La presentación en sí empezó con fuerza. García Paramés tomó la palabra y explicó que aunque, efectivamente, el comportamiento de los fondos durante los últimos meses fue malo, su incidencia en el largo plazo es mínima. Como ejemplo, puso la tasa de rentabilidad compuesta anual de largo plazo de su fondo de bolsa española que pasó del 21 y pico por ciento antes de la crisis al 20,82% actual. Caídas del 25%, comparadas en un plazo temporal largo, son prácticamente inapreciables. La insistencia en el largo plazo, obsesión de cualquier value, fue una constante durante toda la conferencia.
Supongo que esta forma de empezar no habrá gustado nada a aquellos partícipes que compraron en Mayo pasado y que ahora están en fuertes pérdidas. Pero deben comprender que, aunque esas pérdidas escuecen mucho, Bestinver es un vehículo de inversión diseñado y gestionado exclusivamente para el largo plazo (periodo minimísimo de 2-3 años). Por tanto, el equipo gestor no puede (por la naturaleza de la filosofía valor) ni quiere (porque consideran que es imposible) minimizar las fluctuaciones de corto plazo. Como repitieron ayer hasta la saciedad, su trabajo consiste en crear valor a largo plazo y no en evitar la volatilidad a corto. Es vital que el cliente comprenda esto.
El Value Investing, aunque para mí es la mejor filosofía de inversión, no es perfecto. A corto plazo vamos totalmente ciegos. Por eso hay periodos en los que inevitablemente nuestras carteras irán mal. Unas veces caerán más, otras menos. No lo sabemos. Nadie lo sabe. Y es imprescindible que los partícipes lo entiendan.
Lo dijo ayer García Paramés, lo dijo en su día Buffett, lo comentamos aquí mil veces: el que no esté preparado ni psicológica ni económicamente para sufrir fuertes volatilidades, no debería invertir en renta variable. Son gajes del oficio y cuanto antes se comprenda esto, mejor para el partícipe pues será capaz de utilizar los fondos de Bestinver (o cualquier otro fondo value) de la manera correcta.
El entorno negativo de las small caps, según el propio Paramés, se debe a factores técnicos de corto plazo y no a motivos fundamentales (de hecho, sus empresas siguen publicando resultados crecientes). La falta de recursos en el sistema financiero, unido a que muchos inversores apalancados se han visto obligados a deshacer posiciones por lo mejor, provocaron una gran bola de nieve vendedora. Esto es óptimo pues mientras que estos factores técnicos castigaban el valor liquidativo de los fondos (descenso del precio), los beneficios de sus empresas seguían aumentando (aumento del valor).
Personalmente creo que el estilo de gestión propio de Bestinver (y de la Escuela Value en general) es el verdadero culpable del descenso de los valores liquidativos. Lo que ha pasado es que las inversiones de Bestinver en grandes empresas han ido en general bien, mientras que las inversiones en empresas pequeñas han ido mal. Como seguidores de la Escuela Valor, vendieron sus participaciones en las grandes que mejor se comportaron (Telefónica y Acciona, por ejemplo) para ir aumentando posiciones en las pequeñas que más estaban cayendo. No es más que vender lo que está más caro para comprar lo que está más barato. Esto genera mucho valor para el largo plazo (y ha puesto a Bestinver en niveles muy atractivos, bajo mi punto de vista) pero penaliza enormemente el comportamiento a corto e incrementa sensiblemente la volatilidad.
Como dije antes, es vital que los partícipes comprendan que los fondos Bestinver son concebidos y gestionados pensando exclusivamente en el largo plazo. Los partícipes que comulguen con esta filosofía de largo plazo, se beneficiarán del saber hacer del equipo gestor. Los que no lo entiendan, se verán inmersos en la lotería del corto plazo. Es fundamental entender y asumir los “contras” de la gestión value para poder aprovecharse de sus “pros”. Lo que está claro es que, quien no se lo crea o no esté dispuesto a creérselo, no debería tener su dinero en gestoras como Bestinver.
Siguieron la presentación comentando algunas de sus principales inversiones y poniendo como ejemplo del comportamiento de la renta variable los casos de la Alemania de los años 20 y de Argentina en el año 2000. La conclusión que pude sacar es la misma que comentamos antes: largo plazo, largo plazo y largo plazo. ¿Qué si no?
Antes de llegar al turno de preguntas, hubo un comentario del equipo gestor que me llamó mucho la atención y, quizás, sea la única nota negativa de todo el acto. Dijeron que las probabilidades de rebote fuerte eran muy altas, mientras que las probabilidades de seguir cayendo eran muy bajas. Para hacer esta afirmación, se basaron en el histórico de sus resultados, en el que efectivamente se podía apreciar las subidas impresionantes de sus fondos tras caídas incluso más pequeñas que las actuales, y se podía apreciar que la duración de los anteriores periodos negativos no se prolongaba mucho más de lo que se está prolongando en la actualidad. Eso es lo que dice la historia, pero creo que hay que tomárselo con prudencia.
Entiendo perfectamente los motivos del equipo gestor para asignar estas probabilidades a escenarios positivos y negativos. Incluso comparto sus conclusiones. Pero todos sabemos, como ellos mismos repitieron hasta la saciedad, que a corto plazo es imposible asignar de forma realista y precisa una probabilidad muy alta (o muy baja) a un determinado escenario (si bien es cierto que no concretaron en ningún momento y que reconocieron que era algo que no podían firmar). La estadística histórica de los fondos Bestinver es rotunda, pero con la misma rotundidad hay que admitir que es sólo una estadística.
Personalmente estoy convencido de que Bestinver, a largo plazo, va a continuar con su historia de éxitos (y más después de haber visto ayer en vivo a la plana mayor de su equipo). Sin embargo, a corto plazo, por mucho que diga la historia, nadie tiene ni la más remota idea de lo que puede hacer. Este fue el único punto en el que García Paramés se salió del discurso value. No sé vosotros, pero fue el único momento de toda la tarde en el que no le vi tan seguro con su discurso. Cuando hablas en “clave value”, te sujetas a un grupo de sólidos principios con sentido económico-empresarial. Sin embargo, cuando hablas en “clave estadística”, tu soporte es mucho más endeble. Eso mismo me ha pasado muchas veces a mí y por eso lo comento.
Hasta aquí lo que más me llamó la atención de la presentación. Mañana hablaremos del turno de preguntas que, con mucho, fue lo más entretenido del acto. Únicamente me gustaría adelantar que, después de las casi dos horas de preguntas, salí entendiendo por qué Bestinver ha conseguido las rentabilidades y el poder de marca de las que hoy gozan. Salí del acto totalmente impresionado. En fin, mañana hablamos de todo esto y de más cosas interesantes que vaya recordando.