Yo le aclaré que solo era un visitante del juzgado y que debía dirigirse a los oficiales, indicándole el que estaba más cerca de nosotros, quien inmediatamente me dirigió su mirada más asesina.
El pobre inmigrante, cuya hipoteca acababa de ser ejecutada no sabía que se estaba enfrentando a uno de los oficiales judiciales más antipáticos de España, un verdadero campeón del mundo.
- Buenos días señor, he recibido esta demanda y quisiera saber qué tengo que hacer
- Y a mí qué me cuenta, diríjase a quien corresponda ¿Quién ha dicho que su demanda la llevo yo?
- No lo se, ¿Me podría decir quien la lleva? (mostrándole los papeles)
- Vaya, qué casualidad, la llevo yo mismo ¿Y usted qué quiere?
- Es que verá usted, he recibido esta demanda y no se que debo hacer ¿Debo contratar un abogado? es que no tengo dinero.
- ¿Y a mí que me cuenta? Usted haga lo que considere, yo no tengo por qué aconsejarle qué debe usted hacer, no me pagan para eso.
- Perdone, pero es que realmente no se que debo hacer. Aquí dice (volviendo a mostrar los papeles) que tengo unos días para responder a la demanda pero no se ni como hacerlo ni nada de nada.
A estas alturas yo ya tenía todas mis antenas en esa dirección, aunque seguía disimulando como si estudiara mi expediente.
- Pero bueno (con muy mala leche) ¿Quien le ha dicho a usted que los funcionarios estamos aquí para resolver sus dudas? haga el favor de preguntarle a su abogado y dejarme trabajar en paz, él le dirá lo que mejor corresponda a sus intereses.
- Pero señor, es que yo no tengo abogado y tampoco tengo dinero para contratar a uno. ¿Me podría decir si me merecería la pena hacer ese gasto para evitar que me echen de mi casa?
- ¿Pero es que usted no entiende o qué? Le estoy diciendo que haga lo que le de la gana pero que a mí no me tiene por qué preguntar, va-ya-se-y-haga-lo-que-le-de-la-ga-na.
El impasible andino, inasequible al desaliento insiste varias veces pero finalmente se tiene que ir cuando ve que "el cascabel de alegría" está ya fuera de sus casillas. En ese momento yo me levanto, y le sigo fuera del juzgado, donde le digo que en la planta baja está la oficina en la que aquellas personas que no tienen dinero pueden solicitar un abogado de oficio, aunque en su caso -le digo- es una pérdida de tiempo porque lo único que puede evitarle perder su casa es pagar todas las cuotas atrasadas de la hipoteca junto a los intereses y las costas judiciales.
Ya se que los oficiales judiciales no son ni tienen que ser asesores legales de nadie, pero a mí me ha costado 30 segundos explicarle eso a una persona que por ser extranjera no entiende nada de nada y que está acongojada porque va a perder su casa.
Los usuarios habituales de la Justicia estamos más que acostumbrados al maltrato de estos tipejos avinagrados, por eso a raíz de aquel post del pasado 13 de noviembre sobre el cancerbero del juzgado, hubo muchos comentarios -alguno magistral, como el de un procurador de Ontinyent- y a Manuel González de SubastaFácil le ha surgido la oportunidad de recopilar el testimonio de todos aquellos que siendo "actores principales" en las subastas judiciales (ejecutados, acreedores, subasteros profesionales, inversores ocasionales, procuradores con huevos como el de Ontiyent, etc.) quieran aportar su opinión y sus experiencias para que sean publicadas en El País.
Parece ser que no será necesario que los testimonios y opiniones vayan firmados con nombre y apellidos, pues todos sabemos perfectamente las consecuencias que se derivarían de ello. En fin, que los interesados en participar en esta interesante iniciativa de Manuel González pueden contactar con él a través de su web o más directamente en [email protected]
Yo ya le he dicho que pueden contar conmigo.
NOTA: Entre los comentarios del anterior post, "El diluvio que viene", Francisco Calvo ha propuesto la iniciativa de poner en discusión seis de las respuestas de Jesús Álvarez en el encuentro digital de El Mundo. El encuentro fue una iniciativa estupenda y muy original, y la mayor parte de las respuestas fueron acertadas, sobre todo teniendo en cuenta el escaso margen de tiempo que había, pero es cierto que los seis puntos escogidos por FCalvo pueden recoger otros puntos de vista. Os animo a ir atrás y participar.