Sucedió en Baleares
El tipo se adjudica un inmueble en una subasta de la Seguridad Social.
Luego busca el piso por su cuenta.
Tiene que ir a solicitar el lanzamiento, pero antes decide darse una vuelta por el lugar.
Entra en la comunidad. No hay nadie al acecho.
Con el cerrajero abre la puerta.
Entra en el piso. Está vacío, sin ocupantes ni muebles ni nada de nada.
La impaciencia le puede.
Está ansioso por forrarse y disfrutar de su éxito.
Así que como ve que no hay obstáculos se pone a reformar.
No quiere perder el tiempo. Empieza una buena reforma: armarios, suelo, compra cocina nueva.
La vecina de arriba le mira trabajando todos los días.
Son varias semanas de obras y un buen dinero invertido en las obras.
Pero un día, mientras está obrando, los ojitos de la vecina del piso de arriba asoman por la ventana.
- “¿Qué estás haciendo?"
- “Me he adjudicado este piso, ahora es mío"
- “No, no, creo que te equivocas. Este piso no es tuyo. Es mío”
Y el subastero la mira con detenimiento y comprende que tiene razón. Alguien se ha equivocado y acaba de reformar un piso que no es suyo. Y no sólo eso, la Guardia Civil está de camino...
- "por favor, dejen al menos que me lleve los materiales"
Por lo visto la Seguridad Social no identificó correctamente el inmueble que subastaba y peritó otro de bastante más valor. Así que no sólo se ha dejado la pasta de la reforma y se ha expuesto a la justicia. Ahora debe enfrentarse a la idea de que se ha adjudicado un piso cochambroso comprado por el doble de precio.
Y lo peor, que el piso que realmente ha comprado está ocupado por la recepcionista de la urbanización, con contrato legal de alquiler.
¿Quién dijo que este era un negocio fácil?
Buena Semana Santa para todos. Que disfrutéis mucho con la familia y volváis llenos de energía.