Hablábamos hace algunas semanas de que hay personas que parece que han nacido con una flor en el culo. Se trataba en aquél caso de una persona a la que le habían concedido una vivienda VPO, ático con buenísima terraza y que a pesar de que se la habían subastado, resultaba que se iba a ver muy beneficiado por el precio alcanzado en la subasta y que, para colmo, ni siquiera iba a tener que abandonar por ahora la vivienda por haberse liado la madeja judicial en torno a esa subasta.
Pero junto a esas personas con tanta estrella, hay otros que parece que están destinados a tomar siempre la decisión equivocada y que, incluso cuando tienen la suerte de su lado y parece que las cosas les pueden ir muy bien, acaban por "cagarla" y volver al arroyo.
Acabada la serie de post en los que dividí el magnífico texto del juez D. Agustín Gómez Salcedo, hoy quiero traer un relato que no me ha enviado un amable lector, sino que lo he vivido yo mismo hace bien poquito al visitar una VPO situada en uno de los mejores nuevos PAU´s de Madrid que iba a salir en breve a subasta por una deuda casi ridícula, ocho cuotas de unos 400 euros + intereses + costas de una hipoteca cuyo total asciende a unos noventa mil euros:
La demandada era una mujer ni vieja, ni joven, ni limpia, ni demasiado sucia, pero evidentemente pobre, desastrada, quejumbrosa y con una cara que denunciaba una evidente falta de voluntad y quizá estupidez.
El diálogo se desarrolló más o menos así:
- Ya sabrás que la subasta es pasado mañana ¿qué tenéis pensado hacer, vais a vender la casa?
- No se, creo que mi pareja ya lo tiene arreglado y vamos a pagar la deuda.
- ¿Cómo lo tenéis pensado pagar si los bancos no están prestando a nadie?
- Nos han dado un préstamo para pagar lo que debemos más unas cuantas mensualidades más. La subasta se va a suspender.
- ¿Pero cuánto os van a prestar?
(se lo pregunto porque se que para suspender la subasta solo tienen que poner al día la hipoteca y eso lo consiguen con unos 20.000 euros (intereses y costas incluidos) y me consta que ningún prestamista va a molestarse en hacer un préstamo tan pequeño)
- Nos prestan 60.000 euros a un año, lo necesario para pagar la deuda y para seguir pagando mensualidades mientras los dos estemos en el paro.
- ¿Y cuánto os van a hacer firmar en la escritura, porque supongo que firmaréis como que os han prestado más?
- Si, nos han dicho que tendremos que incluir los intereses del primer año. En total firmamos una letra de 60.000 euros a un año pero nos dan solo 45.000.
- ¿Y cómo tenéis pensado pagar los 60.000 euros dentro de un año si os habíais ahogado con ocho cuotas de 400 euros que solo suman 3.200 euros?
¿¿¿¿¿¿¿¿?????????
Aquí es cuando la demandada pone mirada de ternera y me doy cuenta de sus escasas luces. Probablemente ni siquiera habían pensado en que en unos meses podían estar en la misma situación.
- No se, supongo que con lo que nos sobre del préstamos podremos pagar cuotas durante mucho tiempo.
- Bueno, no tanto tiempo, que el dinero quema en las manos y dura menos de lo que parece. Ten en cuenta que vuestra hipoteca es de 90.000 euros y que ahora le vais a sumar otra hipoteca de 60.000, de manera que ni siquiera trabajando los dos podréis pagar las cuotas de ambas. Si la subasta se celebrara pasado mañana, se adjudicaría por lo menos en 180-190.000 euros, teniendo en cuenta la superficie y el barrio en que está situada y el sobrante que el juzgado os daría a vosotros sería de al menos 80 ó 90.000 euros pero si dejáis de pagar dentro de un tiempo y vuelve a salir a subasta, os quedáis sin casa y sin dinero sobrante.
¿¿¿¿¿??????
Ahora el careto que pone si que es un poema. Simplemente no entiende de qué le estoy hablando y, por tanto, decido tirar la toalla y largarme de allí. Finalmente la subasta se suspendió y no tengo ninguna duda de que me volveré a encontrar con esta mujer dentro de un par de años.
Esta ha sido la historia de una familia que tuvo suerte una vez en su vida y el "Estado de bienestar" les dio un piso estupendo en un barrio de clase media alta a un precio ridículo con unas cuotas hipotecarias de risa y que, por su mala cabeza y su estupidez caballuna van a volver a sus humildes orígenes con una mano detrás y otra delante. Que así sea.