No hay duda de que los llamados vulgarmente PISOS DE BANCO se han puesto muy de moda. Aunque a estas alturas de 2021, los actuales propietarios de los llamados pisos de banco ya no son los bancos sino los fondos de inversión que le compraron a los bancos casi el cien por cien de las carteras que éstos tenían en su balance. La digestión se les estaba haciendo muy pesada y tuvieron que venir los mal llamados fondos buitre para quedarse con esas carteras a precios de risa.
Tengo que decir que yo he comprado muchos pisos de banco, casi siempre okupados, al menos según la creencia de los fondos de inversión que me los han vendido. Aunque es una suerte que no siempre estos linces conozcan bien las circunstancias de todos sus cientos de miles de activos.
Pero pese a haber comprado tantos pisos de banco, las inversiones inmobiliarias que más sigo disfrutando siguen siendo y siempre serán las SUBASTAS DE PISOS. Tanto si se trata de subastas judiciales como de subastas de la Seguridad Social o subastas de la AEAT o del tipo que sean.
Me molan las subastas. Las prefiero no solo porque los precios que se consiguen siguen siendo imbatibles en comparación con los precios que nos ofrecen los fondos de inversión. Precios que, por cierto, tras unos meses en los que lo han estado casi regalando, ya están de nuevo bien subidos a la parra.
Ojo, que cuando yo hablo de comprar pisos de bancos me estoy refiriendo siempre a comprar pisos de bancos con okupa o al menos con algún tipo de problema jurídico. El resto de pisos de bancos los comercializan a precios nada interesantes y no les hago ni caso.
Y MUY IMPORTANTE, que nadie vaya a creer que porque quien le está vendiendo el piso es una empresa, con el suelo cubierto de alfombras persas y secretaria tetuda en la recepción, eso no significa que sea oro todo lo que ofrecen ni que no haya que estudiar súper a fondo todo lo que nos ofrezcan.
Y como ejemplo, recientemente he contado en mi canal de YouTube cómo me intentaron estafar los de la SAREB
Y no han sido los primeros que me la intentan colar.
La única forma de evitar caer en el error de comprar este tipo de activos tóxicos es tener un método de investigación y seguirlo a rajatabla. Yo dispongo de un checklist inmobiliario que no me salto nunca:
El checklist inmobiliario a realizar antes de cualquier inversión
Por eso publico este artículo, para advertir a los incautos que el peor activo que un fondo de inversión puede venderte es aquel en el que en el procedimiento judicial no hayan conseguido desalojar al expropietario porque éste ha sido reconocido como familia en riesgo de exclusión y el juzgado que ha tramitado la ejecución hipotecaria le ha aplicado la Ley 1/2013.
¿Y qué dice la Ley 1/2013 y, aún más importante, el Real Decreto-ley 6/2020, de 10 de marzo, por el que el gobierno actual ha alargado sus efectos hasta mayo de 2024? Y no solo eso, además, el gobierno ha ampliado el colectivo de posibles beneficiarios y, lo peor, ha extendido la aplicación de la norma a cualquiera que sea el adjudicatario de la subasta.
Es decir, que si el demandado está en riesgo de exclusión (y algunas otras condiciones que no voy a mencionar aquí) y el banco NO HA PODIDO DESALOJARLE, que no se le ocurra a nadie creer que van a ser más listos que el banco porque no es así. Esa gente es indesalojable mientras se mantengan en riesgo de exclusión social.
Otra cosa y otro debate es preguntarnos cómo es posible que haya familias que en los casi 9 años transcurridos desde el comienzo de la moratoria, aun no hayan sido capaces de salir de su situación de pobreza.
¿No han podido salir o no han querido?
Sí, es cierto, muchos de ellos están cómodamente instalados sobre las espaldas de sus conciudadanos, viviendo de subvenciones, sin pagar el alquiler y dejando que las instituciones y sus vecinos sostengan su mullida forma de vida.
Pero esto es España y así son las cosas por estos andurriales.
A mi me llegan muchos listos que se creen avezados inversores, con el cuento de que han comprado por dos euros un piso con el ex propietario dentro y preguntando que cuál es el truco para desalojarle.
Pues no hay truco, listillo. Ese tipo se va a quedar ahí hasta que en España haya un gobierno capaz de derogar esa Ley 1/2013 o dejarla sin efecto a partir del último plazo, que acaba en mayo de 2024.
¿Pero hay alguien tan primo como para creer que algún día vamos a tener un gobierno así de valiente?