Este domingo, se planteaba en el blog de Andrés Llorente en Unience una pregunta que desde mi punto de vista es bastante interesante: ¿Se puede ser un maravilloso profesor de "trading" sin ser bueno en la operativa diaria?
Hay que reconocer que existen tantos cursos de bolsa, de trading, de análisis... que es muy sencillo que cualquiera entre en este mercado. Por ello, es enorme el listado de "cursos basura" a precio de oro que existen. Así que la pregunta tiene aún más sentido actualmente.
Tanto en el mismo post como en la mayoría de los comentarios podemos leer respuestas de todos los tipos. Resumiendo: están los que piensan que sí es posible, poniendo entre los ejemplos a los profesores de música, que podían ser buenos técnicamente pero incapaces de tener ese toque que da la genialidad. Por otro lado estaban los que piensan que no, que el trading es una actividad muy práctica y es imposible enseñarla sin experiencia positiva.
Yo, que suelo ser muy diplomático, tengo una respuesta intermedia. Pero no por ello deja de ser radical.
En primer lugar, dejar claro que estamos hablando de trading, no de enseñar análisis, ni economía. Hablamos de enseñar a otra persona a batir al mercado con consistencia haciendo muchas operaciones de corto plazo.
En segundo lugar, que para ser profesor de cualquier cosa hay que tener un conocimiento profundo de lo que se habla. No puede pillarte una pregunta de un alumno por sorpresa. Por otro lado, además de un conocimiento profundo hacen falta otras cualidades, la más importante de ellas, saber transmitir ese conocimiento.
En tercer lugar, que los analistas hacen análisis. No hacen trading. Es decir, un analista técnico se dedica a analizar los gráficos, no a tomar posiciones en ellos. Si hace otra cosa, entonces no es un analista, es otra cosa. Un analista, sea de corto o de largo plazo, no puede enseñarte a hacer trading. Puede enseñarte a hacer análisis. Igualmente un economista se dedica a realizar predicciones económicas, un asesor a asesorar, etc. A gestionar, debe enseñarnos un gestor. De modo que si quieres aprender trading de un profesor, debemos buscar o un trader o alguien que alguna vez se haya dedicado a ello.
En cuarto lugar, que el trading es una actividad, muy estresante y complicada emocionalmente y además, generalmente, muy absorbente. Aunque la mayoría de traders solo operan en una franja horaria, el resto del tiempo están muy ocupados con su sistema o su control emocional. Por eso, pocos traders tienen tiempo (ni ganas) de andar enseñando lo que saben. Añadiendo a ello que muchas veces algunas de sus técnicas se basan en atacar posiciones de gente inexperta. Formarlos significa que esas técnicas les dejen de funcionar.
En quinto lugar, que las estadísticas son aplastantes en este sentido: la mayoría de los traders particulares (es decir, los que no trabajan para una entidad, o las "gacelas" en palabras de Cárpatos) no baten consistentemente al mercado. Quizá ganen dinero, pero no más que con una estrategia buy-and-hold.
En sexto lugar, que viendo los dos puntos anteriores ya sabemos que son pocos los traders ganadores, que además tienen ganas de dedicarse a dar cursos. Es más, de acuerdo al primer punto, serán aún menos los que sean ganadores, tengan ganas de enseñar y además sean capaces de transmitir conocimientos.
En séptimo lugar, para llegar a ser un gran conductor no necesitas que el profesor de tu autoescuela sea Fernando Alonso. Simplemente necesitas que te enseñe a conducir. Para eso, debe saber conducir y saber explicarte cómo hacerlo, como vimos en el punto dos. Si es un teórico de la conducción te puede preparar para que saques un 10 en el teórico. Pero luego, cuando te subas en un coche, si bien es cierto que estarás mejor preparado y puede que te sepas todas las reglas, a lo mejor no eres capaz de arrancar el coche. Pero ese profesor debe saber conducir con cierta soltura, porque si es un conductor que suele estrellarse, no nos puede enseñar a conducir bien salvo diciéndonos que no lo hagamos como él. Así que no hace falta que nos enseñe a hacer trading el mejor trader del mundo. Pero tampoco nos puede enseñar el peor, porque las técnicas que nos enseñe serán equivocadas. Ahora bien, como toda actividad práctica, solo podremos aprender de verdad si hacemos trading con él. Insisto en el ejemplo de la conducción, ¿cómo nos enseñan a conducir? Pues conduciendo con el profesor al lado, para que nos pise el freno si es necesario.
El problema de la pregunta es que está mal planteada. El trading no puede enseñarse de la misma manera que el análisis o las matemáticas. La única forma de aprender a ser un buen trader es haciendo operaciones. Y aprendiendo de ellas.
Con el ejemplo de la música, puede ser que lleguemos a ser un genio del piano aunque nuestro profesor sea mediocre. Pero es que no es un buen ejemplo, porque no seremos genios porque nos hayan enseñado a ser genios. Nos habrán enseñado teoría. A lo mejor es que no necesitamos un curso de trading. Lo que necesitamos es aprender otras cosas: cómo se usa la plataforma, cómo funciona el mercado, qué productos existen, economía, análisis... y luego nosotros somos los que debemos darle sentido a todo ese caos teórico. Estoy seguro de que la gran mayoría de traders de éxito no han hecho cursos de trading. Han hecho cursos de teoría y luego han investigado por su cuenta.
Otro ejemplo sacado de un comentario del post que inspira este post, Mourinho o Benítez son excelentes entrenadores que no llegaron a nada como futbolistas. Sin embargo, saben motivar y saben de teoría. Pero es que no son profesores. No han enseñado a jugar a Cristiano Ronaldo, hacen que saque lo mejor de él, pero no le han dicho cómo darle a la pelota. De modo, que más que profesores, son asesores. En este sentido, podemos encontrar magníficos asesores que nos ayuden en nuestra operativa, pero que luego ellos no ganen dinero por su cuenta. Pero este es otro tema.
A lo mejor, es que, como hemos dicho, solo podemos aprender a hacer trading con un buen trader al lado. No con un profesor, sino con un trader. En su sala, sentados a su lado. Viendo cómo opera, cómo falla, como acierta. Del mismo modo que se aprende en el trabajo de un buen jefe al salir de la facultad.
Pero aún hay más: ningún profesor, sea malo o bueno, gane o pierda, nos puede garantizar que tengamos éxito. Solo un buen trader nos puede allanar el camino. Pero el éxito no se enseña. Se consigue.