Recordaréis, porque no ha pasado tanto tiempo, un post de enero titulado "Derecho de Retracto en subastas de VPO" en el que Agm78 nos contaba el problemón que tenía con un piso de VPO en San Sebastián que se había adjudicado en subasta por el actual precio oficial de las VPO pero en el que el ayuntamiento estaba tratando de que el juzgado le reconociera el derecho de adquisición preferente.
Las cosas más o menos se desarrollaron así:
- El precio oficial de esta VPO cuando fue comercializada era de 124.000 euros
- El propietario deja de pagar su hipoteca y la vivienda sale a subasta, pero en el ínterin el precio oficial de la vivienda ha subido a 169.000 euros el 18-nov-10, justo un mes antes de la subasta que se celebró el 15-dic-10.
- No se muy bien por qué motivos, las subastas de VPO en ese juzgado ( o en Guipúzcoa o en todo el País vasco, no estoy seguro) se llevan a cabo de una manera un tanto novedosa: hubo 3 postores que ofrecieron el máximo y el juzgado dio traslado al Gobierno Vasco para que diera un orden de preferencia en base a la necesidad de vivienda que tenían estos postores. Los 3 cumplían con los requisitos de necesidad de vivienda que exigen Etxebide y Etxegintza, entidades públicas de vivienda del Gobierno Vasco y Ayuntamiento de San Sebastián respectivamente. El elegido por el juzgado en base a este orden de preferencia fue nuestro protagonista y el juzgado dictó el "Decreto de Aprobación del remate, emplazándole a pagar el total del remate.
-
Agm78 solicitó un crédito puente con el aval de un familiar y pagó el remate (169.000 euros) en enero.
- El ayuntamiento, antes de cumplirse su plazo de 60 días se persona en el juzgado y pretende ejercer un derecho de adquisición preferente, intentando desplazar al adjudicatario pero por el precio oficial anterior, el de 124.000 euros por el que se había comercializado la vivienda en vez de por los 169.000 euros que Agm78 acababa de rematar.
- El juzgado ignoró al ayuntamiento y en marzo dicta el Decreto de Adjudicación. El adjudicatario respira tranquilo y paga el ITP e intenta registrar el título, pero el Registro le pone peros a la redacción del Decreto y debe volver al juzgado para que le hagan alguna rectificación.
- Mientras espera que el juzgado modifique la redacción del decreto le llega la notificación de Demanda de Retracto que le ha puesto el ayuntamiento con la intención de ejercer el Derecho de Retracto por la cifra original de 124.000 euros que si se lleva a efecto le harán perder 45.000 euros, que por cierto no tiene porque remató con un crédito personal.
Conclusión, ahora si que está acojonado porque cuando me escribió por primera vez aún no había rematado y solo se preguntaba si debería rematar o no existiendo el peligro de que después de rematar el juzgado subastador aceptara la adquisición preferente del juzgado por un precio inferior del que él acabara de rematar, pero ahora, después de que el juzgado rechazara esa adquisición preferente del ayuntamiento y de que se haya producido el remate y el consiguiente crédito bancario, resulta que el ayuntamiento, erre que erre, le presenta formalmente una demanda en la que si se allana pierde los 45 kilos y si no se allana tiene que empezar a gastar pasta en abogado y procurador, quizás para perder igualmente.
De manera que:
- Tiene la suerte de que el departamento de vivienda del Gobierno Vasco (Etxebide) le elige como afortunado adjudicatario entre los tres que ofrecieron pagar el "precio oficial" que el juzgado había señalado como Tipo de Subasta.
- Tiene la suerte de que el juzgado subastador decide que el departamento de vivienda del ayuntamiento de San Sebastián (Etxegintza) no tiene derecho de adquisición preferente al precio original de venta de estos pisos (124.000 euros).
- Sin embargo ahora está metido en un tremendo lío y ni siquiera está seguro de si podrá inscribir el título de propiedad ni sobre lo que el juzgado decidirá respecto a darle o no la Posesión de la vivienda. A ese respecto tengamos muy presente lo que le pasó al protagonista del post "¿Se puede perder dinero en las subastas judiciales?", cuyo juzgado le comunicó que no se molestara en pedir la Posesión porque no se la daría dado que le estaban ejerciendo el retracto. Al fin y al cabo algunos ya van entendiendo que la sensibilidad de los jueces no está muy afinada.
Y yo me pregunto cómo es posible que un ciudadano que no ha hecho más que lo que la Administración le ha dicho que haga y ha pagado el precio que la Administración le ha señalado, cómo es posible, repito, que ahora se vea en semejante lío. Al fin y al cabo ni siquiera hubo puja, los tres postores se limitaron a aceptar el precio que el juzgado había decidido que fuera el precio de adjudicación.
Ejemplo perfecto de que Kafka sigue de plena actualidad.