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CONSEJO EN BRUSELAS
Zapatero pide comprensión para Francia y Alemania
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Zapatero dejó ver ayer en el Consejo Europeo de Bruselas su "actitud comprensiva" ante los incumplimientos por Francia y Alemania del Pacto de Estabilidad y propuso flexibilizarlo.
6 de noviembre. Lo de ayer bien puede entenderse como el principio del fin del pacto de Lisboa. El presidente del Gobierno español, que se reunió con sus homólogos europeos en Bruselas, se mostró al extremo "comprensivo" con los incumplimientos de algunos socios del Pacto de Estabilidad y Crecimiento aprobado en la cumbre de Lisboa, entre ellos Francia y Alemania.
Zapatero no ha ocultado nunca sus simpatías hacia ambos países pero hasta ayer –y en contra de lo que ha dicho algún miembro de su Ejecutivo- no se había mostrado tan a las claras a favor de defender los intereses de dos Estados miembros que incumplen sistemáticamente las reglas del juego en materia económica europea.
El presidente del Gobierno aseguró ayer al término de la cumbre de jefes de Estado de la UE reunidos en Bruselas, que "sin duda alguna, encima de la mesa hay un debate sobre el Pacto de Estabilidad". En estos momentos –dijo Zapatero- "hay varios países" con los que dice hay que mantener una "actitud comprensiva", que "solicitan cierta flexibilidad en la aplicación" del Pacto, precisamente –siguió- "para hacer posibles importantes objetivos de la llamada "estrategia de Lisboa".
Para Zapatero este "es el debate crucial de los próximos meses en el seno de las instituciones comunitarias". Desde el punto de vista social y económico –explicó- los objetivos de Lisboa "van a ser revisados, actualizados", van a tener "un contenido más concreto y una orientación más ceñida" en investigación, desarrollo tecnológico, innovación y educación", aseguró.
La "comprensión" de Zapatero –que apuesta por "revitalizar" el proceso de Lisboa- contrasta con la actitud de algunos compañeros de partido, como Joaquín Almunia, comisario europeo para asuntos económicos, que ha llegado a calificar de "actos de rebeldía" las posiciones mantenidas de manera unilateral por franceses y alemanes, por países –recuerda Almunia- que firmaron en su momento el pacto.