Crisistunidad. Se dice que en China emplean, para representar “crisis” un ideograma mezcla entre el de peligro y el de oportunidad (la palabra “crisis” (危机, weiji, se compone de dos ideogramas: Wēi (危) que se traduce como “peligro” y Jī (simplificado: 机, tradicional: 機) que, entre varias acepciones (como por ejemplo máquina o avión), se puede traducir como “oportunidad”.
Yo no tengo ni idea de chino, pero lo afirmó Lisa Simpson y Homer creó la genial palabra “crisistunidad”.
Sea o no un verdad, trasladada a los mercados financieros una crisis es casi siempre una oportunidad.
Por ejemplo, tomando como muestra todas las recesiones “oficiales” (esto es, las señaladas por el NBER) desde 1950, y escogiendo como índice al S&P500, si hubiéramos comprado al inicio de cada recesión y vendido 24 meses después, hubiéramos ganado, de media, un 12,5%. No todo es tan bonito, claro, puesto que si hubiéramos comprado al inicio de cada recesión y vendido al final, hubiéramos perdido de media un -1,16%. En cualquier caso, como se puede ver en la primera tabla, los mejores resultados se consiguen comprando cuando la recesión termina.
Pero seamos serios: es imposible saber cuándo comienza exactamente una recesión. El NBER suele publicar el comienzo o final de las recesiones varios meses después de las mismas.
No obstante, ¿qué pasaría si tomásemos estas referencias -cuando el NBER señala el comienzo o final de la recesión- como puntos de entrada y salida? Veamos los resultados en las últimas cinco recesiones (no hay datos anteriores):
Como podemos ver, en el pasado funcionó comprar cuando se anuncia la recesión y vender cuando se anuncia el final de la misma. También funcionó comprar cuando se anuncia y vender 12 o 24 meses después, o comprar cuando finaliza y vender 12 o 24 meses después.
Más interesante es el empleo de uno de mis indicadores favoritos, el ISM manufacturero. Así considerando recesión cuando este indicador está por debajo de 42 y el fin de la misma cuando lo supera, tenemos los siguientes resultados:
Interesantes sin duda. Una nota, puesto que es un error muy común, incluso en medios de comunicación: cuando el ISM está por debajo de 50 significa contracción de la actividad manufacturera, pero hasta que no está por debajo de 42 no se puede leer como recesión de toda la actividad.
En resumen: las recesiones económicas han sido un momento de oportunidad para la bolsa.
Para terminar os dejo los gráficos de todo lo que hemos visto anteriormente:
* Fuente: NBER, Yahoo Finance, Reuters Ecowin, elaboración propia