Ben Bernake revoluciona las bolsas.
Un clamor de alegría se escuchó ayer en los parqués bursátiles de Europa y EEUU, que se tradujo en fortísimas subidas de todos los índices. Así recibió el mercado la comparecencia del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ante el Congreso de su país, en la que cambió el duro discurso que mantenía hasta ahora y dio a entender que las subidas de tipos pueden haber terminado.
Tras esta comparecencia, el Ibex aceleró vertiginosamente una subida que estaba en el 0,5% hasta el 2,37%. Y fue superado por el resto de Europa, ya que el EuroStoxx 50 se anotó un espectacular 2,68%. Nueva York no se quedó atrás y el Dow Jones vivió un impresionante rally que le dejó a las puertas de los 11.000 puntos.
¿Qué dijo Bernanke para provocar esta euforia? Pues varias frases que en sí no parecen demasiado revolucionarias, pero ya se sabe que los pequeños cambios en el discurso de los bancos centrales suelen anticipar grandes cambios en su política. Por ejemplo, dijo que “el crecimiento económico en EEUU parece estar ralentizándose”, lo que “debería ayudar a limitar las presiones inflacionistas en el futuro”. Traducido al román paladino, eso significa que no hace falta subir mucho los tipos para controlar los precios, puesto que se van a moderar ellos solos si la economía se enfría.
Bernanke también quitó hierro a la subida de la inflación subyacente (la que excluye energía y alimentos, y que muestra la traslación de la subida del petróleo al resto de bienes y servicios), ya que ayer se publicó una subida mayor de lo previsto, del 0,3% en junio, que eleva la tasa interanual al 2,6%, por encima de la ‘zona de comfort’ de la Fed, situada en el 2%.
Sin embargo, Bernanke achacó esta subida a “factores técnicos” –incremento en el precio de las materias primas y el petróleo– y añadió que las expectativas inflacionistas “se mantienen contenidas” gracias a la moderación de los costes laborales y el aumento de la productividad.
Fin del dilema de la Fed
La interpretación generalizada de este comentario es que Bernanke puede tolerar una tasa más alta de inflación subyacente a corto plazo con la esperanza de que el enfriamiento económico la modere posteriormente. Además, según el presidente de la Fed, el impacto de las subidas de tipos adoptadas hasta ahora todavía no se ha dejado sentir plenamente en la economía. La Fed ha incrementado el precio oficial del dinero 17 veces desde junio de 2004, del 1% al 5,25%.
Hasta ahora, la Fed se encontraba ante un dilema muy serio: seguir subiendo los tipos para controlar estas tensiones inflacionistas, con el riesgo de pasarse y provocar una recesión económica; o dejar de subirlos para mantener la fortaleza económica con el riesgo de una explosión de los precios.
Ayer, estas declaraciones inclinaron la balanza hacia la segunda opción, ya que el riesgo de una escalada inflacionista parece controlado. “El testimonio indica que Bernanke quiere hacer una pausa en agosto, en la próxima reunión de la Fed”, comentaba ayer George Goncalves, economista de Bank of America.
La principal causa de la corrección de las bolsas que comenzó en junio es la incertidumbre sobre el entorno económico y de los tipos de interés (la corrección empezó mucho antes del ataque de Israel a Líbano). Si el mercado acepta como cierto este escenario de fin de las subidas de tipos en EEUU, no sería nada extraño que el rally de ayer ponga fin a la corrección y permita a los índices retomar la tendencia alcista principal que viene desde 2003. Aunque para eso hace falta superar los máximos anuales, y aún queda un buen trecho: los del Ibex se encuentran en 12.100 y ayer cerró en 11.425,7.
http://www.elconfidencial.com/economia/noticia.asp?id=5113&edicion=20/07/2006&pass=