pensiones, lo que conseguimos es un efecto diabólico, que básicamente es un derrumbe como el actual, en el que tenemos un exceso de especulación, unas políticas monetarias de locos y completado con una caída de los sueldos, lo cual nos lleva a la caída de la renta disponible, lo que a su vez amplifica los efectos de las burbujas.

Independientemente de los negocietes que tenga cada uno, la realidad es que desde esta crisis, no vamos a salir mientras no busquemos limitar de alguna forma la especulación, mientras no adecuemos las políticas monetarias a las necesidades de las personas y por supuesto mientras no se recuperen los ingresos del trabajo y las pensiones. Por lo que todas y cada una de las medidas tomadas, nos llevan a que empeoran la situación, porque tratan de solucionar el corto plazo en los mercados financieros, a costa de empeorar la situación de la economía.

En todo caso de vez en cuando nos encontramos nuevas propuestas, que aparentemente pueden ser muy inocentes y que además no es sencillo encontrar la relación con estas dos líneas de actuación de todas las propuestas que encontramos, (meter dinero nuevo a los mercados financieros y bajar el nivel de sueldos). Estas son las mejores aunque las más tramposas. Un ejemplo es la propuesta del ministro de justicia británico Ken Clarke, de hacer trabajar a los presos ingleses.

Por supuesto, es muy difícil negarse a esta propuesta porque evidentemente todos pretendemos que las personas que han cometido un delito asuman un castigo. Curiosamente todos tenemos entendido que trabajar es un castigo, (a pesar de que el castigo para una inmensa mayoría de personas sea el no poder trabajar).

La propuesta es que los presos trabajen en un sistema en el que el sector privado genere los empleos, (lo cual viene a ser equivalente a decir que van a trabajar para empresas privadas), a cambio de un sueldo, el cual se destinará en un 20% a un fondo para las víctimas y en un 80% a mantener el sistema carcelario y un sueldo que se entrega a las familias o se capitaliza en otro fondo para cuando salgan los reos.

Por supuesto, la idea es muy defendible desde todos lados y parece que no tiene ningún problema visible, ya que el contribuyente ahorra, el reo sufre trabajando, (supongo que no se elegirán puestos de trabajos agradables), en teoría el reo consigue experiencia y una rehabilitación, además de salir con un dinero que también percibirán las víctimas.

Lo que no nos cuentan es que estos fondos servirán como munición para una especulación que nos está matando. Lo que no nos cuentan es que esos puestos de trabajo que esperan que el sector privado “cree” para esto, son en realidad puestos de trabajo que las empresas no van a destinar a personas que o bien son honradas o bien no las han pillado. Lo que no nos cuentan es que además la experiencia que obtengan estos reos en sus trabajos en prisión, no servirá para nada ya que cuando salga se encontrarán con que los puestos para los que han cogido experiencia estarán siendo ocupados por ¡presos!. Lo que no nos cuentan es que los empresarios a la hora de poner las condiciones a los candidatos a un puesto, podrán decir aquello de ¡tengo los presos que quiera a un coste ridículo!, para bajar los sueldos, (Además de los “tengo unos millones de parados en la calle”). Tampoco nos cuentan que el trabajo generado por estas personas va a generar bienes en un sector privado que pondrá los precios de mercado, (para esto sí que somos muy puntillosos y se protege lo que sea), de forma que tampoco habrá rebajas de precios por la rebaja de costes para las empresas.

Está muy bien que las personas que han cometido un delito paguen este delito y que eso les suponga un coste, pero a ser posible sería deseable que no nos vengan con propuestas del “¡qué bonito todo!”, de forma que al final resulte que salgamos todos perdiendo.

Y por supuesto, que quede claro que no defiendo que los delincuentes se queden “en la cama”, como afirma el ministro en cuestión que ocurre ahora mismo, con bastante demagogia, porque entiendo que no hay mucha gente que quiera estar en ese hotel, (al que por cierto yo mandaba a unos cuantos). Por supuesto, tampoco defiendo el desamparo de las víctimas que han de quedar amparadas siempre, incluso mediante nuestros impuestos, de forma que el coste de reclamar para el resto de la vida las cantidades a los delincuentes sea asumida por el estado. Y por supuesto para los delincuentes pido la misma norma que para las personas que compraron un piso; ¡que respondan con todos sus bienes presentes y futuros!.

Lo que pido, suplico o exijo, (dependiendo del humor en que esté ese día), es que se dejen de introducir distorsiones en forma de dinero nuevo en los mercados financieros. Que se dejen de introducir distorsiones en el mercado de trabajo en forma de mano de obra muy barata y cautiva, (nunca caso más apropiado). Y a ser posible que se dejen de dejar los negocios con los recursos y bienes públicos a las manos privadas.

Porque mientras no cambiemos las actitudes que nos han llevado a la crisis, no saldremos. ¡así de sencillo!.

1
¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
  1. #1
    07/10/10 15:05

    Muy facil , cero competencia con el mercado laboral. Energia limpia y sostenible. Un ciclostatic con alternador incorporado para cada recluso y a pedalear. Nos ahorramos los gastos energeticos de la prisión y la sobrante a la red , los ingresos pagados por las electricas a las victimas....

    Fuera de coñas (logicamente se opondrian las electricas ;)si que las prisiones podrian ser sostenibles , con que los presos se hagan la ropa , cultiven la comida , etc.. que cambien los televisores por libros , que gastan menos .

    Saludos.


Definiciones de interés
Sitios que sigo