Admitimos que ciertos precios son un soporte o una resistencia porque ya en otro momento anterior de una cotización el precio paró en esa zona marcando uno o varios mínimos o uno o varios máximos. También se postulan en ocasiones soportes y resistencias oblicuos como las que aparecen en líneas de tendencia. A este respecto, Luis Ortiz de Zárate tiene un capítulo completo en su libro: “Técnicas relevantes para la especulación en los mercados financieros”.
Yo hoy voy a hablar del nacimiento de soportes y resistencias horizontales, concretamente voy a responder a la pregunta: ¿Qué determina que una zona de precio vaya a ser un futuro soporte o resistencia? Lo que explique no incluye a todos los soportes y resistencias, pero sí que a una parte de ellos.
Hasta ahora se tenían los soportes y resistencias como lugares en los que anteriormente la cotización había hecho uno o varios mínimos o uno o varios máximos, pero, ¿y si el primer mínimo o máximo ya tenía preestablecido el lugar en el que se iba a producir?
La creación de una cotización es aproximadamente multifractal. Existen varios modos fractales por los que en una cotización van a existir futuros máximos y futuros mínimos. Por ahora he explicado una parte mínima de todo lo que provoca que una cotización evolucione hacia lugares que llamo objetivos (máximos y mínimos relativos o absolutos). De entre todos los posibles objetivos de precio, que se pueden sugerir de diversas formas, tan solo los seis primeros por el método de las directrices serán zonas de soporte y resistencia futuras, y aunque siempre este método apunta fratalmente a objetivos de precio en los que cada uno de ellos tiene una probabilidad de marcar un máximo o un mínimo como objetivo directo, esta probabilidad es mucho mayor para marcar futuros objetivos diferidos. Los seis primeros objetivos del método de las directrices pueden ser directos y/o diferidos y en ambos casos esas zonas actúan como futuros soportes y resistencias.
En las cotizaciones va a haber más soportes y resistencias que no habrán nacido como uno de los seis primeros objetivos por el método de las directrices, pero en adelante, en este escrito, cuando hable de objetivos, soportes y resistencias me estaré refiriendo tan solo a los seis primeros del método de las directrices y su primer traslado.
Recordemos que los objetivos son homotecias de ciertas distancias multiplicadas por el siguiente conjunto borroso, y que tales homotecias pueden ser trasladadas al máximo o al mínimo donde se produce un giro en el mercado.
Desde que nace un posible objetivo y en consecuencia una zona de futuro soporte y resistencia, cabe preguntarse: ¿Por cuánto tiempo va a estar vigente la zona de soporte y resistencia? No hay respuesta concreta. Las cotizaciones son multifractales tanto global como localmente, y los soportes y resistencias parecen inclinarse a estar vigentes localmente. ¿Y cuánto tiempo es localmente? Una distancia por el método de las directrices es eficiente proponiendo soportes y resistencias hasta que es sustituida o relevada por otra distancia anterior para este método o es totalmente anulada por una distancia posterior, aunque el anulamiento no es radical, sino que muestra un aspecto progresivo. En caso de anulación la vigencia termina gradualmente, pero en el caso se sustitución, el localismo de vigencia depende de la importancia de la distancia que sustituye a la que estaba vigente. Así, hay distancias cuyo localismo es años y otras muy pequeñas que duran pronosticando hasta que son reemplazadas o anuladas prontamente por otras. Ese localismo es indeterminado mientras no se dan las circunstancias de reemplazo o anulación.
El siguiente gráfico es del BBVA con barras de 10 minutos, hasta el momento de escribir esto para publicarlo. En él tan solo he medido una distancia para el método de las directrices, y directamente de esa distancia tenemos 6 homotecias y otras 6 al trasladar su origen al máximo donde se produce el giro bajista. Todas ellas son zonas de soporte y de resistencia futuras. El 5 de agosto se produce el mínimo más profundo que se puede observar en el gráfico de la cotización y por tanto hay distancias en la caída hacia ese mínimo que proponen objetivos alcistas por el método de las directrices que no he dibujado, pero esos objetivos no dibujados también producen zonas de soporte y de resistencias. El nacimiento y muerte de las zonas de soporte y resistencia generadas fractalmente es continuo. Si no tuviesen muerte, al final cualquier precio posible estaría en un posible antiguo objetivo y no tendría sentido hablar de cómo nacen este tipo de soportes y resistencias. Su vida es local y no permanente, aunque su localismo es indeterminado como ya había expresado.
(El gráfico puestos aquí tienen mucha más resolución que la observable. Pinche en un gráfico y se ampliará. Después haga clic con el botón derecho en la ampliación y pida abrir en pestaña nueva. En la nueva pestaña que se abra tendrá el gráfico con mucha más resolución y la posibilidad de aumentarlo con la herramienta lupa que le aparecerá).
He puesto diversas flechas en los máximos y mínimos que han obedecido a las zonas nacidas por el método de las directrices que son soportes y resistencias. Algunos de los máximos o mínimos son importantes (dentro de la relevancia de un gráfico con barras de 10 minutos) y otros son menos importantes.
(El gráfico puestos aquí tienen mucha más resolución que la observable. Pinche en un gráfico y se ampliará. Después haga clic con el botón derecho en la ampliación y pida abrir en pestaña nueva. En la nueva pestaña que se abra tendrá el gráfico con mucha más resolución y la posibilidad de aumentarlo con la herramienta lupa que le aparecerá).