Cuando iba a comenzar esto de las subastas judiciales online, hace un poco más de tres años, advertí en este blog que el aumento de postores iba a atraer a muchos tontainas que nos iban a dar tardes de gloria. Supongo que ahora habrá muchos abogados haciendo caja con estos audaces inversores con más huevos que cabeza.
Y entre todos los errores que cometen, que son muchos y variados, hay uno que destaca sobre todos, que es el de aquellos que se meten en esta selva sin tener ni un puto duro.
Si yo contara la cantidad de tontos que participan en las subastas sin tener la liquidez suficiente para cubrir sus pujas, con la vana esperanza de que tras la adjudicación tendrán la oportunidad de pedir un crédito hipotecario, me faltarían dedos en las manos para contabilizar tanto dislate.
Y luego me contratan una consultoría para que les explique los trámites para pagar con hipoteca.
Pero lo que yo les explico es que ningún banco les va a conceder ese crédito hipotecario y que se mentalicen con la idea de perder el dinero del depósito.
El último ejemplo de esto que digo me llegó ayer y provocó que inmediatamente después de hablar con él grabara y subiera a YouTube el siguiente vídeo...
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Y otra cosa, no es que no existan argumentos para evitar que el adjudicatario pierda el dinero del depósito. Lo que ocurre es que mi interés (y el del resto de postores) es que todos aquellos que vienen a esta guerra sin munición salgan de su primera batalla malheridos y sin dinero.
Así no vuelven.
Pero mis lectores son demasiado inteligentes para que les haya pasado algo así.
¿o no?