Menudo alegrón me ha dado Taichi al enviarme este mail:
A veces la vida nos da sorpresas. Ayer conseguí que un Juez me autorizara a ver todos los expedientes y no solo la "Certificación de cargas". En este juzgado tuve hace meses una agarrada con una funcionaria y con la secretaria, quien perdió los papeles cediendo su autoridad ante la funcionaria.
La secretaria me autorizó a ver los expedientes y cuando se lo dije a la funcionaria, se fue a ver a la secretaria, la llevó el libro de la LEC y el resultado fue, que no, que sólo podría ver la certificación de cargas. Seguí insistiendo y logré que también me dejara ver la escritura hipotecaria, insistí un poco más para lograr ver los importes de reclamación del ejecutante y casi me impiden ver los otros documentos.
Ahora, ya no están ni esa funcionaria ni la secretaria ni la Juez, pero el nuevo funcionario se aprendió el sólo cargas. Cuando le hablé de que la LEC sólo decía lo que estaba de manifiesto, que no decía nada de impedir ver el resto. Le pedí hablar con la secretaria, pero estaba de viaje. Por lo que me dijo de hablarlo con el Juez.
Así que apenas llegó el Juez, se lo explicó él mismo y el Juez le dijo que yo podía ver todo el expediente.
Uno menos en el lado oscuro.
Esta anécdota es un reflejo exacto de la diferencia de criterios que, tanto en este asunto como en otros, hay entre unos profesionales y otros. Es hora de volver con la matraca de que cuando compramos en subasta no estamos comprando una vivienda tal como lo haríamos en una notaría, que es lo que mucha gente cree, sino que estamos comprando el resultado de un procedimiento judicial complejísimo en el que muchas personas diferentes pueden haber cometido errores en los que luego un abogado espabilado puede basar su argumentación para suspender la subasta y solicitar la nulidad de actuaciones hasta el momento previo al error. Esto puede ocurrir incluso meses después de haberse celebrado la subasta, como le pasó a la mujer desesperada de Esta subasta es una ruina.
Por tanto no me parece descabellado que los secretarios judiciales lo tengan en cuenta y nos permitan asegurarnos de que todos los implicados han hecho adecuadamente su trabajo. Eso solo puede ser si nos permiten estudiar el expediente. Pero algunos, sin duda adeptos del lado oscuro de la fuerza, persisten erre que erre en que no lo veamos, aumentando el secretismo y el peligro en las subastas. Y lo hacen gratuitamente. Por que sí.
Y finalmente, no creáis que solo la judicatura tiene un Lado Oscuro, los subasteros también tienen el suyo.