Mi amigo Carmona está alucinando en blanco y negro. Después de cuatro meses para que un juzgado de Getafe dictara el Decreto de Adjudicación del piso que compramos en marzo va el jueves (día 19) al juzgado a preguntar y la funcionaria le dice que ya está hecho y que para que se lo pueda entregar solo falta que lo firme la secretaria y que de ese día no puede pasar porque al día siguiente (viernes 20) se va de vacaciones y supone que lo dejará todo firmado antes de irse.
Como doy por hecho que el viernes se lo van a dar, le hago una lista con todo lo que tiene que hacer cuando tenga el Decreto y los Mandamientos en sus manos, desde ir a pagar el ITP hasta hacer el juramento de ausencia de arrendamientos, etc.
Pero alucinantemente ha ocurrido lo inconcebible para cualquier persona sensata: la irresponsable de la secretaria judicial se ha ido de vacaciones dejando sobre la mesa sin firmar el Decreto de Adjudicación, un documento que podría estar hecho desde el día siguiente al de la subasta y que se han tomado cuatro meses para redactar con un simple "copia y pega".
Lamento tener que incidir tanto en la incompetencia de algunos funcionarios judiciales, pero es que si no lo hago yo veo que no lo hace nadie, porque soy asiduo visitante de blogs y webs de gente del Derecho y hasta hoy no veo que ninguno de estos usuarios habituales de los tribunales mencione este problema, ni siquiera de pasada. No solo la ausencia de vocación de servicio al ciudadano sino, aún más allá, el sentimiento generalizado de superioridad y la falta de sensibilidad hacia aquellos a quienes deberían servir.
La mayoría de nosotros nos vamos de vacaciones dejando asuntos sin terminar, que nos estarán esperando a la vuelta para darnos la bienvenida, pero a cuántos nos estaría esperando nuestro puesto de trabajo si nos fuéramos dejando sin firmar un documento sin cuya firma el asunto se quedara "en suspenso" sin que la subsiguiente tramitación o resolución pudiera seguir avanzando, por ejemplo un pedido de materiales imprescindibles para la marcha de la empresa o la aprobación de unos presupuestos sin los cuales todo se paraliza. ¿Verdad que resulta inconcebible?
Las recientes noticias que han afectado al Consejo General del Poder Judicial no son más que la realidad del sentimiento de superioridad del que adolecen la mayoría de estos tipos, quienes no están en sus puestos para servir a la Justicia sino que consideran que su oposición les coloca por encima del común de los mortales, ante quienes no tienen por qué rendir cuentas.
No es que se merezcan que les hayan quitado la extra de Navidad, es que se merecerían cobrar exclusivamente según su productividad. Aunque eso ya lo dije hace tiempo.