No se cómo se habrán enterado algunos lectores de que llevo algunos años comprando pisos okupados a los fondos buitre. No es que lo haya ocultado sistemáticamente, pero tampoco he ido dando cuartos al pregonero. Más que nada porque cuando una línea de negocio es vox pópuli inmediatamente deja de ser un buen negocio.
El caso es que este verano han sido varios los que me han contactado preguntando a quién le estaba comprando estos pisos.
Es curioso lo inocente que son algunos...
Y resulta que lo que le está sucediendo a toda esta gente que hasta hace unos meses estaban comprando pisos okupados a algunos bancos y a varios fondos de inversión (y que ya no pueden hacerlo) también me está sucediendo a mi.
En el 2016 solo pude comprar la mitad de pisos okupados que el año anterior.
Y en lo que va de año solo he podido comprar un miserable piso, que era un resto que rechacé de un lote anterior pero que ante el panorama de este año he corrido a enmendar el error y lo he comprado.
Y no es porque este año no lo haya intentado de todas las formas posibles. He lanzado al menos diez o más ofertas de lotes. Unos más grandes y otros más pequeños. Una de ellas, la más temeraria, fue una oferta por 27 pisos, por uno de los cuales ofrecí casi medio millón de euros y por la que ni siquiera se dignaron a responderme.
Y no creáis que lo de no responder es una rareza propia de algún maleducado ajeno al negocio inmobiliario. Al contrario, como ya mencioné en un par de post del año pasado (ver en la parte inferior de este post), los gestores de estos fondos siguen siendo igual de gilipollas que siempre, aunque no tanto como los de Bankia/Haya con los que corté definitivamente hace más de doce meses. Lo de no responder a una oferta aunque haya sido realizada por los canales adecuados es algo de lo más habitual es este mundillo.
Y alguna vez, cuando me han respondido ha sido para hacerme una contraoferta insultante.
Sí, hombre, te estoy ofreciendo comprar quince pisos okupados y como ves que tengo cara de tonto me contraofertas con un precio superior al que yo podré venderlos cuando me haya deshecho de los bichos.
Así de mal está la cosa.
O peor, algunos fondos han llegado a intentar colarme entre los pisos okupados algunos que aparentemente también estaban okupados (y así los tenían clasificados), pero que en realidad no estaban okupados por ningún okupa, en el sentido estricto, sino que estaban siendo habitados por el legítimo expropietario a quien el banco acreedor no había podido desalojar judicialmente por haber éste alegado en su momento en el juzgado que la suya era una familia en riesgo de exclusión social, motivo por el que, al amparo de la Ley 1/2013, no van a poder ser lanzados en muuuuucho tiempo.
Esto que acabo de comentar es uno de los mayores peligros de estas inversiones, porque los bancos y similares han sido siempre muy hijoputas y os aseguro que si os pueden colar a uno de estos bichos indesalojables, lo van a hacer sin que les tiemble el pulso.
Quien no lo crea, que se acuerde de los jubiletas preferentistas.
Y además, que tengo para mi que esta gente protegida por la Ley 1/2013 va a convertirse en una casta privilegiada como la de los pisos de renta antigua. Gente a la que no se les va a poder desalojar jamás de sus antiguas casas y que van a pagar una miseria en concepto de alquiler social.
O a ver quién es el gobierno de valientes que se atreve a quitarles este privilegio. Desde luego el PP ni de coña lo hace.
Comprar uno de estos pisos es tirar el dinero.
Y aunque algún abogado me dice que si el banco le vende estos pisos a particulares estos nuevos propietarios podrán instar desahucios por precario y ganarlos, a mi me han llegado al correo varios casos de primos que han comprado estos pisos creyendo en esa interpretación y que ahora no tienen manera de conseguir la posesión judicial.
Y abundando en la falta de ofertas por parte de los fondos, este año se me ocurrió la peregrina idea de que si conseguía un canal de suministro seguro de pisos en estas circunstancias "pegajosas", es decir, pisos okupados, alquilados, mitades indivisas, etc. quizás podría proponerlo a los más de cuatrocientos alumnos del curso Triunfa Con Las Subastas.
Es gente que ahora está súper preparada, que es capaz (como yo) de analizar las inversiones en unas horas y de decidir comprar o no comprar en minutos. Y estoy convencido de que todos habrían estado encantados de estudiar muy atentamente cualquier oferta que cualquier fondo buitre nos hubiera hecho llegar.
Cuatrocientos inversores bien motivados podríamos haber comprado muchas casas y haber descargado de activos cualquier cartera que los fondos nos hubieran mostrado.
Pero por lo visto no era tan buena idea como me parecía a mi porque a los gestores a quienes les hablé de ello ni se inmutaron.
Vamos, que parecía que no tenían ningunas ganas de vender.
Pero sigamos con lo nuestro...
¿Y por qué los bancos y los fondos buitre han dejado de vender a precio de derribo
sus pisos okupados como habían estado haciendo hasta antes de ayer?
No, los pozos no se han secado.
Las instituciones siguen siendo propietarias de cientos de miles de pisos okupados por gentuza. Lo que sucede es, sencillamente, que los fondos de inversión también se están creyendo la inmensa campaña que se ha desatado en los medios acerca de que la crisis inmobiliaria se ha terminado y que todo va a ser un camino de rosas a partir de ahora.
Y entonces han decidido que se acabó lo de deshacerse de sus pisos y que a partir de ahora se van a encargar ellos mismos de conseguir la posesión judicial (algo que se les da realmente mal) y luego los van a rentabilizar por alquiler.
Y de ahí que actualmente tantos de esos fondos de inversión se estén convirtiendo en SOCIMI´s con la idea de administrar miles de alquileres con rentabilidades brutales (dado que dichos fondos sí compraron sus lotes de miles de viviendas a unos precios de derribo al cubo) y así conseguir sus objetivos por la vía de las cotizaciones bursátiles.
Lo importante para nosotros, los pequeños inversores, es que se acabó esa vía de negocio y que a otra cosa mariposa.
Dejad de buscar porque todo lo que encontréis a partir de ahora será mierda.
Y además, a veces mierda peligrosa.
Y a ti, si eres gestor de fondos y quieres compadecerte de este pobre
inversor fracasado y decides darle una última oportunidad, no dudes
en contactarme, porque diez o quince pisos te los compro en un
periquete si me los dejas a buen precio. Y seguro que los alumnos
de Triunfa Con Las Subastas te recibirían como agua de mayo
y ya no serían quince sino muchas docenas de pisos las que
venderías, quizá cientos.
Y a todos los lectores una pregunta para que me ilustréis con vuestra opinión...
¿Haber comprado pisos a un fondo buitre me convierte en un inversor buitre?