He mencionado por activa y por pasiva que casi cualquier administración pública es capaz de organizar "ventas forzosas de bienes" (es decir subastas) con bastante más eficacia que la Administración de Justicia, debido a que cualquier asunto humano que sea judicializado, entra inmediatamente en un agujero negro del que o no sale o sale tarde y mal.
Y de todos es conocido que los agujeros negros se caracterizan, entre otras cosas, por su oscuridad.
Y ahí me quedo.
O sea, que sí, que en general las subastas de la Seguridad Social y de la AEAT suelen organizarse mejor, recaudar más y acelerar el negocio inmobiliario desde el punto de vista del adjudicatario.
Y ello a pesar de lo que comenté en: Las adjudicaciones directas de Hacienda
post en el que expliqué que a pesar de ser las subastas preferidas por los novatos, también eran en las que más y peores follones se metían.
Por esto mismo no os podéis perder el último post que he publicado en Subastanomics referente a la venta en adjudicación directa de un velero precioso pero en estado catatónico: "Hacienda a toda vela en Banana Republic"
En este caso que allí relato la organización ha sido peor que pésima: nadie responde en el teléfono que figura en la web de la oficina de subastas de la AEAT encargada de esta subasta, no informan del ruinosos estado del velero, ni de las cargas de atraque.
Y lo peor es que ya hubo un anterior adjudicatario que se vio obligado a quebrar la subasta cuando vio lo que le habían colado y ahora lo intentan subastar otra vez sin haber mejorado nada.
Así nos va a todos.