La volatilidad es un parámetro de los más importantes en los mercados financieros. Son muy importantes en la valoración del precio de la prima de opciones, warrants y otros productos derivados. Básicamente son las variaciones que sufre por ejemplo, una acción o una divisa, pero la volatilidad no nos indicará en qué dirección será el movimiento del activo, es decir, no sabemos si es un movimiento alcista o bajista.
Tenemos que tener siempre en cuenta que no existe una única volatilidad, si no que existen dos volatilidades principalmente, la volatilidad histórica y la volatilidad implícita. No existe por lo tanto “una” volatilidad que podamos tener en cuenta.
La volatilidad histórica es la desviación típica de un valor en un determinado intervalo de tiempo, que se expresa en porcentaje y nos indicará la posible variación de la rentabilidad media del intervalo de tiempo escogido.
Se mostrará la volatilidad en la mayoría de los casos, en términos anuales, y es fácil trasladar el dato en términos anuales a términos diarios. Esta transformación se realizará dividiendo por la raíz de los días hábiles, por ejemplo, 256. En el caso de que se conozcan las volatilidades de varios activos, se podrá observar qué activo en el pasado ha tenido o ha sufrido mayores variaciones. También es importante saber que esto no nos ayudará a conocer el rendimiento de la activo, ni en el pasado ni nos ayudará a conocer el rendimiento del activo en el futuro.
La volatilidad implícita es conocida y transmitida por el propio mercado dentro de un tiempo estipulado y de otras variables. El mercado de las opciones es “parecido” al mercado de renta variable porque se genera demanda y oferta. La volatilidad es una variable en la teoría de precios de las opciones, podremos averiguar la volatilidad esperada en un determinado tiempo y con determinadas características, despejando la variable en la ecuación (lo estudiaremos en los siguientes artículos)
Por ello, no existe la volatilidad implícita de un valor dado, porque por ejemplo, opciones con un precio de ejercicio bajo mostrará mayor volatilidad. Este fenómeno se denomina Volatility Skew.
Por lo tanto, la volatilidad se representará de la siguiente manera:
Fuente: Thomson Reuters
Veamos un ejemplo de la volatilidad sobre el eurodólar, dato extraído de Thomson Reuters a las 11:00 del día 04/10/18:
Fuente: Thomson Reuters
Observamos como aumenta el valor de la volatilidad a medida que aumenta el tiempo (a vencimiento) debido a que hay más incertidumbre y de los Strikes o precios de ejercicio.
Hay que considerar que es más fácil que un índice bursátil caiga más en su valoración (caída porcentual) que su aumento de valor. Parece no tener lógica pero normalmente, una noticia importante negativa tendrá más repercusión, más caídas que una noticia importante positiva. Entonces, ¿Cuándo un valor, por ejemplo, Telefónica aumente un 10% significará que la volatilidad implícita aumentará? No es así o el mercado no tiene por qué reaccionar de esa forma. La explicación es sencilla, Telefónica es una empresa que se considera “fuerte” por lo que si aumenta su cotización, por ejemplo, por conseguir una mayor cuota del mercado o por presentar beneficios extraordinarios, el mercado reaccionará reduciendo la volatilidad esperada porque se espera que sea menos volátil, más segura, más estable. En cambio, si Telefónica presentase resultados muy negativos, la empresa conocida como fuerte ya no lo será, y las expectativas de la empresa será presentar muchas alteraciones, incertidumbre, etc. Podemos tener siempre como ejemplo la empresa alemana Volkswagen.
Como conclusión, debemos entender que la volatilidad no es un simple dato, es una estructura, una figura que nos indicará la volatilidad esperada de un valor, dónde nos encontramos actualmente y será muy importante en el ámbito de los derivados.