Ya he denunciado hasta la saciedad la sarta de mentiras con las que Ada Colau y su Plataforma de Afectados por la Hipoteca, con la complicidad de Cuatro Televisión, La Sexta y el programa El Gran Debate de Tele5, consiguieron crear en la sociedad española la sensación de que la mitad de la población española había sido desahuciada y que la otra mitad estábamos a punto de serlo.
Nada más lejos de la realidad. Ni era verdadera la cifra de los quinientos mil desahucios ni existía una famélica legión viviendo debajo de los puentes. Esto lo escribí hace un par de meses en el post sobre las diez mentiras sobre el "drama" de los desahucios:
"Según los datos del Banco de España y de la Asociación Hipotecaria Española, en el año 2.012 hubo 34.490 desahucios, de los que en más de la mitad de los casos (unos 18.000) se negoció una entrega voluntaria de la propiedad, 2.405 familias apuraron la permanencia casi hasta el final y la policía solo fue requerida en 355 casos. El 83% de las viviendas ya estaban vacías en el momento del desahucio judicial o lanzamiento. Además el 85% de estos desahucios con desalojo de familias se debía a pleitos originados en el 2007, es decir que hasta cuatro o cinco años después las familias no habían sido desahuciadas. El resto de las ejecuciones judiciales afectan a locales comerciales, naves, o terrenos".
Por otro lado, el pasado mes de enero se constituyó un fondo social de viviendas para que aquellos que fueran desahuciados en el curso de una ejecución hipotecaria tuvieran donde acogerse con sus familias. Los bancos aportaron 6.000 viviendas para ese fondo y, si los argumentos empleados por la PAH fueran ciertos, lo lógico hubiera sido que todas esas viviendas hubieran sido ocupadas y que el cupo se hubiera desbordado en pocos días o semanas.
Nada más lejos de eso, por el contrario, en junio ya se evidenciaba el fracaso de la iniciativa: El fondo social de viviendas de la banca hace agua. Los desahuciados no quieren sus pisos.
Increíble que familias a las que se supone "en riesgo de exclusión social" se pongan respondonas acerca de cambiarse de un barrio a otro o sobre si esta casa les gusta más o les gusta menos. Por lo visto nunca han oído aquello de que a caballo regalado no hay que mirarle el diente. Les han calentado tanto la cabeza con sus "derechos" que han llegado a olvidar que todo lo que obtienen por la cara lo hacen en calidad de "caridad" pública.
El caso es que ante el fracaso del fondo social de viviendas, el gobierno ha decido ampliar los colectivos con derecho al mismo, permitiendo el acceso a familias con ingresos superiores a los 1.500 euros al mes, lo cual es el colmo de los colmos, pues las entidades financieras incluso han eliminado el pago del alquiler social para atraer a esa supuesta "legión de desahuciados" que nos pintaron hace unos meses.
Según algunas fuentes...
"El problema de este fondo es que la gente a la que se las ofrecemos ya están colocados o no quieren irse a ciertos barrios (porque están lejos del colegio de los niños, es en el pueblo de al lado o son casas que no les gustan porque son peores de las que tenían o tienen) o piden que se les dé la casa en la que vivían antes de ser desahuciados".
¿He dicho ya que todo el montaje en torno a Ada Colau no es más que una inmensa mentira?