Los Bancos son los únicos inocentes de esta crisis.
Los políticos nos imponen el Euro, y con ello, el mandato del BCE en los tipos de interés.
Nos pusieron el tipo que gusta a los NOPIGS, alrededor del 1% ó 2%, cuando los PIGS acostumbrábamos a tener un IPC del 3% o mucho más. Más o menos, como comprar un gallina por dos euros y venderla por uno. Es pena que “el Lute” no estuviera en el BCE para decirles en cuanto se compra y se vende un ave tan apreciada como ésa.
Además de cargarse, con el Euro, la competitividad de los PIGS, consiguieron que los Bancos tuvieran que dar dos o tres préstamos para sacar el mismo rendimiento que sacaban con uno, anteriormente. A la gente que suele preguntar qué es el apalancamiento les digo, eso es apalancamiento.
El apalancamiento, como todos sabéis, disfruta de mayor riesgo, como saben todos los que hayan utilizado futuros, opciones u otros instrumentos, esperando pingües beneficios y arriesgándolo todo por ellos, pero en el caso de los Bancos se trataba de buscar el mismo beneficio con mucho más riesgo.
Pero, además, como el pueblo no es tan gilipollas como parece, unas pocas veces, se percata de que ahorrar al 1% es absurdo, así que hombres y mujeres se dedican a especular a lo bestia, con bienes inmobiliarios, creando un boom que no se conocía desde principios del siglo XX.
Los Bancos prestan cualquier cantidad, a cualquiera, con tal de mantener los beneficios anteriores, mientras el pueblo y los concejales de Urbanismo se van forrando, unos a base de especulación, y otros a bases de cohecho.
Resumiendo, los listos se sacaron una pasta especulando y los Bancos tuvieron que financiar esas especulaciones al 2% anual, pero ahora los que no fueron tan listos se quejan de las facilidades que les dieron los Bancos para meterse en ese lío.
Fin